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Nicaragua, el único país donde los casos de COVID-19 no aumentan, sino que disminuyen

El Gobierno sandinista ha presentado estadísticas en las que excluye de los casos positivos a los pacientes fallecidos y a los recuperados, mientras que por otro lado no realiza pruebas masivas para detectar el alcance real de la epidemia.

Wilfredo Miranda Aburto  | 21.04.2020 - Actualızacıón : 21.04.2020
Nicaragua, el único país donde los casos de COVID-19 no aumentan, sino que disminuyen MANAGUA, NICARAGUA - ABRIL 3, 2020: Una vista del Palacio Nacional y la antigua Catedral de Managua que se encuentran vacías debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19) en Managua, Nicaragua, el 3 de abril, 2020. (Alfredo Zuniga - Agencia Anadolu)

MANAGUA, Nicaragua

Por: Wilfredo Miranda Aburto

Los casos confirmados de COVID-19 en Nicaragua siguen disminuyendo. Este domingo 19 de abril, el Ministerio de Salud (Minsa) reportó un solo nuevo caso positivo y este lunes también se reportó un caso más, luego de que en semanas anteriores la cifra de contagiados se mantuviera siempre en tres casos. Así, en total, según cifras oficiales, en Nicaragua solo habría diez casos de COVID-19.

Para los expertos epidemiólogos esto es complicado de entender, pero así es como funcionan las estadísticas presentadas por el gobierno sandinista. Nicaragua es el único país del mundo donde las cifras de coronavirus disminuyen y no aumentan.

La razón radica en la forma en que el Ministerio de Salud y la misma vicepresidenta, Rosario Murillo, llevan las estadísticas: excluyen del total de casos positivos a los pacientes que fallecieron o se recuperaron de la enfermedad del coronavirus

“Situación del Coronavirus, al 19 de abril, 10 A.M. Hoy tenemos, 1 persona con Covid-19: El señor de 59 años de edad, contacto con otras nacionalidades, que se encuentra en recuperación”, dijo el doctor Carlos Sáenz, secretario general del Minsa.

El día anterior, el 18 de abril, el gobierno mantenía una cifra de dos contagios, pero la reducción se produjo debido al fallecimiento de uno de los pacientes.

Las cifras oficiales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que en Nicaragua se han registrado, desde el 18 de marzo, nueve casos positivos de COVID-19, de los cuales dos personas han muerto. Aunque es el mismo gobierno el que le proporciona los datos a la OPS, las cifras que manejan uno y otro son diferentes.

Leonel Argüello, el epidemiólogo más consultado de Nicaragua, señaló que nunca se puede borrar del registro un caso positivo, sin importar que el paciente se haya recuperado o haya muerto. “Eso es como que a un recién nacido le borrés el acta de nacimiento. Todos los que son enfermos confirmados siguen manteniendo el número. Nunca se borran”, insistió.

Los expertos en Nicaragua coinciden en que el Gobierno usa esta aritmética confusa para fines propagandísticos y para reforzar su teoría de que el sistema de salud ha controlado la epidemia.

El mismo presidente, Daniel Ortega, al reaparecer después de 34 días de ausencia en medio de la emergencia sanitaria, sostuvo que el coronavirus ha sido contenido “con los recursos limitados” de Nicaragua y “con paciencia”.

La reducción de las cifras no se limita únicamente a los casos positivos de COVID-19. La estadística también es aplicada a los casos sospechosos, de modo que también este dato siempre está a la baja.

El gobierno lo presentó así este 19 de abril: “El día de ayer, teníamos 11 personas en seguimiento responsable y cuidadoso. De ellas, han cumplido el periodo reglamentario cuatro personas, que hoy pasan a resguardo domiciliar. Quedan, por tanto, siete personas, a las que se suman cinco más, para un total, esta mañana, de 12 personas en cuido y monitoreo responsable y permanente”.

La opacidad del gobierno en torno a las cifras obligó a un grupo de ciudadanos a tratar de entender la estadística sandinista. El grupo presenta de forma clara y directa los datos a partir de las cifras oficiales y lo que ellos logran corroborar en sus redes territoriales.

“Reportamos a la fecha (19 abril) un acumulado de 245 casos: que incluyen nueve casos confirmados por el MINSA, 12 casos sospechosos del MINSA y 224 casos sospechosos verificados por el Observatorio Ciudadano”, señala el documento que distribuyen a diario.

“Ceguera epidemiológica”

Más allá de este juego de cifras con los casos de COVID-19, el secretismo de la información oficial se extiende al número de pruebas realizadas en el país. El científico y biólogo molecular Jorge Huete aseguró que no se conoce “con rigor la verdadera dimensión” de la epidemia, debido a que el gobierno no ha realizado un muestreo masivo.

Otros expertos agregaron que, ante la falta de pruebas masivas, Nicaragua padece “ceguera epidemiológica”, lo que podría ser grave para seguir el rastro y la curva de contagio del coronavirus.

En todo momento, las autoridades sanitarias sandinistas niegan que el COVID-19 haya pasado a la fase de contagio comunitario. Sin embargo, el gobierno de Cuba ha dicho públicamente que cinco cubanos que regresaron a la isla desde Managua dieron positivos a la prueba de COVID-19, lo cual contradice al Minsa. 

Diversas fuentes del sistema de salud público le aseguraron a la Agencia Anadolu que en el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR), ubicado en el Complejo Conchita Palacios, en Managua, solo se realizan entre 5 y 10 test diarios.

Los médicos explicaron, además, que el Ministerio de Salud solo practica pruebas de laboratorio de COVID-19 a pacientes con síntomas severos. En cambio, la autoridad sanitaria rechaza a personas que presentan tos y fiebre leves, pese a que los doctores remiten a los pacientes bajo sospechas de coronavirus.

Los resultados de las pruebas no son comunicados oficialmente a los médicos, y el CNDR se limita a comunicar el resultado verbalmente. No queda constancia escrita en los hospitales.

A la fecha, el Ministerio de Salud sigue sin revelar cuántas pruebas han realizado en total. Ante la presión de expertos independientes por un muestreo más amplio, el doctor Carlos Sáenz se vio obligado a dar una respuesta. Aunque en realidad fue un titubeo más que una cifra exacta: “Puede andar alrededor, no te podría decir en este momento, andaba como… más o menos unas 200, ciento y pico”.

Para el científico Huete, “unas 200 pruebas” es un número insuficiente. En cambio, recomienda un testeo de 10.000 pruebas semanales. Aunque el gobierno recibió una donación de 28.000 test rápidos el pasado 7 de abril por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), las autoridades sanitarias no han comenzado a aplicarlas.

Otra preocupación de los especialistas es el brote de “neumonía atípica” que se registra en los hospitales de Nicaragua. “En mis consultas he notado muchas neumonías atípicas para esta época del año, y no son declaradas como sospechosas de coronavirus”, afirmó el neumólogo privado Jorge Iván Miranda, quien atendió a dos de los nueve casos positivos de COVID-19 registrados por el gobierno.

“El hecho de que no le practiquen pruebas de COVID-19 a pacientes con neumonía atípica crea un subregistro que podría explicar los pocos casos positivos de contagio en Nicaragua, a diferencia de otros países de la región donde las cifras van en aumento”, dijo.

En su último boletín epidemiológico de marzo de 2020, el mismo Minsa reveló que en el país hay 24.107 casos de neumonía y 70 muertes por la misma patología, aunque no reveló la causa de las mismas.

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