Migrantes africanos protestan contra deportación forzosa en Israel
Desde 2012, Israel ha deportado a unos 20.000 migrantes y solicitantes de asilo africanos.

JERUSALÉN
Miles de migrantes africanos y solicitantes de asilo se manifestaron frente a la Embajada de Ruanda en Israel este miércoles contra los planes del Gobierno de expulsarlos del país.
Los manifestantes, migrantes en su mayoría provenientes de Eritrea, Sudán y otros países, se reunieron a las afueras de la embajada en la ciudad de Herzliya al norte de Israel y también en Tel Aviv, para alzar su voz en contra de los planes que tiene el país de regresarlos a la fuerza a sus países de origen o a otro país.
“Estuve más de 9 meses en el desierto para llegar aquí y no regresaré a Sudán donde me van a asesinar o me obligarán a unirme a alguna milicia”, le dijo a la Agencia Anadolu uno de los manifestantes, Kishmar, de 33 años.
“Sólo quiero vivir aquí, en paz, y ver que mi familia vive a salvo”, agregó Kishmar, quien vive en Israel desde 2011.
El refugiado sudanés le pidió al Gobierno de Ruanda que no coopere con el plan israelí de deportación.
“Es un plan racista y Ruanda no debería tomar parte en esto”, aseveró Kishmar.
En agosto del año pasado, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, prometió deportar a los “infiltrados” africanos, una promesa estratégica que busca obtener los votos de sus seguidores de extrema derecha en las elecciones de 2019.
Pero su Gobierno ha recibido una gran presión internacional para que detenga el trato discriminatorio y “racista” de los solicitantes de asilo africanos.
Con Ruanda y Uganda insistiendo en que no recibirán a solicitantes de asilo deportados desde Israel, la agencia para refugiados de la ONU, ACNUR, ha insistido que Israel debería evaluar propiamente el estatus de estas personas y ponerlos a consideración para otorgarles asilo al interior de Israel.
De acuerdo con las cifras arrojadas por la Autoridad de Inmigración e Incorporación de Israel, actualmente hay unos 55.000 migrantes o solicitantes de asilo en Israel, de los cuales un 90% proviene de Sudán o Eritrea.
La mayoría de ellos llegó a Israel (desde Egipto) entre 2006 y 2013 antes de que se erigiera una barrera de seguridad a lo largo de la frontera entre Israel y la península del Sinaí en Egipto.
Desde 2012, Israel ha deportado a cerca de 20.000 de los casi 60.000 migrantes africanos que ingresaron al país antes de que fuera erigida la barrera de seguridad fronteriza.
Según indican cifras israelíes, de las 13.764 solicitudes de asilo que se han recibido desde julio del año pasado, solamente le han concedido un estatus oficial de refugiados a 10 eritreos y un sudanés.
La presión que ha ejercido Israel para deportar refugiados parece no tener precedentes. Ningún otro país ha buscado enviar a solicitantes de asilo a un tercer país por medio de acuerdos que no son sujetos al escrutinio judicial o público.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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