Las implicaciones del retiro de EEUU de Siria
Los funcionarios turcos se preguntan si, después de retirarse, Estados Unidos también recuperará el equipo brindado al grupo terrorista del YPG/PKK.

ANKARA, Turquía
El Ejército de Estados Unidos que tiene presencia en 18 posiciones en toda Siria, ha brindado al grupo terrorista del YPG/PKK cantidades significativas de armas y municiones durante los últimos dos años.
Aunque Washington acaba de anunciar sus planes para retirar todas sus tropas del país, aún no está claro si planea o no recuperar todo su equipo.
Durante los primeros tres años del conflicto, la política de Washington sobre Siria se ha basado en la exigencia del entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de que dimita el líder sirio Bashar al Assad. Se han impuesto sanciones económicas al régimen y con frecuencia se han hecho advertencias de cruzar “líneas rojas”.
Obama, por ejemplo, dijo que el uso de armas químicas por parte del régimen podría llevar a una intervención militar. Pero en agosto de 2013, se comprobó que sus palabras fueron en vano cuando no actuó después de que más de 400 civiles murieron en Guta Oriental, un suburbio de Damasco.
La intervención de Estados Unidos en Siria comenzó con ataques aéreos contra el grupo terrorista Daesh hasta septiembre de 2014. En vista de la creciente amenaza que representaba Daesh en ese momento, Estados Unidos usó a los terroristas del YPG/PKK como su principal fuerza de combate sobre el terreno.
Con el apoyo aéreo de Washington, el grupo terrorista se apoderó de Kobane en enero y de Tell Abyad en junio de 2015 después de expulsar a los terroristas de Daesh de la región.
A pesar de las advertencias de Ankara, el Ejército de Estados Unidos utilizó todos los medios a su disposición para ayudar al YPG/PKK a expandir su influencia. A finales de 2015, el grupo terrorista se había trasladado a la orilla occidental del río Éufrates.
Entre tanto, Estados Unidos empezó a construir una base aérea en el distrito de Rumeilan, en el nororiente de la provincia de Hasaka en Siria.
Para abril de 2016, se enviaban suministros militares por aire (por medio de la base aérea en Hasaka), y por tierra (desde Irak). Estos vehículos y armas pesadas, que incluían municiones antitanques, permitieron a los terroristas del YPG/PKK capturar aproximadamente un tercio del territorio del país en un período de dos años.
Los funcionarios de Estados Unidos les dijeron repetidamente a sus homólogos turcos que reclamarían las armas del YPG/PKK una vez que se eliminara la amenaza Daesh.
Con Estados Unidos afirmando previamente que su relación con el YPG/PKK era meramente “táctica”, los funcionarios turcos ahora se preguntan si Washington planea desarmar al grupo terrorista, en línea con las promesas anteriores, después de su decisión de retiro.
¿Presencia permanente?
Mientras tanto, la agenda a seguir de Washington para retirarse de Siria, sigue sin estar clara.
El miércoles, el Pentágono anunció que la retirada ya había comenzado, pero agregó que continuaría trabajando con sus “socios locales”.
Después de expulsar a Daesh de las provincias de Raqqa y Deir ez-Zour en Siria el año pasado, los Estados Unidos intensificaron los esfuerzos para construir bases militares en todo el país.
Actualmente, Estados Unidos opera 15 bases en Hasaka, Al Raqa , Manbij y Deir ez-Zour, mientras que otras dos están actualmente en construcción cerca del distrito Hajin de Deir ez-Zor (cerca de la planta petrolera de Al-Omar) y cerca de la ciudad de Qamishli en Hasaka.
Según algunas fuentes locales, la actividad de construcción sugiere que Estados Unidos planea mantener una presencia permanente en la región.
En particular, a finales de noviembre, el Ejército de Estados Unidos fortificó las áreas del norte de Siria a lo largo de la frontera de unos 100 kilómetros con la provincia de Sanliurfa, en el sur de Turquía.
En su campaña terrorista de más de 30 años contra Turquía, el PKK, catalogado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, ha sido responsable de la muerte de unas 40.000 personas, incluidas mujeres y niños.
Siria acaba de comenzar a emerger de una devastadora guerra civil que comenzó en 2011. Desde entonces, cientos de miles de personas han muerto en el conflicto y millones más han sido desplazadas, según la ONU.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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