Motines y huelgas de hambre: la crisis en la atención a migrantes en México por el COVID-19
La capacidad para atender a los migrantes en algunas estaciones del Instituto Nacional de Migración ha sido rebasada desde que comenzó a propagarse el coronavirus en territorio mexicano.

MÉXICO
Por: Alejandro Melgoza Rocha
En algunas estaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), que es la entidad encargada de inspeccionar las actividades migratorias y brindar atención humanitaria, se han presentado motines y huelgas de hambre en los últimos días.
Esto se debe a que en estas estaciones no se les ha podido brindar ni atención médica ni humanitaria a los migrantes desde que comenzó a propagarse el coronavirus en territorio mexicano, donde el virus ya ha dejado 296 personas muertas.
El clímax de esta situación se vivió el pasado 31 de marzo, cuando para manifestar su inconformidad con las condiciones de su encierro un grupo de migrantes le prendió fuego a la estación de Tenosique, en Tabasco, un estado ubicado en el sureste, cercano a la frontera con Centroamérica. El motín dejó 14 personas heridas y un guatemalteco muerto.
“Se veía venir. Ha habido situaciones muy críticas en las estaciones migratorias, principalmente las del sur, donde hay un confinamiento tremendo, condiciones de insalubridad, a lo que se suma la pandemia. Esas condiciones han ido provocando un deterioro en los migrantes”, asegura Ramón Márquez, director del albergue La 72, quien habló con la Agencia Anadolu.
Todo empezó en la tercera semana de marzo, cuando a raíz del aumento de los casos y de los fallecidos por COVID-19 en México, los migrantes no estuvieron de acuerdo con las condiciones de su encierro que, según el Movimiento Migrante Mesoamericano y Pueblo Sin Fronteras, no cumple con las medidas básicas de “sana distancia” recomendadas por la Secretaría de Salud del país.
El 19 de marzo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) le exigió “acciones urgentes” al INM para evitar el hacinamiento y contagio masivo del COVID-19, razón por la que se emitieron unas recomendaciones a seguir a la hora de hacer las detenciones, las cuales el INM aseguró que sí cumplía.
Sin embargo, en los últimos días de marzo, explica Márquez, hubo huelgas en las estaciones migratorias de Tapachula, Chiapas; Villahermosa, Tabasco; Hermosillo, Sonora; Piedras Negras, Coahuila; y finalmente, en Tenosique, Tabasco.
Irineo Mujica, quien hace parte de Pueblos Sin Fronteras (PSF); Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM); y Alberto Xicoténcatl, de la Casa Migrante de Coahuila, le confirmaron a la Agencia Anadolu la situación de crisis.
Xicoténcatl asegura que “no hay apoyo alguno, ni coordinación con ningún orden del gobierno”.
Por su parte, Mujica denuncia que los migrantes que logran cruzar por el monte hacia Estados Unidos están siendo retornados sin ningún protocolo. “Los migrantes que llegan a la frontera no tienen ninguna orientación, ni los recién retornados de Estados Unidos. El que va saliendo de la frontera, lo van aventado”, cuenta.
“La crisis se está propagando por todas las rutas en las cárceles migratorias. Ya se había solicitado al gobierno mexicano que se tomaran medidas alternas al encarcelamiento por toda la situación de hacinamiento, debido a que no tienen la distancia que pide la autoridad de salud para prevenir el contagio”, señala Figueroa.
Por toda esta situación no solo la CNDH ha exhortado en dos ocasiones al INM, sino que, en un sorpresivo mensaje, el expresidente del Congreso durante el periodo 2018-2019, Porfirio Muñoz Ledo, lanzó un mensaje en su cuenta oficial de Twitter: “El COVID-19 desnudó otra vez la torpeza e inconsciencia del Instituto Nacional de Migración. Por la frontera norte están llegando camiones de paisanos sin ninguna atención sanitaria y por el sur siguen tratando a los migrantes como animales”.
“El 31 de marzo hubo un motín y un incendio en la estación de Tenosique, Tabasco. La Secretaría de Gobernación debe informar sobre estas atrocidades a la opinión pública, liberarlos de inmediato y dar aviso a la Secretaría de Salud; ya que la enorme mayoría son refugiados. Se culpa también a la Secretaría de Relaciones Exteriores, la que debe dar una explicación”, dijo Muñoz el pasado 4 de abril, y reiteró que estará atento a los abusos.
Tenosique
El director del albergue La 72 narra que cuando llegó a las instalaciones de la estación migratoria de Tenosique encontró en la calle el cadáver de Héctor Barrientos Dardón, de 42 años, quien se asfixió a causa del humo que se generó durante el incendio, en el que quemaron los colchones del albergue.
Barrientos, que estaba acompañado por su esposa e hija, no pudo salir a tiempo debido a que padecía de gota, por acumulación de ácido úrico.
“Al llegar, había mucho caos, porque había mucho personal de migración, pero no sabían cómo actuar”, precisa Márquez, quien asegura que la delegación de dicha estación migratoria se acercó a él para preguntarle si podía recibir a 40 personas en su albergue.
Sin embargo, era la 1 de la mañana y Márquez no pudo aceptarlos debido a que eso le imposibilitaría cumplir con el protocolo de prevención ante el COVID-19, lo que podría poner en riesgo a los demás migrantes en su albergue.
También relata que algunos solicitantes de asilo que estaban impactados porque habían tenido que sacar el cuerpo del fallecido, manifestaron que querían interponer denuncias ante la CNDH.
“Fue un tema importante porque la gente quería hablar con Derechos Humanos y hablar con otras organizaciones que trabajan desde Ciudad de México, algo que finalmente no sucedió porque no podían venir, por el protocolo”, cuenta Márquez.
Cuando Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), se enteró de lo que había sucedido en Tenosique, salió con una comitiva para recorrer las estaciones del sureste del país y recogió testimonios que corroboran que los migrantes no están recibiendo la “suficiente” atención. También comentó que en estas estaciones están hacinados menores de edad y embarazadas.
A raíz de lo anterior, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de la CNDH le solicitó al INM “medidas precautorias frente al presunto motín ocurrido” en la estación de Tenosique y lo instó a “evitar conductas en agravio a las personas en situación de migración que puedan constituir algún trato cruel, inhumano, degradante o incluso tortura”.
El padre Alejandro Solalinde, cuyo albergue se encuentra en Ixtepec, Oaxaca, señaló en su cuenta de Twitter que “lo sucedido en la estación migratoria de Tenosique, Tabasco, exige un cambio urgente en el INM y en la subsecretaría responsable de migración. Urge designar personal conocedor de asuntos migratorios. ¿Por qué no pensar en mujeres para esos encargos?”.
Para el 2 de abril, el INM emitió un comunicado en el que se comprometió a esclarecer lo sucedido el 31 de marzo. “Desde el primer momento personal del instituto colabora en la investigación a cargo de la Fiscalía General del Estado de Tabasco, instancia que deslindará responsabilidades sobre lo ocurrido”.
El comunicado también señala que el INM “mantiene comunicación con la representación diplomática de Guatemala a fin de otorgar atención médica y psicológica a los familiares del hombre que perdió la vida, a quienes a través del consulado se les han dado las opciones para regularizarse por razones humanitarias”.
Finalmente, para los defensores la situación no solo responde a la falta de atención integral y humanitaria a los migrantes, sino que se debe a que a estas estaciones no se les brindan los insumos suficientes por falta de presupuesto.
La Agencia Anadolu detectó que hubo una caída del 85% en el dinero asignado por parte del Gobierno a las estaciones migratorias, y en el caso del sureste del país los más afectados fueron los estados de Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Tabasco.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.