Libia, un país aún dividido por luchas políticas y nuevas guerras
A pesar de los esfuerzos de la ONU en promover la reconciliación, Libia sigue dividida entre los bandos de poder.

Libyan
Siete años después de la muerte del líder libio Muammar Gaddafi, el país sigue plagado de disputas y conflictos, y la ONU lucha por mediar entre los rivales políticos que disputan el poder.
Libia ha estado en un estado de confusión desde que una sangrienta rebelión a principios de 2011 -que formaba parte de los levantamientos de la llamada "Primavera Árabe" en ese país africano- terminó con la abrupta expulsión y posterior muerte Gaddafi, después de cuatro décadas en el poder.
Un país dividido
Actualmente, dos bandos rivales compiten por la supremacía: un gobierno de unidad nacional, reconocido internacionalmente con sede en Trípoli, y un gobierno "interino" apoyado por una asamblea legislativa con sede en la ciudad oriental de Tobruk.
Dirigida por el primer ministro Fayez al-Sarraj, el gobierno ubicado en Trípoli fue establecido a inicios de 2016 como resultado de un acuerdo firmado en la ciudad marroquí de Sjirat entre el gobierno de Tobruk y el Congreso Nacional General (GNC, por sus siglas en inglés).
El GNC, ahora disuelto, sirvió como la primera Asamblea Legislativa posterior a Gaddafi. Con sus miembros elegidos por voto popular en julio de 2012, el GNC asumió el poder de un gobierno de transición un mes después.
El GNC fue formalmente disuelto a medios de 2014.
El segundo gobierno libio - con sede en la ciudad nororiental de Al-Bayda, cerca de Tobruk y dirigido por el primer ministro Abdullah al-Thinni, está aliado con Khalifa Haftar, que fue designado "comandante del ejército" por la asamblea de Tobruk en 2015.
Ferozmente opuesto a la corriente política de inclinación islámica del país, se dice que Haftar goza del apoyo de los vecinos Egipto y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Esfuerzos de paz
A fines del año pasado, en el marco de una reunión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el enviado de la ONU a Libia, Ghasan Salame, dio a conocer una versión actualizada de una “plan de acción" político para el futuro de Libia, cuyo primer borrador se propuso en las conversaciones de Sjirat.
El plan llama a elecciones presidenciales y parlamentarias dentro de un año y – eventualmente- a tener un referendo para la nueva constitución.
"El plan de acción no fue diseñado por mí, sino por los libios", dijo Salame quien citó: "Quieren un proceso inclusivo; un camino a seguir que define claramente las etapas y los objetivos ".
En los meses que siguieron, Salame recorrió Libia para promover su plan, haciendo escalas en Trípoli, Bengasi y Misurata.
Mientras tanto, París, en un esfuerzo por romper el atasco, organizó una conferencia internacional en mayo a la que asistieron Al-Sarraj, Haftar y Aguila Saleh (presidente de la asamblea de Tobruk), y una serie de otros funcionarios libios.
Al evento también asistieron representantes de 19 países, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Turquía, Argelia, Marruecos, Egipto, Túnez, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Kuwait.
La conferencia concluyó con un comunicado final, conocido como la "Declaración de París", en la que los grupos políticos rivales de Libia acordaron, al menos en principio, establecer un marco político con miras a celebrar elecciones en diciembre de este año.
El documento de ocho puntos también exigía la unificación del banco central de Libia, el establecimiento de un ejército nacional unificado y la adopción de nuevas leyes electorales.
Conflicto en curso
Sin embargo, más de tres meses después de la Declaración de París, los dos principales grupos políticos de Libia siguen en conflicto.
Las fuerzas de Haftar, que luchan en nombre del gobierno de Al-Bayda, controlan actualmente la parte oriental del país, incluidos Tobruk, Bengasi y Derna.
En junio, las fuerzas de Haftar retomaron las ciudades ricas en petróleo de Sidra y Ras Lanuf, después de que las fuerzas lideradas por Ibrahim Jadhran, excomandante de la Guardia de Defensa del Petróleo de Libia, las capturaran brevemente.
Contando con un estimado del 80 por ciento de la producción total de petróleo de Libia, el estrecho del petróleo se extiende desde Ras Lanuf en el este hasta la ciudad de Sirte, en el centro-norte, y hasta el distrito de Jufra, en el sur.
Mientras tanto, las fuerzas leales al gobierno de unidad con base en Trípoli, incluidas las Brigadas de Misrata y algunas milicias tuareg, siguen controlando la mayoría de las regiones del oeste y noroeste del país.
El GNC, mientras tanto, junto con el Gobierno de Salvación Nacional afiliado, liderado por Khalif al-Ghawil, todavía mantiene una presencia militar limitada en Trípoli a pesar del vencimiento de su mandato en 2014.
*Juan Felipe Vélez contribuyó con la redacción de esta nota.