Nueva York, el epicentro del COVID-19 en Estados Unidos
En el estado hay un total de 131.830 casos, de los cuales 72.181 están en el centro de Nueva York, que tiene 8,6 millones de habitantes.

Brussels Hoofdstedelijk Gewest
El balance del coronavirus empeora cada día en el estado de Nueva York, que se ha convertido en el epicentro del virus en Estados Unidos, tal como lo fue Wuhan en China.
El número de casos ha aumentado exponencialmente en el país desde principios de marzo y hasta el momento le ha costado la vida a 4.758 personas en Nueva York, según los últimos datos de la Universidad John Hopkins.
En el estado hay un total de 131.830 casos, número que corresponde a casi un tercio de los 368.533 casos en todo el país, y a casi el 50% del total de fallecimientos que hay en todo Estados Unidos, que es de 11.000.
Primer caso
El primer caso de COVID-19 en el estado se confirmó el primero de marzo. Una trabajadora de la salud de 39 años que vivía en Manhattan fue puesta en cuarentena en su casa cinco días después de regresar de Irán y de dar positivo para el virus.
El segundo caso se diagnosticó un día después, en un abogado de 50 años que vive en New Rochelle, una de las zonas más ricas de Nueva York. El abogado viajó a Miami en febrero y viajaba regularmente a Israel antes de eso.
El 4 de marzo, la familia y vecinos del abogado dieron positivo, por lo que el número de casos aumentó a 11. Las escuelas a donde asistían sus hijos fueron cerradas y se les impuso cuarentena a las personas que vivían en los alrededores.
Cuando el miedo a la pandemia comenzó a extenderse en Nueva York, el 5 de marzo, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio ,se subió al metro y aconsejó a los neoyorquinos no temer usar el transporte público y "continuar con sus vidas normales".
Sin embargo, el 7 de marzo, cuando el número de casos aumentó a 89 en el estado, el gobernador Andrew M. Cuomo declaró estado de emergencia.
Al día siguiente el número de casos llegó a 106, por lo que la alcaldía de Nueva York tuvo que advertir a los enfermos que se mantuvieran alejados del transporte público y, de ser posible, de las multitudes.
La gente acudió en masa a las tiendas por el pánico generado por la pandemia, peleaban por agua y alimentos, especialmente por papel higiénico, y las estanterías de los mercados terminaron vacías. En ese momento las máscaras médicas y los materiales de higiene estaban en el mercado negro.
El 10 de marzo, Cuomo anunció que declaró como zona de contención a New Rochelle y, con el permiso del gobierno federal, se estableció allí un centro para hacer pruebas de COVID-19 sin salir del coche.
El 11 de marzo, Cuoma anunció que la Universidad de la Ciudad de Nueva York y la Universidad del Estado de Nueva York permanecerían cerradas durante una semana y las clases se realizarán por Internet, para luego extender la suspensión de clases presenciales hasta el final del semestre.
El 12 de marzo, Cuomo prohibió a los eventos de más de 500 personas en el estado.
Entonces comenzaron las presiones para cerrar las escuelas de la ciudad, especialmente por parte de los sindicatos de docentes, pero Blasio insistió en mantenerlas abiertas y afirmó que los programas de comidas distribuidos a estudiantes de bajos ingresos debían continuar.
Primeras muertes
Dos semanas después del primer caso, dos personas murieron, el 14 de marzo, en Brooklyn y en Rockland.
El 17 de marzo, Blasio anunció que todas las escuelas de la ciudad y todos los restaurantes, excepto los que ofrecen servicio de bar y comida para llevar, serían cerrados.
El 18 de marzo Cuomo anunció que realizaron alrededor de 5.000 pruebas ese día. El número de casos aumentó a 14.597. Más adelante, la Casa Blanca anunció que enviaría el buque hospital USNS Comfort, de mil camas, para que brindara ayuda en Nueva York.
El gobernador Cuomo dio la orden de quedarse en casa en todo el estado el 20 de marzo, y todos los empleados estatales en tareas no esenciales debían trabajar desde casa.
El 23 de marzo, el número de muertes en todo el estado llegó a 157, de las cuales 125 fueron en la ciudad de Nueva York. El número de casos ascendió a 21.000, de los cuales 12.300 estaban en la ciudad central.
Cuomo dijo el 24 de marzo que no habían recibido suficiente ayuda del gobierno federal.
Entre el 25 y el 26 de marzo, el número de casos de hospitalizados aumentó un 40%, y cientos de muertes diarias se hicieron la norma.
El 27 de marzo fue un punto de inflexión para Estados Unidos, ya que dejó atrás a China e Italia, y ocupó el primer lugar en número de casos a nivel mundial.
Cuomo anunció el 28 de marzo que las elecciones primarias en el estado fueron pospuestas hasta el 23 de junio.
En los días posteriores, el Centro de Congresos Jacob K. Javits, el recinto de este tipo más prestigioso de Nueva York, fue convertido en un hospital para tratar a los pacientes con COVID-19.
Asimismo, se estableció un hospital de campaña en Central Park y el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, en Queens, comenzó a ser utilizado también como centro de salud.
Para el 31 de marzo, el virus había sido contraído por más de mil policías de Nueva York, de los cuales 7 mil no asistieron a trabajar, utilizando una licencia por enfermedad, y tres murieron.
Fallas del sistema de salud
Con el rápido aumento de casos y muertes en el estado durante marzo, se hizo notoria la falta de equipos de salud.
Blasio solicitó al gobierno federal 3 millones de máscaras N95, 50 millones de máscaras quirúrgicas, 15.000 respiradores y 45 millones de batas y guantes quirúrgicos, y advirtió que los suministros se agotarían a principios de abril.
La capacidad de los hospitales comenzó a agotarse y se hicieron advertencias de que el sistema de salud de la ciudad estaba a punto de colapsar.
Cuomo dijo que 21.000 trabajadores de la salud de fuera del estado se ofrecieron como voluntarios para apoyar la lucha contra el COVID-19.
Morgues insuficientes
Para el 1 de abril, los casos en Nueva York ascendían a 83.712 y las muertes a 1.941. Dos días después, el número de casos superó los 100.000 y el número de muertes se acercó a las 3.000.
Debido al aumento inesperado en el número de muertes, las morgues de los hospitales no dieron abasto, por lo que la alcaldía envió 80 camiones morgue adicionales a los hospitales.
Se ha discutido que si los fallecimientos continúan aumentando, los camiones morgue no serán suficientes y los parques podrían usarse como tumbas temporales, donde se enterrarían 10 personas juntas.
La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona.
La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el miércoles 11 de marzo.
El virus se ha extendido a al menos 184 países y regiones de todo el mundo. Los casos confirmados han superado el 1.363.000.
Estados Unidos, España, Italia e Irán son los países más afectados.
Más de 76.400 personas diagnosticadas con el virus a nivel mundial han fallecido.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó a la redacción de esta nota.