Las heridas aún abiertas de los mexicanos por los terremotos de 1985 y 2017
Este jueves se llevó a cabo un macrosimulacro nacional con actividades coordinadas por Protección Civil y por la sociedad civil en conmemoración de las víctimas de ambos sismos.

México
Por: Alejandro Melgoza Rocha
Minutos antes de las 10 de la mañana de este 19 de septiembre en el hospital oficial de Ginecología-Obstetricia No. 4 al sur de Ciudad de México, había varias personas a la espera de noticias sobre el estado de salud de sus familiares.
Pero en las ventanillas las trabajadoras dejaron de dar informes, pues estaban a la expectativa del macrosimulacro que se realizó este jueves en conmemoración de las víctimas de los terremotos de 1985 y de 2017, ambos ocurridos el mismo día: un 19 de septiembre.
Los sismos dejaron más de dos centenares de muertos, el más reciente, y más de tres mil el de 1985, en cuya memoria fue izada la bandera de México desde las 7:00 a.m. de este jueves.
Todo permanecía en calma hasta que de pronto sonaron grandes altavoces en toda la ciudad: "¡Alerta sísmica, alerta sísmica!". Las enfermeras, médicos y demás personal comenzaron a salir por una de las puertas de cristal. Enseguida les pidieron a todos los que estaban en el hospital que también salieran con calma.
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Ahí, junto a las rejas, sobre el piso, había un círculo pintado de verde con señales de “zona segura”, a donde llegaron mujeres adultas, mayores, señores, jóvenes y personal del hospital. A pesar de que era un simulacro, el sonido de los altavoces recrudeció el rostro de algunos de ellos, posiblemente por los recuerdos de los sismos que les tocó vivir.
Sara Mendoza, de 30 años, quien porta su bata blanca con el logotipo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dijo en entrevista con la Agencia Anadolu que ella estaba en el segundo piso del hospital cuando se presentó el terremoto de hace dos años.
“Ese día dejé unos expedientes clínicos y me acerqué a una paciente en un pabellón. Era en oncología, fui a saludarla, estaba con dos familiares y una enfermera que la estaba canalizando. De repente se escucha cómo suenan los vidrios de vitrinas de los medicamentos, se empieza a sentir el movimiento y una enfermera empezó a decir ‘repliéguense a la pared’. Se cayeron medicamentos, instrumental médico, vimos cómo bajaron a las mamás con sus bebés, bajaron por las escaleras, fue una histeria porque seguía temblando. Había mamás y familiares gritando, las puertas de emergencia estaban cerradas. Cuando pasó el temblor se seguía escuchando la alerta de la calle, pero adentro nunca sonó”, recuerda.
Mientras los helicópteros de Protección Civil sobrevuelan la zona, por el simulacro, la médica no puede contener las lágrimas y solo alcanza a decir que pensó que el edificio se le caería encima.
A lado se encuentra el Hospital General de Zona No. 8, donde las personas también fueron evacuadas durante el simulacro. En ese inmueble también se sintieron los estragos del sismo de hace un par de años. María Guadalupe, de 48 años, tiene el crudo recuerdo de lo que vivió.
Un poco nerviosa relata que el 19 de septiembre de 2017 le tocó cuidar a su nieto de ocho meses en el área de pediatría. Estaban en el cuarto piso cuando empezaron a sentir el movimiento. “En ese momento las enfermeras dijeron: ‘agarren a sus niños porque está temblando’”.
El pequeño estaba canalizado; dice que lo cobijó. Una enfermera corrió hacia ella y le ayudó para que salieran por las escaleras, junto a las otras siete mamás que estaban ahí.
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Guadalupe también llora al recordar. Desde esa fecha tiene ansiedad y estrés postraumático. En los últimos días no ha podido dormir, se siente mal, siente punzadas en el pecho y se le ha subido la presión. Al preguntarle sobre el sismo del 85 solo dice “no fue como este; el otro no lo sentí así”.
Hace dos años el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter dejó 219 personas fallecidas en Ciudad de México, así como 150 más en las entidades del Estado de México, Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas.
Durante esos días las principales calles de Ciudad de México se cubrieron de escombros, edificios en ruinas, pisos con gigantescas grietas, así como un olor a gas que rodeaba barrios enteros, algunos de ellos en llamas.
En total fueron 46 grandes estructuras las que cayeron; muchas de ellas se derrumbaron en 15 segundos. Los daños en la capital fueron valorados en más de USD 12.000 millones, según el SwissRe Institute, lo que desencadenó pérdidas globales de 337.000 millones de dólares.
Debido a que el epicentro fue en Puebla y Morelos, cerca de la capital, la potencia del sismo fue alta; los primeros estados afectados fueron los de Chiapas y Oaxaca, donde hubo 96 decesos y 14.000 casas destruidas.
El terremoto del 19 de octubre del 2017 ocurrió en medio de las ceremonias de memoria de las víctimas del 19 de octubre de 1985.
"Recuerdo que llevaba a mi hijo desnudo en brazos porque lo estaba bañando. La casa se movía de un lado a otro", rememora Guadalupe García, de 68 años, sobre el terremoto de 1985. Ese día fueron 3192 víctimas oficiales.
De acuerdo con el resultado del censo y de la validación de la Comisión para la Reconstrucción del Gobierno de Ciudad de México, hasta el momento se han aprobado 12.253 rehabilitaciones de viviendas: 9.049 casos para rehabilitar y 2.822 para reconstruir, de las cuales 6.908 ya han sido rehabilitadas y 1.721 reconstruidas.
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