CIUDAD DE GAZA, Palestina

La joven palestina de 16 años Ahad Taha Biseysu, quien resultó gravemente herida en un bombardeo de Israel en el norte de la Franja de Gaza y tuvieron que amputarle la pierna sin anestesia, pidió al mundo que detenga la ofensiva en el enclave y que ponga fin al sufrimiento de los palestinos.

La vida de esta adolescente cambió el 19 de diciembre del año pasado cuando los ataques israelíes impactaron la casa donde vivía con su familia en la ciudad de Gaza.

Aunque la casa está a sólo cinco minutos del Hospital Al Shifa, no pudieron llegar hasta ella para brindarle asistencia médica debido al asedio con tanques que los israelíes llevaban a cabo en el área.

Afortunadamente, su tío, el doctor Hani Biseysu, también estaba en la casa y la ayudó a sentarse en la mesa de la cocina.

Hani Biseysu, cirujano ortopédico del Hospital Al Shifa, tuvo que detener la hemorragia y amputar la pierna derecha de la niña sin anestesia y con los utensilios de cocina de la casa.

Después de la retirada de las fuerzas israelíes, Ahad fue llevada al hospital donde tuvo otra cirugía.

"Lloré constantemente, y mientras me amputaban la pierna, traté de calmarme leyendo el Corán. No tengo nada que decir, ese fue mi destino. Hay personas en peor situación, las alabanzas son para Allah (Dios)", dijo la joven.

"¿Qué esperan? Ni paran la guerra ni permiten que los heridos tengan tratamiento. Un tercio de los niños de Gaza han perdido miembros, yo soy una de ellos. Que termine la guerra, que yo sea la última víctima. Estamos pidiendo la ayuda de todas las naciones para poner fin a la guerra", clamó la menor palestina.

Su tío grabó un video de la intervención de emergencia que tuvo que hacer en el que se dirigió a la comunidad internacional: "¿Dónde está su humanidad? Estoy amputando la pierna de mi sobrina sin anestesia en la cocina de nuestra casa bajo asedio. Mira la opresión que estamos viviendo. ¿Qué crimen hemos cometido? Estamos a cinco minutos del Hospital al Shifa, pero no podemos ir allí".

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Hani Biseysu narró más adelante a la Agencia Anadolu cómo tomó lo que describió como "la decisión más difícil de su vida.

"O dejaría morir a Ahad o le salvaría la vida con los medios que tenía. Le pedí a mis familiares allí que trajeran mi maleta. Lamentablemente, dentro sólo había un trozo de venda y unas tijeras. Inmediatamente tomé un balde, jabón y una esponja, y limpié de pólvora la herida. Tenía que coser las venas así que les pedí que trajeran un hilo de costura", señaló.

"Pensé que podría mantener viva a Ahad con analgésicos y antibióticos durante cinco días. Gracias a Allah, al final del cuarto día, levantaron el asedio. Corrí al Hospital al Shifa inmediatamente y tomé una ambulancia para llevar a Ahad al Hospital Amigos de los Enfermos", agregó, indicar que dichas cirugías ortopédicas sólo se podían realizar en ese centro de salud. 

Cientos de palestinos han quedado sin brazos y piernas en los ataques terrestres y aéreos israelíes que se llevan a cabo desde el 7 de octubre. Al menos 25.295 palestinos han muerto, entre ellos 11.000 niños y 7.500 mujeres y 63.000 más han resultado heridos. 

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.