Voceros de la nueva caravana de migrantes proveniente de Honduras advirtió que si México no les permite el paso iniciarán una huelga de hambre.

Medios locales informaron que líderes del movimiento migratorio indicaron que esperarán a que la caravana, que tiene a más de 2000 personas, haya llegado a la ciudad Tecun Uman, en la frontera entre Guatemala y México, para dirigirse al Puente Rodolfo Robles, sobre el río Suchate. Allí le pedirán al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que les permita continuar su camino hacia Estados Unidos. Si se niega iniciarían una huelga de hambre.

El pasado sábado el general Vicente Hernández, de México, llegó al punto fronterizo después de que el país nortemaricano hubiera ordenado su cierre para impedir la migración masiva.

El alto mando militar afirmó que “hay oportunidades para todos” en México y argumentó que el país está listo para ofrecerle empleo a los integrantes de la caravana migrante. Las autoridades mexicanas han invitado a los migrantes a cruzar en grupos de 20 para registrarse ante migración. Unos 300 accedieron y cruzaron de esa manera el sábado por el puente.

Se estima que la caravana tiene unas 3000 personas y muchas de ellas buscan llegar a Estados Unidos, pero los países de Centro América se han visto obligados a ajustar sus estrategias de recepción de migrantes para cumplir con las exigencias impuestas por Washington y la política antinmigración de Donald Trump.

El gobierno guatemalteco optó por reforzar los registros de entrada de centroamericanos e incorporaron a sus operativos a miembros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés). Al mismo tiempo puso a disposición de los migrantes un servicio médico, algo que antes no ocurría.

México, por su parte, inició la presidencia de Andrés Manuel López Obrador con una política migratoria de puertas abiertas. Dejó pasar la primera caravana, pero luego empezó a imponer más restricciones para el paso. Luego unos meses de Amlo en la presidencia desplegó cientos de guardias nacionales en su frontera sur, pero mantiene sus ofrecimientos de empleo.

Esa política se endureció aún más el pasado sábado cuando el gobierno mexicano cerró el cruce de Ciudad Hidalgo y animó a los migrantes a realizar una inmigración “segura y ordenada”.