Neozelandeses conmemoran el tercer aniversario de mortal ataque a mezquitas en Christchurch
Varios sobrevivientes y ciudadanos se reunieron para recordar la fecha en la Mezquita An Nur y el Centro Islámico de Linwood, donde un terrorista australiano asesinó a decenas de fieles el 15 de marzo de 2019.

CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda
En el tercer aniversario del mortal ataque terrorista en la Mezquita An Nur y el Centro Islámico de Linwood, que dejo 51 muertos y 40 heridos en Christchurch, Nueva Zelanda, se presenciaron emotivas escenas.
Una de ellas se vivió en la Mezquita An Nur, uno de los blancos de la agresión. Pese a que no se llevó a cabo ninguna conmemoración pública oficial, muchos sobrevivientes y ciudadanos se reunieron para recordar la fecha.
El turco Temel Atacocugu, quien recibió nueve disparos en el lugar el fatídico día, pasó las últimas semanas recorriendo el camino de más de 350 kilómetros que tomó el asesino, desde Dunedin hasta Christchurch, con el fin de reclamar la ruta en nombre de la paz.
“Estoy un poco emocionado de que el día haya llegado. Estoy motivado para ir a la mezquita”, dijo mientras salía de la ciudad de Rolleston para recorrer el tramo final de su caminata.
El sobreviviente cumplió su cometido a las 1:40 p.m. (hora local), la misma hora que el que el terrorista irrumpió en la mezquita el 15 de marzo de 2019 para atacar a los fieles en medio de la oración comunitaria del viernes.
El atacante australiano se declaró culpable de asesinato, intento de asesinato y terrorismo. Recibió la pena más severa en la historia moderna de Nueva Zelanda: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, y está recluido en una unidad de alta seguridad de la prisión de Auckland.
La alcaldesa de Christchurch, Lianne Dalziel, y el superintendente John Price, comandante de Policía del distrito de Canterbury, acompañaron a Atacocugu al final de su caminata por la paz.
Dalziel le regaló al activista turco un Ponamu, un colgante especial de la tradición maorí. “Fue muy emotivo estar dentro de la mezquita en este día a esta hora. No puedes evitar pensar cómo fue”, aseguró.
“Un total de 72 niños en esta comunidad perdieron a uno de sus padres; eso estará con nosotros como sociedad y comunidad para siempre. Sin embargo, como comunidad, hemos crecido y nos hemos vuelto más fuertes, y creo que le hemos demostrado al mundo lo que la paz y la unidad pueden hacer si se permite que florezcan”, enfatizó Price.
Luego, Atacocugu fue al Centro Islámico de Linwood, el segundo blanco del terrorista del 15 de marzo de 2019.
Muchos neozelandeses creen que el horror de ese día hizo que la sociedad tomara conciencia sobre la importancia de reducir la islamofobia, pero advierten que todavía hay focos de ira y extremismo en la sociedad.
“Pasmado y conmocionado”
Los residentes de Christchurch entrevistados por la Agencia Anadolu se mostraron visiblemente choqueados por los eventos de ese día.
“Solo recuerdo que había un tiroteo y yo no podía comprender lo que era. Me sentí pasmado y conmocionado. No parecía que algo así sucedería en Nueva Zelanda”, aseguró un residente.
Otro dijo: “Fue una tristeza inmensa… realmente terrible. Mucha gente inocente recibió disparos sin propósito. Me resulta difícil comprender por qué sientes eso (odio hacia el islam)”.
Otro neozelandés indicó que, aunque se siente seguro en su país, hay componentes de la sociedad que son motivo de preocupación. “Estoy a favor de la unidad en todo el mundo. No puedo sentir eso aquí. Tenemos que unirnos y ser uno, y no separarnos entre nosotros a causa de la religión”.
Ver también: Sobreviviente de ataque a mezquitas de Nueva Zelanda en 2019 recorre la ruta del perpetrador en nombre de la paz
Otra residente concordó: “Solo siento tristeza. Fue una pérdida de vidas sin sentido”.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.