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Las cuatro claves del exitoso modelo de vacunación en Chile que sobresale en Latinoamérica

Desde que inició su campaña de inmunización, el Gobierno chileno ha logrado administrar la primera dosis a más de 2 millones y medio de personas, una cifra que supera los registros en la región y que ha sido destacada en el mundo.

Andrea Aguilar Córdoba  | 18.02.2021 - Actualızacıón : 20.02.2021
Las cuatro claves del exitoso modelo de vacunación en Chile que sobresale en Latinoamérica La subsecretaria de Salud Pública de Chile, Paula Daza (centro), junto al ministro del Deporte, Andrés Otero (der), presentan el Centro Logístico de Vacunación, que cuenta con equipo de salud y 20 vacunatorios móviles para los municipios, en momentos de alta demanda en los puntos de inoculación, en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, el 11 de febrero de 2021. (Alejandra De Lucca/Ministerio de Salud de Chile - Cortesía - Agencia Anadolu).

Chile

Por: Andrea Aguilar Córdoba

El pasado 24 de diciembre Chile se convirtió en uno de los primeros países de América Latina en empezar a vacunar a su población contra la COVID-19. A un mes y medio del inicio de ese proceso, el balance no puede ser más prometedor. Más de 2 millones 320 mil personas ya han recibido la primera dosis de Pfizer o Sinovac, las dos vacunas aprobadas por el Instituto de Salud Pública.

La Agencia Anadolu conversó con miembros del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Vacunación (CAVEI) y con miembros de los grupos prioritarios que ya han sido vacunados, quienes revelan las cuatro claves del exitoso modelo de vacunación que ha convertido a Chile en un referente internacional.

Negociaciones tempranas

Desde el pasado mes de junio los científicos chilenos y el Gobierno de Sebastián Piñera se plantearon la necesidad de empezar a vacunar contra el coronavirus, tan pronto estuvieran los fármacos disponibles, con el fin de garantizar las dosis necesarias para inmunizar a su población.

“El Gobierno llamó a un consejo asesor de vacunas para que apoyara al ministerio de Ciencia y Tecnología en la identificación de las vacunas que estaban avanzado y en revisar ensayos clínicos y estudios preclínicos para avanzar en las negociaciones”, señala el doctor Miguel O’Ryan, infectólogo del Instituto Biomédico del a Universidad de Chile, y asesor del Comité.

Para Stephania Passalacqua, académica de la Universidad Austral, quien integra el comité para la estrategia de vacunas del ministerio de Ciencias, estas conversaciones tempranas fueron claves para garantizar el suministro de los inmunizadores.

Chile recibió el cargamento más grande de vacunas contra el COVID-19 procedentes de China

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, durante el arribo al país de un cargamento con dos millones de dosis de la vacuna china Sinovac, en Santiago de Chile, el 27 de enero de 2021. El país, además, ya tiene tres fármacos aprobados para combatir la COVID-19 y anunció que la vacunación masiva de su población comenzará en febrero. 

“Chile en eso fue muy astuto porque reconoció que no había ninguna fábrica productora de vacunas acá, por lo que íbamos a depender en la producción internacional. Se hicieron acercamientos muy temprano con una gran ventaja porque acá tenemos universidades muy prestigiosas donde hay investigadores importantes aportando en el proceso. Teníamos un vínculo económico por la solvencia que tiene el país, pero también uno científico por las alianzas que se generaron”, señaló Pasalaqua a la Agencia Anadolu.

O’Ryan agrega que se formó un comité triministerial que incluyó al Ministerio de Ciencia, al Ministerio de Salud y a la Cancillería, el cual también le aconsejó al ejecutivo participar de la iniciativa COVAX de la la Organización Mundial de la Salud (OMS), un cargamento que aún no han llegado a Chile pero que hace parte del arsenal de fármacos que tiene el país para los próximos meses.

Ensayos clínicos con las farmacéuticas

Chile tiene actualmente aprobadas con uso de emergencia las vacunas de Pfizer, AstraZeneca y Sinovac y está suministrando 9,94 por cada 100 habitantes, según datos del portal Our World in Data, de la Universidad de Oxford. Sin embargo, esta diversidad de fármacos fue también resultado de la estrategia para que el país fuera parte de los ensayos internacionales de estos laboratorios.

