Por: Diego Carranza 

Luego de 23 días de ‘Minga Nacional’ en el departamento colombiano del Cauca, hay más de 50 indígenas heridos y uno muerto debido a las agresiones de la fuerza pública. 

Así lo denunció Giovanni Yule, vocero de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), al asegurar que desde el inicio de la movilización se han sentido amedrentados constantemente por miembros del Ejército y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía colombiana.

“Vemos cómo el Gobierno, en cabeza del presidente Iván Duque, está cumpliendo lo que dijo, en el sentido de que va a seguir utilizando todo el peso de las Fuerzas Militares de nuestra Nación para contrarrestar este ejercicio democrático”, le dijo Yule a la Agencia Anadolu.

El líder indígena lamentó la postura del Estado colombiano y advirtió que han sufrido tres asaltos por parte de uniformados: uno de ellos en el sector de El Túnel (municipio de Cajibío), “donde se fueron contra los campesinos, quemaron ‘cambuches’ y todo lo que tenían y golpearon a la población”; y otros dos en un sector conocido como El Cairo (también en Cajibío), uno de ellos ocurrido en la mañana de este martes, en el que murió por un disparo en el pecho Deiner Ceferino Yunda Camallo, de 20 años y miembro del resguardo de Jebala del municipio de Totoró.

“Cuando la fuerza pública ataca al pueblo, comienza a morir la democracia”, afirmó Yule.

Las autoridades indígenas del país andino siguen exigiendo la presencia de Iván Duque en su territorio como condición para levantar el bloqueo en la vía Panamericana, entre Popayán y Cali, en el suroccidente del país, pero el mandatario colombiano se niega y ratifica que hasta que las vías de hecho no se suspendan, él no irá.

Por parte del Gobierno, la delegada para dialogar con la minga es la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, pero según afirman los voceros indígenas, ella “no ha sido capaz de avanzar en los temas fundamentales que han planteado” y las conversaciones han sido “prácticamente áridas”. 

“No sabemos si eso es una estrategia del gobierno: dilatar los tiempos, pero en vez de que los 20.000 'mingueros' nos hayamos cansado, nos hayamos debilitado, ha ocurrido lo contrario: se revitaliza la minga, se viene fortaleciendo”, ratificó el vocero indígena.

Según Giovanni Yule, a pesar de la inasistencia de Duque, a medida que pasan los días la movilización indígena se viene extendiendo en todo el territorio nacional y sumando adeptos: “Todos los pueblos indígenas se han levantado, y (existe) la posibilidad también de que lo hagan todos los sectores campesinos, afros, sindicatos y organizaciones sociales y populares del país”.

Un ejemplo de ello es la población afro que se ha unido a la minga. Este lunes 43 consejos comunitarios del norte de Cauca, que representan 209 veredas de diez municipios y 135.000 personas, acordaron sumarse a la movilización indígena.

El portavoz de la ONIC y del CRIC también se refirió a acusaciones del ministro de Defensa, Guillermo Botero, quien aseguró en días pasados que la minga estaba infiltrada por disidentes de las desmovilizadas FARC y de ‘Los Pelusos’, disidencia de la otrora guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Yule desmintió la versión de Botero e indicó que es una manera de desprestigiar su movilización. También puntualizó que además de varios miembros de estos grupos delincuenciales, las comunidades indígenas han identificado a seis militares que se han tratado de infiltrar.

“Esa estrategia es la que tradicionalmente utilizan los generales: tratar de estigmatizar la movilización, de mirar cómo nos involucran con actores armados ilegales para luego justificar sus arremetidas militares que han dejado consecuencias fatales”, subrayó.

Por otra parte, se refirió a versiones de sectores políticos en Colombia que señalan que las comunidades indígenas se exceden en sus peticiones y que tienen más de lo que dicen. Al respecto, el vocero dijo que esas aseveraciones son “totalmente falsas” y puso de ejemplo la situación del Cauca. 

Según explicó, la población indígena en ese departamento es de 280.000 personas, repartidas en diez pueblos y 125 cabildos. Y de la totalidad del suelo en el departamento (3 millones 84 mil hectáreas), el territorio colectivo de pueblos indígenas es de 544.000 hectáreas, de las cuales 320.000 están en páramos, ríos, bosques y en las montañas.

“Lo que nosotros estamos haciendo en el 70% del territorio nuestro es salvaguardando el agua, la biodiversidad y todo lo que tiene que ver con la garantía de los pueblos indígenas y los seres humanos en el planeta, pues en el Cauca están los páramos y la cuenca hídrica más importantes del país. Sin embargo, el Gobierno lo que hace es entregar grandes extensiones de tierra a las agroindustrias y los terratenientes”, lamentó, y se refirió también a la situación del departamento del Valle del Cauca, en donde los ingenios azucareros vienen utilizando 254.000 hectáreas que son propiedad de tres familias.

El panorama parece no mejorar pronto, pues los líderes indígenas no tienen la menor intención de levantar los bloqueos para que el presidente vaya hasta su territorio a escucharlos personalmente. Afirman que anteriormente lo han hecho y que el “Estado se ha aprovechado de esas situaciones”.

“Tenemos mucha desconfianza con estos Gobiernos”, concluyó Yule.

Además de los COP 10 billones con los que ya se comprometió el Gobierno colombiano en el Plan de Desarrollo, las comunidades indígenas piden COP 4.6 billones más para cubrir sus necesidades.