BERLÍN

Los trabajadores del transporte público de Alemania realizaron este viernes una huelga de advertencia a fin de incrementar la presión sobre el Gobierno en una disputa en curso sobre los salarios.

Los conductores de autobuses, tranvías y metro dejaron de trabajar en las principales ciudades, incluidas Colonia, Frankfurt, Stuttgart y Múnich, lo que provocó una interrupción masiva de los servicios públicos de transporte.

Miles de trabajadores del transporte público participaron en la huelga en los estados federales de Baden-Wurtemberg, Sajonia, Hesse, Baja Sajonia, Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia.

Los servicios de autobús, tranvía y metro no funcionaron en estas regiones durante todo el día, pero los trenes urbanos S-Bahn no se vieron afectados por las huelgas, según el sindicato Ver.di.

Christine Behle, vicepresidenta de Ver.di, criticó al Gobierno por no hacer ninguna oferta “constructiva” a los empleados públicos durante las negociaciones colectivas de la semana pasada.

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“Los empleados no aguantarán esto y ahora lucharán más por sus demandas”, afirmó Behle en un comunicado.

El grupo climático juvenil Fridays for Future también apoyó la huelga y pidió más inversiones en proyectos de transporte público limpio y asequible.

Los trabajadores del sector público han estado organizando huelgas en varios estados federales desde la semana pasada después de que la segunda ronda de negociaciones colectivas con el Gobierno terminara sin acuerdo.

El sindicato, que representa a unos 2,5 millones de trabajadores del sector público, exige un aumento salarial del 10,5% y no menos de EUR 500 euros en medio de la inflación vertiginosa y la crisis del coste de la vida.

Está prevista una nueva ronda de negociaciones para finales de este mes.

*Traducido por Daniel Gallego.