Los intentos golpistas de EAU en el Magreb han fracasado

Emiratos Árabes Unidos (EAU) se encuentra sumergida en una lucha de poder que apoya “antirevoluciones” en países como Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania a raíz de su incomodidad por los resultados de la primavera árabe. Por el momento, solo la administración somalí se encuentra bajo la influencia de EAU.

Abu Dabi ha centrado sus recursos principalmente en Egipto, Yemen y Libia, mientras que en los países del Magreb, una geografía bastante lejana al país del Golfo Pérsico, intenta impedir que los movimientos islámicos lleguen al poder sirviéndose de su influencia en la economía, la política y la prensa.

Túnez

El partido tunecino de corte islámico, Ennahdha, salió como primer partido de las primeras elecciones democráticas celebradas tras la renuncia del expresidente de Túnez, Zine El Abidine Ben Ali, el 14 de enero de 2011, superando en escaños a todos los partidos apoyados por EAU.

El candidato presidencial apoyado por EAU, Nabil Karoui, perdió las elecciones presidenciales de 2019 frente al candidato independiente a favor de la revolución de la primavera árabe, Kais Saied.

A raíz de estos fracasos, EAU puso en marcha toda su maquinaria propagandística y de influencia sobre los medios de comunicación y redes sociales para desprestigiar a Ennahdha y a todos los movimientos políticos a favor de la revolución.

El exministro del Interior, Lotfi Ibrahim, fue suspendido de su cargo luego de que la página web de noticias, Mond Afrique, revelase una reunión secreta entre este y la inteligencia emiratí en una isla tunecina en la que supuestamente se planificó un golpe de estado para borrar a Ennahdha del escenario político y convertirlo en el presidente del país.

Argelia

A pesar de las inversiones económicas de EAU en Argelia en diversos sectores, esta no ha desistido de su política exterior de no entrometerse en los asuntos internos de sus países vecinos y de intentar solucionar los problemas con ellos a través del diálogo y el acuerdo mutuo.

En este sentido, Argelia se negó a incluir a la Hermandad Musulmana en su lista de organizaciones terroristas y rechazó el embargo de algunos países árabes a Catar, así como el suministro de armas al general golpista libio, Jalifa Haftar. Esta postura suya hizo que se ganase la enemistad de la alianza entre EAU, Arabia Saudita y Egipto.

Marruecos

EAU posee inversiones importantes en Marruecos en diversos sectores, principalmente en el hostelero y las telecomunicaciones. Así mismo, Marruecos es uno de los destinos turísticos preferidos de los emiratíes, mientras que aproximadamente 13.000 marroquíes trabajan en EAU.

El apoyo de EAU a Marruecos también incluye ayuda financiera en forma de préstamos bancarios. No obstante, estas relaciones económicas no han impedido que las relaciones políticas entre ambos países se deteriorasen, sobre todo en los últimos años, a raíz de las guerras en Yemen y Libia y la crisis con Catar.

El año pasado Marruecos anunció su retirada de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita que interviene en el conflicto yemení, se declaró imparcial en la crisis con Catar y reconoció al Gobierno legítimo de Trípoli, rechazando apoyar a Haftar.

Cabe resaltar que la posición de embajador de Marruecos en Abu Dabi quedó bacante durante un año. La prensa incluso llegó a decir que Rabat había reducido su nivel de representación en el país del Golfo.

Mauritania

Al contrario de Argelia y Libia, Mauritania no tiene una de las mayores reservas del mundo de hidrocarburos, ni tampoco ingresos del turismo como los de Marruecos o Túnez.

Así pues, EAU se ha aprovechado de esta debilidad para firmar una serie de acuerdos bilaterales con Mauritania, entre ellos acuerdos en materia de cooperación militar y técnica, a cambio de un préstamo de USD 2.000 millones.

Mientras EAU continúa con su lucha de poder, se puede decir que en Túnez el eje a favor de la revolución ha ganado. El peso político, económico y militar de Argelia hace que sea un trago difícil para EAU. La administración en Rabat intenta enfrentarse al desafío de EAU con una postura independiente. A Mauritania le esperan tiempos difíciles.

*Traducido por Daniel Gallego.