Por: Syed Zafar Mehdi

El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, se refirió por primera vez a las fuertes protestas que se han registrado en la provincia suroccidental de Juzestán por la escasez de agua y calificó las quejas del pueblo como legítimas.

Al acusar a los funcionarios por falta de atención hacia la provincia rica en petróleo, que limita con Irak, Jamenei indicó este viernes 23 de julio que las quejas deberían haber sido escuchadas y reparadas mucho antes para evitar que la situación llegara a este nivel.

El líder iraní aseguró que es "doloroso" ver a la gente en la provincia, llena de recursos naturales, lidiar con problemas de escasez de agua, especialmente en el calor abrasador del verano.

Las airadas protestas en Juzestán, hogar de árabes étnicos, estallaron la semana pasada en múltiples ciudades de la provincia por una severa escasez de agua, un problema que se repite cada verano y que afecta la actividad agrícola, su principal fuente de sustento.

Los manifestantes han exigido que se libere el agua almacenada en varias represas sobre ríos que desembocan en las llanuras para que puedan regar sus granjas. Las autoridades culpan de la situación a la "peor sequía".

Al menos tres personas, incluido un policía, han muerto hasta ahora en las protestas, que últimamente se han vuelto violentas, mientras los funcionarios culpan a los "alborotadores" por la violencia.

Jamenei, en sus comentarios después de recibir la segunda dosis de la vacuna Cov-Iran Baraket, desarrollada a nivel nacional en Teherán, señaló que no se puede culpar al pueblo de Juzestán por ventilar sus quejas, e instó a las autoridades a atender sus demandas.

En los últimos días, muchos altos funcionarios iraníes han expresado su preocupación por la situación en Juzestán.

El presidente Hassan Rouhani, en una llamada telefónica con el gobernador de la provincia, describió las protestas como "el derecho de las personas", y dijo que el Gobierno está "escuchando sus quejas legítimas".

Muchas figuras de la oposición y legisladores han culpado al Gobierno en ejercicio por el gran número de problemas que enfrenta la árida región.

El ayatolá Arafi, un alto clérigo y miembro de la poderosa Asamblea de Expertos, calificó la situación en Juzestán como un "motivo de vergüenza".

Mohsen Rezaei, una figura conservadora de alto rango y excandidato presidencial, dijo en su declaración que ninguna provincia enfrenta “tantos problemas y cuestiones sin resolver” como Juzestán, y culpó a los sucesivos gobiernos por ello.

La provincia alberga muchas refinerías de petróleo y, por lo tanto, se considera el corazón de la producción de energía del país, pero la población local siempre se ha quejado de discriminación e indiferencia por parte del gobierno central.

Si bien las protestas continúan sin cesar, el fiscal de la provincia ha advertido contra cualquier acto de violencia, inseguridad o alteración del orden público.

La última vez que Juzestán fue sacudido por grandes protestas fue en julio de 2018 por demandas similares.

Sin embargo, en esta ocasión las protestas se dieron en medio de la quinta ola de coronavirus, que, sumado a la escasez de agua, pone en mayor riesgo la vida de los ciudadanos.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.