La Organización de Naciones Unidas advirtió este viernes que los sistemas de asilo en América Latina están “abarrotados”.

Tras una reunión regional que se realizó este viernes en Ciudad de México, Mark Manly, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en México, informó que a la fecha hay 13 millones de personas de interés para el organismo.

De ese total, 644.000 son personas refugiadas y 1,3 millones solicitantes de asilo.

En el encuentro en la capital mexicana participaron autoridades de 20 naciones de la región, y en él se llamó la atención sobre la necesidad de contribuir al fortalecimiento de los sistemas de asilo de cada país.

“En el pasado nos enfocamos principalmente en asegurar el acceso a los procedimientos de determinación y el respeto del debido proceso. Ahora, tenemos que enfocarnos también en medidas de eficiencia para poder procesar el número creciente de solicitudes de asilo que vemos en el continente”, dijo Manly.

Según el organismo, el aumento sin precedentes de las cifras de solicitantes de asilo en la región, sobre todo relacionado con las situaciones que atraviesan Venezuela, los países del norte de Centroamérica y Nicaragua, ha llevado a que los sistemas de asilo de América Latina lleguen al máximo de sus capacidades.

A inicios del mes de octubre, el representante especial de Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para la migración venezolana, Eduardo Stein, dijo en entrevista para la Agencia Anadolu que los recursos necesarios para atender a los migrantes venezolanos en la región ascenderían a USD 1.500 millones, casi el doble de lo proyectado inicialmente.

Además, el ex vicepresidente y excanciller guatemalteco afirmó que los números de la crisis migratoria venezolana “son abrumadores” y que la cantidad de personas que han huido de Venezuela ya está cerca de los cinco millones.

Por otra parte, según el secretario interino de Seguridad Nacional estadounidense, Kevin McAleenan, resaltó este jueves que gracias a los esfuerzos conjuntos con los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala), la migración hacia Estados Unidos se ha reducido de 3.300 migrantes en mayo a al menos 450 en la actualidad.