“Se definió la relevancia de hacer ensayos clínicos en Chile, como parte del aporte al desarrollo de vacunas y para establecer relaciones con los desarrolladores”, señaló a la Agencia Anadolu el doctor O’Ryan, quien lidera el ensayo de la vacuna de Janssen que dará sus resultados positivos en los próximos días.

Esta estrategia fue particularmente importante con el laboratorio chino Sinovac, porque parte de la negociación incluía que el Gobierno chileno ponía recursos propios en los ensayos clínicos y eso definía la posibilidad de demostrar que la vacuna era efectiva y segura, a cambio de provisión de dosis en condiciones favorables para el país.

“Fue clave que se haya negociado y que haya avanzado tanto Sinovac porque nos permitió tener millones de dosis mucho más rápido. Esperamos que ahora se sume Johnson & Johnson, además de Oxford, para tener disponibilidad de más dosis”, coincide la doctora Passalacqua.

La misma estrategia permitió avances en las negociaciones con otras farmacéuticas como Astrazeneca, Jansenn, Pfizer y Cansino.

Distribución nacional priorizada

El programa de distribución de las dosis de los fármacos contra el coronavirus se montó sobre la base del robusto sistema de vacunación existente en Chile, lo que permitió que las vacunas llegaran desde el extremo norte árido del país, hasta el extremo sur patagónico con más de 1.400 centros de vacunación apoyados por el Estado y con personal calificado en la aplicación de las dosis.

“Se priorizaron las regiones con mayores índices de casos activos. Una de las regiones era la más austral del sur, por lo tanto se necesitó de un despliegue policial para resguardar las vacunas. Históricamente Chile tiene un muy buen historial de vacunación alcanzando el 85% de la población. Eso es gracias a la atención primaria de salud y a que hay un equipo de enfermería muy importante en el país que comandó la distribución de las vacunas. Esto ya se había hecho para el sarampión y la influenza”, señala la académica de la Universidad Austral.

Comunicación efectiva

Otra de las claves del éxito del modelo chileno ha sido el ordenamiento que ha permitido la priorización de grupos y una buena comunicación a la población sobre el calendario de vacunación en el que la gente tiene claro cuándo le toca su vacuna y así poder ir al centro de vacunación más cercano a su vivienda.

Tras la vacunación del personal sanitario y de los adultos mayores, el Ministerio de Salud estableció un calendario que, hasta el mes de marzo, incluye a personas hasta los 65 años y a profesores.

“Yo fui con mi marido que le correspondía la vacuna por su edad, llegamos temprano, estaba todo muy bien organizado. Había distanciamiento social y hacían pasar de a cinco personas. Nos explicaron que la que nos colocarían era la vacuna china, que son dos dosis y que en 28 días más debíamos volver a vacunarnos idealmente en el mismo lugar”, cuenta a la Agencia Anadolu la profesora Patricia Ayala.

Su esposo, Hugo Reyes, de 67 años, recibió esta semana su primera dosis y coincide en la buena organización del proceso.“No tuve consecuencias negativas ni alteró mi quehacer diario. Me siento mucho más tranquilo. Espero que la gente tenga confianza en la vacuna. La atención fue muy buena”.

La meta del Gobierno de Sebastián Piñera es vacunar a cerca de 5 millones de personas antes del mes de marzo, y a toda la población objetivo, que son 15 millones antes del mes de junio. En las últimas jornadas se han vacunado en promedio 200 mil personas a diario, lo que ha permitido que un total de 2.513.126 personas ya hayan recibido la primera dosis, según cifras del Ministerio de Salud chileno.

En América Latina más de una decena de países ya han recibido los primeros lotes de vacuna, un proceso que aún no inicia en islas del Caribe como República Dominicana, Cuba y Haití y que tampoco llega a países centroamericanos como El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua. Ni a Paraguay o Uruguay. Sin embargo, en este último caso la pandemia fue controlada antes de que iniciara la vacunación a nivel mundial.

Los científicos chilenos concluyen que en estos momentos el mundo entero está siendo un laboratorio experimiental en el que la expectativa por generar la llamada inmunidad de rebaño pasa por sortear la aparición de las nuevas variantes y por evaluar cómo va a ser la vacunación de menores de edad, algo que podría suceder en el país en el segundo semestre de este año o a principios del 2022.

Ver también: Chile ha vacunado a casi 2,1 millones de habitantes contra la COVID-19.




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