Migrantes varados en el noroccidente de Colombia dicen haber sido víctimas de mafias que venden 'paquetes turísticos'
La Defensoría del Pueblo de Colombia elevará una solicitud a los demás países de Iberoamérica para revisar mecanismos de cooperación que permitan enfrentar esta crisis migratoria internacional.

BOGOTÁ
Migrantes que permanecen varados en el municipio antioqueño de Necoclí, en el noroccidente de Colombia, denunciaron ante la Defensoría del Pueblo colombiana la existencia de mafias que les venden supuestos “paquetes turísticos” para cruzar el país.
“Algunos migrantes denunciaron mafias que les venden paquetes turísticos para hacer el recorrido desde Ipiales, Nariño, con cobros que llegan a los USD 300 para pasar la frontera”, dijo el defensor colombiano Carlos Camargo.
El titular de la Defensoría indicó que estas personas le manifestaron que acceden a estos engaños “por la necesidad de continuar su tránsito hacia el norte del continente”.
“Es una red internacional que viene desde Chile, que los va moviendo desde diferentes puntos del recorrido, y a los cuales deben pagar una especie de peajes”, detalló.
Camargo precisó además que en su paso por Necoclí, los migrantes han expresado “gran preocupación” porque han reportado acciones de grupos armados ilegales en su contra, particularmente en la zona selvática de frontera con Panamá.
Dada esta crisis, Carlos Camargo aseguró que elevará una solicitud a sus homólogos de Iberoamérica, particularmente de Ecuador y Panamá, para revisar mecanismos de cooperación que ayuden a enfrentar la crisis migratoria internacional.
“Vamos a establecer una ruta humanitaria interna con todos nuestros defensores regionales para hacerle seguimiento al avance del tránsito migratorio extracontinental (en el país), el cual generalmente inicia en Nariño y concluye en Urabá (Antioquia)”, explicó.
Según Camargo, este seguimiento permitirá evitar vulneraciones de derechos humanos y aglomeraciones que pongan en riesgo la salud en medio de la pandemia.
Finalmente, el Defensor les exigió a varias entidades tomar medidas urgentes y estructurales para enfrentar la crisis migratoria en Necoclí; en particular a Migración Colombia, la Armada y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Este último para “verificar parentesco de niños y adolescentes que no están acompañados y evitar que sean víctimas de trata, explotación sexual” u otros vejámenes en su contra.
En la víspera, el presidente colombiano Iván Duque aseguró que hacen falta respuestas regionales para evitar situaciones como la que se presenta en Necoclí, en el Urabá antioqueño.
En esta región del noroccidente colombiano están varados desde hace días entre 7.000 y 15.000 migrantes de diferentes nacionalidades (según diferentes fuentes), quienes están a la espera de poder continuar su tránsito hacia Estados Unidos.
En una charla virtual en el Council of Foreign Relations de Nueva York, Duque subrayó que lo que se está viendo ahora mismo “no es nuevo”, sino algo que ha venido sucediendo "de forma regular".
Duque se refirió a la crisis migratoria de Venezuela y explicó las acciones de su Gobierno para atender a los casi 1,8 millones de migrantes venezolanos en Colombia, al tiempo que habló de la situación que viven millones más en Necoclí, muchos provenientes de África y Asia.
“Ellos se establecen en la frontera con Panamá y tratan de ingresar a través de rutas no legales. Nosotros tenemos que acoger esto, porque es más que una crisis de refugiados que algunas veces tiene que ver con tráfico de personas, algo que debemos mirar de manera regional y no únicamente con lo que puede hacer Colombia”, aseveró.
Ante este panorama, el mandatario pidió “mayor agilidad en el desembolso de los recursos de asistencia para la atención de los migrantes venezolanos por parte de la comunidad internacional”.
De acuerdo con sus cálculos, la crisis migratoria venezolana “únicamente en el caso de Colombia" genera un gasto anual que alcanza los USD 1.000 millones.