Los astronautas: aquellos que experimentan lo contrario de mirar al espacio desde la Tierra
La mayor diversión de los astronautas en el espacio es deslizarse en el vacío. Aunque las personas no pueden describir mentalmente cómo se sentiría actuar en un entorno así, los astronautas experimentan esta experiencia en persona.

ANKARA
Yamazaki Naoko, la segunda mujer astronauta de Japón, dice que su sueño de convertirse en astronauta comenzó con las series anime de ciencia ficción Star Wars y Star Trek cuando era niña.
Su primera misión en la Estación Espacial Internacional (ISS) fue en 2010, y en 2011 se retiró de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) luego de haber pasado un total de 15 días, 2 horas y 47 minutos en el espacio.
En declaraciones a la Agencia Anadolu (AA), Yamazaki cuenta que cuando era niña se interesó por las estrellas y trató de aprender sobre el espacio observándolas.
“No podría soñar con ser astronauta. Cuando tenía 15 años se seleccionaron los primeros tres astronautas japoneses y se envió la nave espacial. Fue televisado en vivo en Japón y vi el lanzamiento de la nave espacial. Estaba muy emocionada y soñé con convertirme en astronauta en ese momento”, relata.
Yamazaki se postuló por primera vez al programa de astronautas en 1996, pero fue eliminada por falta de experiencia laboral. Sin embargo, fue aceptada en el programa de astronautas en su segundo intento en 1999.
La exastronauta explica que después de completar su entrenamiento básico en Japón en 2001, primero estudió durante un año en Rusia para convertirse en ingeniera de vuelo en la nave espacial rusa Soyuz.
El astronauta de la NASA Edward Michael Fincke pasó un total de 381 días, 15 horas y 11 minutos en el espacio y afirma que ser astronauta es el trabajo de sus sueños y que lleva haciendo este trabajo desde hace 27 años.
Fincke dice que, en 1969, cuando sólo tenía dos años, vio en la televisión gente caminando sobre la luna.
El astronauta recuerda que las misiones a la Luna duraron hasta 1972 y que las vio en su infancia. “Pensé que parecía muy interesante, divertido. Toda mi vida pensé en ser astronauta. Desde que aprendí a leer, leí para saber todo sobre el espacio”.
Yamazaki se sorprendió mucho cuando vio la Tierra desde el espacio por primera vez, parecía muy activa y dinámica, “pero también parecía muy frágil porque la capa de la atmósfera era tan delgada como el papel. El mundo es dinámico y poderoso, pero también muy frágil”.
La exastronauta japonesa indica que la Tierra tiene un lugar muy especial en el universo y subraya la necesidad de proteger el planeta.
Según Yamazaki, la exploración espacial no sólo mejora el conocimiento de la humanidad sobre el espacio, sino que también contribuye a su comprensión de la Tierra. “Mirar desde el espacio profundiza nuestra comprensión de nuestro planeta, por lo que la exploración espacial aumentará nuestras posibilidades de proteger la Tierra”.
Yamazaki recuenta que fueron al espacio en ocho minutos y 30 segundos y que sintió el poder de los seres humanos y de la naturaleza al mismo tiempo cuando miró la Tierra por primera vez.
“En ese momento estaba viendo la Tierra sobre mi cabeza, dependiendo de la posición de la nave espacial. Estaba muy sorprendida. Pensé a qué altura miraría la Tierra, pero sucedió todo lo contrario, yo estaba abajo y la Tierra arriba. Era un entorno de gravedad cero y no había ni arriba ni abajo. La Tierra brillaba de color azul con la luz del Sol. Los océanos y las grandes multitudes parecían muy dinámicos y sentí el poder de la naturaleza. 45 minutos después, vi la parte oscura de la Tierra a la sombra del Sol. Esta vez pude ver las luces de las ciudades. Me di cuenta de que este es el poder de la humanidad y de nuestra civilización. Si podemos reunir nuestras fuerzas, podremos alcanzar metas mayores”.
