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Las medidas que tomó Bolivia para realizar su elección de presidente en medio de la pandemia

Las autoridades incrementaron el número de recintos electorales en zonas densamente pobladas, y ordenaron la ampliación del horario de votación, medidas de distanciamiento físico en las filas y el uso obligatorio de máscaras médicas.

Patricia Cusicanqui  | 17.10.2020 - Actualızacıón : 19.10.2020
Las medidas que tomó Bolivia para realizar su elección de presidente en medio de la pandemia Debate presidencial antes de las elecciones generales de Bolivia del 18 de octubre de 2018. (Marcelo Pérez del Carpio - Agencia Anadolu)

Bolivia

Las elecciones generales que se celebran este domingo en Bolivia son extraordinarias en diversos sentidos. A la crisis política y económica que marcan el contexto de este proceso se suma la crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus (COVID-19), lo que ha llevado al máximo organismo electoral a diseñar un protocolo de medidas de seguridad sanitaria de estricto cumplimiento.

De acuerdo con la normativa, las claves para la votación segura son cuatro: el incremento del número de recintos electorales en zonas densamente pobladas; la ampliación del horario de votación, de ocho a nueve horas continuas; el distanciamiento físico de al menos un metro y medio mientras se forman las filas para sufragar, y la obligatoriedad de que los electores usen máscaras médicas y desinfectante y, en lo posible, que lleven consigo su propio lapicero para marcar su voto en la papeleta.

Con la aplicación de estas medidas, tanto el Tribunal Supremo Electoral (TSE) como el Gobierno esperan evitar la propagación del virus tras los comicios. Para ello, cuentan con el apoyo de los nueve gobiernos regionales y de los municipales, en especial de los más poblados.

El TSE busca “precautelar el derecho a la salud de los bolivianos y, de manera simultánea, avanzar en el ejercicio de los derechos políticos, a través de una elección indispensable para el régimen democrático del país”, manifestó a la prensa el presidente del órgano electoral, Salvador Romero.

El reporte oficial de casos del nuevo coronavirus en Bolivia da cuenta de 139.319 confirmados, de los que 27.413 se mantienen activos. Desde el primer registro en el territorio nacional, en marzo de este año, el país ha tenido que lamentar 8.407 decesos. La Paz, el departamento sede de Gobierno, y Santa Cruz, en la próspera región oriental, acumulan el mayor número de positivos, pero preocupa también el avance de la enfermedad en la ciudad de Tarija, en el extremo sur del territorio. 

En los últimos días, tanto Santa Cruz como Tarija reportaron un llamativo incremento de contagios. La ministra de Salud, Eidy Roca, lo atribuyó a las concentraciones para los cierres de campaña política, pese a que este tipo de actividades están prohibidas. “Esta es una señal de alarma para tomar medidas inmediatas, debemos evitar este descontrol generado por la coyuntura electoral", sostuvo.

Bolivia es uno de los seis países de América que ha tenido que adaptar o modificar su cronograma electoral por la COVID-19. Los comicios estaban programados para el pasado 3 de mayo, y el TSE acordó con las organizaciones políticas que el proceso se desarrollaría el 6 de septiembre, pero debido a que la curva de casos iba en ascenso, finalmente optó por este 18 de octubre, lo que no estuvo exento del descontento de varios actores y organizaciones políticas. 

Ver también: ¿Quiénes son los candidatos presidenciales en Bolivia y cuál es el ambiente previo a las elecciones?

Uno de los principales candidatos a la presidencia de Bolivia es Luis Arce quien pertenece al Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP). Es economista y ha sido calificado como el heredero de Evo Morales.

Arce, de 56 años, se desempeñó como ministro de Hacienda y de Economía y Finanzas Públicas durante el Gobierno de Evo Morales.

La lista de candidatos incluye al expresidente Carlos Mesa que representa al partido que se define como de centroizquierda, Comunidad Ciudadana. El exmandatario, de 67 años, es un periodista e historiador nacido en La Paz.

En 2002 fue vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario que renunció en 2003 lo que causó que Mesa ocupara la presidencia durante dos años, hasta que tuvo que dimitir en 2005 al no contar con suficiente apoyo parlamentario.

Luis Fernando Camacho, de 41 años, es otro de los candidatos. Fue presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y lideró las protestas en Bolivia después de las acusaciones de fraude en las elecciones generales de 2019.

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