Los retos que aún debe resolver el gobierno del presidente Barrow en Gambia
Después de heredar un país frenado por décadas de un gobierno autocrático, Adama Barrow enfrenta varios retos para llevar a Gambia hacia adelante.

BANJUL, Gambia
Los gambianos celebran este domingo 53 años de independencia de Gran Bretaña, el mismo día en que recuerdan cómo el presidente Adama Barrow se posesionó, hace un año, después de su aplastante victoria en las elecciones de diciembre 1 de 2016, la cual marcó el final de décadas de régimen autocrático.
Pero un año después, la coalición que hizo posible sacar al autocrático dirigente Yahya Jammeh del poder, se está desintegrando.
Barrow, quien estaba exiliado en la vecina Senegal después de su elección –la cual su predecesor no quiso reconocer– por su propia seguridad, inicialmente tomó posesión de su cargo en la embajada de Dakar.
Ismaila Ceesay, analista político de Gambia, dijo que Barrow ya no está trabajando en la transición del orden autocrático.
"La transición ha sido abortada en el sentido de que Barrow y su gobierno ahora se enfocan en atrincherarse", le dijo Ceesay a la Agencia Anadolu.
"La misión de Barrow es darnos democracia, pero le falta enfoque porque está tratando de reformar las instituciones trayendo nuevas leyes y, al mismo tiempo, está intentando desarrollar el país, pero es muy difícil lograr estas dos cosas al mismo tiempo", añadió el analista.
Barrow llegó al poder como candidato independiente, con el respaldo de siete partidos políticos, en un plan de acuerdo transicional de que solo debería cumplir tres años, cambiar las malas leyes del país, nivelar el campo de juego político y luego renunciar. Pero ese acuerdo ahora está en duda.
Y aunque el nuevo líder entregó democracia y libertad, las reformas de las instituciones y las leyes siguen sin cumplirse, por lo que la coalición comenzó a desintegrarse.
Barrow despidió a uno de sus socios clave de la coalición, Mai Fatty, en noviembre pasado.
Poco después, dos líderes políticos importantes dentro del gobierno de unidad, Omar Jallow y Halifa Sallah, hicieron una declaración pública instando a Barrow a renunciar después de tres años, aunque Barrow ahora insiste en que esto será decidido por el pueblo de Gambia.
Mientras tanto, las partes interesadas de la coalición así como el pueblo de Gambia están divididos en cuanto a si Barrow debería cumplir tres años o los cinco constitucionalmente obligatorios.
Kemo Bojang, un activista juvenil, está de acuerdo en que las reformas fueron "demasiado lentas", pero argumentó que las probabilidades estaban en contra de la administración de Barrow, ya que "heredó un sistema quebrantado".
Desde que llegó al poder, uno de los logros notables de Barrow fue recortar el gasto público para mantener la deuda del país a un mínimo bajo.
Sidi Sanneh, un economista y analista de asuntos gambianos radicado en Estados Unidos, dijo que a pesar de los desacuerdos "esperados" dentro de su coalición, Barrow ha "cumplido sus promesas de abrir el espacio democrático".
"Barrow ha sido lento en las reformas legales e institucionales. Personalmente, creo que las prioridades están fuera de lugar", agregó.
"Parece que valoran u otorgan más importancia a los proyectos de desarrollo que las reformas institucionales y legales, y estas dos últimas que son requisitos necesarios para atraer inversiones extranjeras", afirmó Sanneh.
Sin embargo, Hassoum Ceesay, el principal historiador y conservador del Museo Nacional en Banjul, dijo que a pesar de los desacuerdos entre los actores políticos, la toma de posesión de Barrow, que puso fin a más de dos décadas del gobierno de Jammeh, marca el momento más importante desde la independencia.
"El nuevo gobierno simboliza lo que nuestros padres fundadores lucharon en la independencia, que era el estado de derecho, la libertad y la independencia", expresó Hassoum a la Agencia Anadolu.
Independencia
Barrow hará el discurso del Día de la Independencia a los gambianos en la capital, Banjul, este domingo por primera vez desde su posesión.
Cuando obtuvo la independencia, en 1965, Gambia era un país en dificultades con una esperanza de vida de 30 años, dos hospitales, ninguna red vial, una escuela secundaria y ninguna infraestructura para la gobernanza básica.
Aunque todavía depende mucho de la ayuda, con el 48% del país viviendo en el nivel de pobreza, Hassoum dijo que el "éxito desde la independencia hasta el momento es fenomenal, porque hay que medirlo con lo que era antes".
Sin embargo, el analista Ceesay cree que el país podría haberlo hecho mejor.
"Además de construir un Estado débil, no hemos erigido un Estado democrático que pueda responder a las necesidades de nuestra propia gente durante 53 años, y eso es realmente desafortunado”, dijo Ceesay.
"No creo que el legado colonial sea una excusa, porque hay pueblos que se encontraban en situaciones similares a nosotros en la independencia y hoy su producto interno bruto es 30 a 40 veces más alto que el nuestro, como las Coreas o Singapur", añadió.
Pero Sanneh, que era un funcionario del primer líder del país, Dawda Kairaba Jawara, dijo que el golpe de 1994 que llevó a Jammeh al poder fue lo que retrasó el crecimiento de Gambia.
*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota. El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.