CIUDAD DE GAZA, Palestina - ESTAMBUL

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advirtió este miércoles 25 de junio que los gazatíes enfrentan una grave crisis de agua que los amenaza con morir de sed, ya que los ataques israelíes y las restricciones de combustible han paralizado la infraestructura hídrica del enclave.

En un comunicado publicado en Facebook, UNRWA indicó que las familias en toda Gaza están "al borde de morir de sed", ya que los sistemas de agua han colapsado por los ataques israelíes continuos y por un bloqueo de combustible que comenzó en marzo.

"Solo el 40% de las instalaciones de producción de agua potable siguen funcionando", informó, y agregó que "Gaza está al borde de una sequía provocada por el hombre".

La organización añadió que su capacidad para suministrar agua se ha reducido a la mitad del volumen que se entregaba durante el último alto al fuego, que Israel abandonó a mediados de marzo. Atribuyó esta disminución a los bombardeos israelíes, a las órdenes de desplazamiento forzado y a la prohibición impuesta por las autoridades israelíes para el ingreso de combustible, la cual ha durado más de cien días.

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"La extracción de agua de los pozos se ha detenido por la falta de combustible. Otros pozos se encuentran en zonas peligrosas y de difícil acceso. Las tuberías están rotas y presentan fugas. Los camiones cisterna, en muchos casos, no logran llegar", señaló UNRWA, y pidió "un alto al fuego inmediato en Gaza".

El mes pasado, los municipios del enclave alertaron que ya no podían mantener los servicios básicos, entre ellos la operación de los pozos de agua, por la escasez de combustible.

De acuerdo con la oficina de medios del Gobierno de Gaza, las fuerzas israelíes han destruido o dejado inoperativos 719 pozos de agua desde octubre de 2023, lo cual ha provocado una crisis hídrica aguda.

Pedro Arrojo-Agudo, relator especial de la ONU sobre el Derecho Humano al Agua Potable y al Saneamiento, declaró el mes pasado que la destrucción de la infraestructura de agua en Gaza por parte de Israel y la negación del acceso a agua limpia equivalen a "una bomba silenciosa pero letal".

Gaza vive un desastre humanitario cada vez más grave desde que Israel cerró los cruces fronterizos el 2 de marzo, lo cual ha impedido el ingreso de alimentos, medicinas, ayuda humanitaria y combustible. Israel ha intensificado su genocidio en el enclave asediado.

El Ejército israelí ha ignorado los llamados internacionales a un alto al fuego y ha continuado una ofensiva brutal contra Gaza desde octubre de 2023, la cual ha dejado más de 56.000 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.