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Mientras la guerra asola las ciudades de Afganistán, las familias huyen desesperadas

Miles de afganos se han reunido a las afueras de la populosa Kabul, la capital del país, en busca de ayuda luego de dejar sus hogares debido al avance de los talibanes.

Shadi Khan Saif  | 13.08.2021 - Actualızacıón : 15.08.2021
Mientras la guerra asola las ciudades de Afganistán, las familias huyen desesperadas KABUL, AFGANISTÁN - 11 DE AGOSTO: Aproximadamente 30.000 familias han sido desplazadas hacia Kabul, debido a los enfrentamientos entre el Gobierno y los talibanes en las provincias del norte, el 11 de agosto de 2021. (Haroon Sabawoon - Agencia Anadolu)

KABUL, Afganistán

Por: Shadi Khan Saif

Junto con su hija menor y cientos de aldeanos, Nilofar pasó más de una semana bajo el estruendoso sonido de los enfrentamientos armados mortales en su provincia natal de Takhar, en el norte de Afganistán, antes de huir a la capital, Kabul, con las manos vacías.

Con la llegada de miles de afganos cansados de la guerra como ella, las polvorientas afueras de la atestada capital representan las escenas de un campamento caótico y extenso con mujeres, niños y ancianos que buscan ansiosamente un alivio.

"Nunca pensamos presenciar tal desgracia y desesperanza. Los ataques de los talibanes a Takhar y todas las demás provincias han traído miserias a tantas madres y hermanas como yo, y a estos niños", le dijo a la Agencia Anadolu Nilofar, una maestra de una escuela pública y madre de una niña de cuatro años que parecía completamente conmocionada y desnutrida.

Con el avance armado de los talibanes capturando casi todas las ciudades importantes del norte, incluidas Kunduz, Fayzabad, Taloqan, Puli Khumri, Sheberghan y Sar-e-Pul, una avalancha de familias asustadas se ha trasladado al sur del país, hacia Kabul.

Ver también: Los talibanes se acercan a Kabul luego de capturar 15 capitales provinciales en Afganistán

Campamentos improvisados sin provisiones

Hubo escenas angustiosas y de desesperación en los campamentos improvisados en el área de Saray Shamali, sin provisión de alimentos, saneamiento y otras necesidades de las familias desarraigadas con un número abrumador de mujeres y niños.

Dentro de los tres meses desde que las tropas extranjeras comenzaron la retirada de Afganistán en mayo, los talibanes han marchado en al menos nueve capitales provinciales de las 34 provincias, a saber: Fayzabad, Aybak, Qala-e-naw, Lashkar Gah, Zaranj, Šibarġan, Kunduz, Taloqan y Sar-e-Pul, además de capturar casi 200 de los distritos rurales y suburbanos.

La semana pasada, hubo numerosos informes de grupos de derechos, como Human Rights Watch, de que los combatientes talibanes se habían involucrado en crímenes de guerra, matrimonios forzados y secuestro de cualquier persona sospechosa de colaborar con el Gobierno en áreas que pertenecen al grupo.

Sin embargo, los talibanes han rechazado categóricamente estos informes.

Refugiados en su propio país

La calamidad de la guerra también ha golpeado con fuerza al inquieto sur de Afganistán, donde continúan los feroces enfrentamientos armados entre los talibanes y las fuerzas afganas, respaldadas por el poderío aéreo estadounidense. La guerra territorial ha dejado a miles de refugiados afganos en su propio país.

El mes pasado, la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) dijo que 33 civiles murieron en Kandahar después de que los talibanes tomaron el cruce con Pakistán.

Los hallazgos de la AIHRC sugirieron que los eruditos religiosos, los ancianos tribales, los activistas de la sociedad civil, los periodistas y los defensores de los derechos humanos han sido blanco de ataques en Kandahar.

Refugio en mezquitas

Gul Ehsan Ahmad, un periodista local radicado en Lashkar Gah, la capital de la provincia de Helmand, huyó de su casa la semana pasada cuando los talibanes marcharon sobre esta megaciudad desde varias direcciones, lo que causó pánico entre cientos de miles de civiles.

“Solo Alá conoce mi situación. Podría sobrevivir y escapar, pero muchos de mis familiares inmediatos y extendidos todavía están atrapados (en Helmand) y escucho informes diarios de muerte”, le dio a la Agencia Anadolu.

Al tener en cuenta la enorme magnitud del desplazamiento causado por el conflicto armado, el vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, ordenó a las autoridades interesadas que abran inmediatamente todas las mezquitas de la capital para los refugiados antes de que se establezca un mecanismo alternativo para ellos.

“Todas las agencias de seguridad y la Policía han recibido instrucciones de que nadie puede evitar que estas familias necesitadas se refugien en mezquitas. La adoración no es más que un servicio a la gente", argumentó el funcionario en un comunicado el miércoles.

Saleh dijo que Kabul es como un segundo hogar para todas las personas desplazadas por la guerra.

Según el Ministerio de Refugiados y Retornados del país, el número de personas desplazadas refugiadas en Kabul ha llegado a 17.000, pero este número solo corresponde a las personas provenientes de las provincias de Takhar, Baghlan, Kunduz y Badakhshan.

*Juan Felipe Vélez contribuyó con la redacción de esta nota.

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