Dos astronautas diferentes, que crecieron en diferentes disciplinas, pertenecen a diferentes razas, tienen diferentes idiomas y tienen diferentes dinámicas culturales, tienen casi las mismas concepciones del mundo y de la civilización después de ir al espacio. Compartiendo los mismos sueños, Yamazaki de Japón y Fincke de Estados Unidos tuvieron casi los mismos sentimientos cuando fueron por primera vez al espacio.
Fincke recalca que llegaron al espacio en nueve minutos después del lanzamiento del cohete Soyuz y que ver la Tierra desde el espacio por primera vez fue muy emotivo, emocionante y maravilloso. “Era la sensación de tener un sueño hecho realidad. También era la sensación de que teníamos este hermoso planeta. Fue realmente ‘impresionante’, estaba muy emocionado”.
Fincke dice que además de la suya también observó la expresión facial de Andre Kuipers, el astronauta holandés que volaba en la misma misión, cuando vio la Tierra por primera vez desde el espacio y cuando sus sueños se hicieron realidad, ver que su felicidad era más hermosa que su propia felicidad.
El astronauta estadounidense, quien realizó nueve caminatas espaciales, afirma que terminaron la misión temprano durante una de las caminatas espaciales rusas y que todavía tenían suficiente oxígeno para permanecer afuera. De manera que el Centro de Control de Misión les pidió que tomaran una foto del módulo.
“Mi amigo Yuri y yo tomamos fotografías lo mejor que pudimos. Después oscureció. Habíamos llegado al lado oscuro de la Tierra y ya no podíamos tomar fotografías. El Centro de Control de Misión en Moscú dijo que no podíamos hacer nada más que esperar y disfrutar de la vista. Estábamos cruzando el lado oscuro de la Tierra y podíamos ver el universo sobre nuestras cabezas. Era hermoso, todas las estrellas estaban ahí. Cuando miré hacia abajo pude ver Egipto, el Nilo y desde allí el Mediterráneo y Türkiye. Esto es algo que nunca olvidaré”.
La mayor diversión de los astronautas en el espacio es deslizarse en el vacío de la gravedad y el espacio exterior. Aunque las personas no pueden describir mentalmente cómo se sentiría actuar en un entorno así, los astronautas experimentan esta experiencia en persona.
Yamazaki afirma que disfrutaba mucho del entorno de gravedad cero “porque podría ser libre, estaba flotando. El interior de la Estación Espacial Internacional no es muy grande. Fui paciente y muy relajada. Puedo definir al astronauta como una profesión que tiene muchos potencialidades y posibilidades. También se le puede llamar revelar su potencial y posibilidades”.
Según Yamazaki, el 90% de la educación que se recibe en la Tierra trata sobre cómo afrontar situaciones inesperadas. En este contexto, Yamazaki y su equipo vivieron esta experiencia antes de poder llegar a la Estación Espacial Internacional, cuando el sistema de radar de su nave espacial falló. Como la tripulación no podía medir la distancia y la velocidad hasta el destino, intentaron encontrar el camino utilizando métodos tradicionales, es decir, las estrellas.
Fincke también compartió su recuerdo del problema que experimentó, afirmando que salió con su compañero astronauta ruso Gennady Padalka durante su primera caminata espacial y que no quedó nadie en la Estación Espacial Internacional.
“Era mi primera vez y fue muy emocionante. Cuando miré el traje espacial, vi que el oxígeno estaba bajo, pero tuvieron que pasar entre 8 y 10 horas para mí y se estaba acabando muy rápidamente. Debía haber alguna fuga en alguna parte, pero no entré en pánico, revisé mi sistema y todo estaba bien. El testigo tampoco estaba encendido. Me moví para regresar al interior y pude comunicarme con el Centro de Control de Misión Ruso. Dijeron que algo andaba mal con mi traje espacial. Me asusté un poco, pero no fue gran cosa. Cuando regresé a la estación me di cuenta de que el problema era la cubierta pegajosa de mi traje y lo arreglamos. Pudimos completar la misión cuando salimos nuevamente unos días después”.
*Traducido por Daniel Gallego.
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