Por María Paula Triviño

Antes de que termine abril y a más de 18 meses de que los estadounidenses elijan al sucesor de Donald Trump, la baraja de candidatos demócratas parece la alineación de un nuevo partido político.

19 aspirantes demócratas de los cuales seis son mujeres (una cifra nunca antes vista) tienen todo el año para reunir el apoyo suficiente y lograr una nominación del partido para las primarias Demócratas del próximo mes de febrero.

Según CNN y Reuters Joe Biden, el vicepresidente de la era Barack Obama, se convertiría en el precandidato número 20 y anunciaría su campaña presidencial a través de un video online este jueves.

Biden, de 77 años, hará su primer evento de campaña en Pittsburgh el próximo lunes y se espera que, desde esta semana, se convierta en uno de los contendientes más fuertes en la carrera por la Casa Blanca, a pesar de haberse lanzado dos veces sin éxito a la presidencia y de tener encima algunas acusaciones de mujeres por supuestos comportamientos inapropiados.

Pese a que los candidatos suman experiencia suficiente para competir por el cargo, ninguno la tendrá fácil con Donald Trump de por medio. Según el último informe de la Comisión Federal Electoral publicado el 15 de abril, Trump ha logrado reunir más de USD 30 millones en lo que va corrido de 2019 para hacer campaña y reelegirse.

¿Quiénes son los aspirantes demócratas de los que más se habla hoy?

No yo. Nosotros.

Ese es el eslogan con el que Bernie Sanders, un viejo animal político que se ha relacionado más con el ala izquierda del partido, espera unir a los estadounidenses para vencer a los que considera sus mayores rivales: Donald Trump y la clase multimillonaria.

Aunque tiene 77 años, Bernie tocó las fibras de los votantes más jóvenes durante las primarias Demócratas de 2016 que perdió contra Hillary Clinton, y desde ese momento, sus posturas progresistas como universidad gratuita y seguro médico universal le han permitido estar en el centro del debate nacional.

Pese a que ha acusado a Trump de generar odio entre los migrantes, estuvo de acuerdo con él en que un país con fronteras abiertas atraería a más pobres de todo el mundo.

La ‘Pocahontas’ de Trump

Con 69 años, la profesora de Harvard y senadora por Massachusetts desde 2013, Elizabeth Warren, es una verdadera defensora de los derechos de los consumidores. Su primera lucha en el Senado fue por las víctimas de la burbuja inmobiliaria de 2008 y ha construido una reputación denunciando los excesos de Wall Street y pidiendo mayores impuestos a los multimillonarios.

Warren ha presentado un ambicioso plan educativo para cancelar la deuda estudiantil de millones de estadounidenses. Propuestas muy parecidas a las de Sanders.

Trump se refiere a ella como ‘Pocahontas’, ya que Warren ha defendido su herencia nativa-americana. Ella, mientras tanto, es una de las mayores partidarias de realizarle un impeachment al mandatario por supuesta obstrucción de la justicia durante la investigación por colusión rusa en la campaña presidencial de 2016.

El hombre de El Paso

Haber nacido en una comunidad ubicada en toda la frontera de Estados Unidos con México le permite a Beto O’Rourke conocer de primera mano las necesidades de muchos votantes migrantes y otros que están cansados de las campañas xenófobas.

En febrero, mientras Trump recorría El Paso buscando apoyo para su muro, O’Rourke pronunció un discurso donde reconoció que allí “en la comunidad binacional más grande del hemisferio occidental, dos millones y medio de personas, dos países, hablando dos idiomas, con dos historias diferentes, nos hemos unido y formado algo mucho más grande y más poderoso que la suma de nuestras partes”.

Este texano de 46 años, habla español y se dio a conocer especialmente cuando perdió su campaña al Senado en 2018 contra el republicano Ted Cruz. El 30 de marzo, el día que lanzó su candidatura a la presidencia, logró recaudar a través de mensajes de texto USD 6 millones de dólares en las primeras 24 horas; un apoyo virtual que no se había visto antes.

Aunque su experiencia en el Congreso es corta, O’Rourke tiene propuestas a favor de temas álgidos como mayor control de armas, el fortalecimiento de los sindicatos y el fin de la prohibición del consumo de la marihuana.

Una mujer de leyes

Kamala Harris también ha pedido en reiteradas ocasiones un impeachment en contra de Trump y sus razones son bien justificadas por su historial litigante: fue fiscal general del estado de California durante seis años.

Es hija de una científica india que emigró a EEUU desde Chennai, al sur de India, y de un jamaicano profesor de economía de la Universidad de Stanford. Para Kamala Harris, sus padres siempre han sido verdaderos activistas de los derechos civiles.

Esta abogada de 54 años que nació en Oakland respalda el Medicare o seguro médico universal, la legalización de la marihuana recreativa, la reducción de impuestos para la clase media y el aumento para las corporaciones y los multimillonarios.

Asimismo, aprueba la Ley Dream, que le daría ciudadanía estadounidense a todos los migrantes que llegaron al país siendo menores de edad.

Su mayor reto: hacerse conocer entre los votantes más tradicionales de todo el país.

Obama junior

El exalcalde de Newark, Nueva Jersey, Cory Booker, es conocido como un buen orador y un gran tuitero. Desde 2013 es senador por Nueva Jersey y su nombre ha circulado desde hace varios años para la presidencia, a pesar de tener solo 49 años. Incluso, en 2016 Hillary Clinton lo contempló como compañero de fórmula.

Booker es muchas veces comparado con Obama por su forma limpia y carismática de hacer política. Durante el juicio por conducta sexual inapropiada contra Brett Kavanaugh, que hoy es juez del Tribunal Supremo, Booker llegó a publicar documentos confidenciales para demostrar cómo Kavanaugh había influenciado en la elección de jueces polémicos de la época y su petición de defender los derechos de las víctimas en el juicio hizo retumbar su nombre entre la opinión pública.

Este abogado de la escuela de leyes de Yale es un fuerte crítico de la política migratoria de Trump, un defensor de los derechos de la comunidad LGBTI y de la necesidad de fortalecer las leyes contra la injusticia ambiental para las comunidades de color, indígenas y de bajos ingresos.