La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este viernes que las medidas restrictivas adoptadas en todo el mundo para evitar el contagio del COVID-19 “intensifican el riesgo de violencia doméstica y aumentan la carga de trabajo en el hogar”. 

Además, aquellas mujeres en estado de embarazo, “temen por su salud a la hora de asistir a controles o se quedan sin servicios”. 

“La pandemia de coronavirus COVID-19 ha interrumpido gravemente el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y ha obstaculizado la capacidad de las autoridades para responder a la violencia de género, en un momento en que las mujeres y las niñas necesitan más estos servicios”, advirtió el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en un comunicado.

La directora del Fondo, Natalia Kanem, explicó que las embarazadas, que necesitan atención prenatal, no saben si es seguro ir a la clínica. Así mismo, añadió que las mujeres en relaciones “abusivas atrapadas en casa en el futuro previsible y temiendo por su seguridad”, también son un grupo muy sensible.

Pero adicionalmente, Kanem advirtió sobre la situación de “decenas de millones de personas en los campos de refugiados, que están contando los días para que llegue el coronavirus, y para quienes el distanciamiento social simplemente no es una opción”; y de personas mayores, “muchas de las cuales están atrapadas de forma aislada, carecen de interacción social y son particularmente vulnerables a enfermarse gravemente por el virus”. 

Por su parte, la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra la mujer, Dubravka Simonovic, insistió en que es muy probable que aumenten las tasas de violencia doméstica generalizada, “como ya sugieren los informes iniciales de la policía y la línea de ayuda directa”. 

“Para demasiadas mujeres y niños, el hogar puede ser un lugar de miedo y abuso. Esa situación empeora considerablemente en casos de aislamiento, como los bloqueos impuestos durante la pandemia del COVID-19”, subrayó Simonovic.

Por lo anterior, la ONU hace un llamado a los Gobiernos a no abandonar a las mujeres y niños en medio de la emergencia, ya que esto podría conducir a un aumento de la violencia, incluidos los feminicidios de parejas íntimas.

“El riesgo se agrava en un momento en que no hay o hay menos refugios y servicios de ayuda disponibles para las víctimas; cuando es difícil acceder a aquellos que aún están abiertos; y cuando hay menos apoyo de la comunidad; menos intervenciones policiales y menos acceso a la justicia ya que muchos tribunales están cerrados", indicó la relatora.

Adicionalmente, Simonovic expresó preocupaciones particulares sobre las mujeres con discapacidad, las migrantes indocumentadas y las víctimas de la trata.