LONDRES 

La violencia en el norte de Kosovo debe ser condenada y sus perpetradores deben rendir cuentas, expresó este jueves 1 de junio el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.

Las declaraciones de Borrell se produjeron a las puertas de la II Cumbre de la Comunidad Política Europea, que reúne a los líderes de los países europeos del continente y los responsables de las instituciones de la UE en Bulboaca, Moldavia.

"Tenemos que insistir en que la violencia no es el camino", agregó el diplomático, al señalar que se reunió este miércoles con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y espera reunirse con el presidente serbio, Aleksandar Vucic.

"Todo el mundo tiene que intentar evitar cualquier tipo de escalada y movimientos descoordinados", subrayó Borrell.

Los manifestantes y las fuerzas de seguridad se enfrentan en los municipios dominados por los serbios del norte de Kosovo debido a la elección de alcaldes de etnia albanesa.

Los albaneses son el grupo étnico más grande de Kosovo, seguidos por los serbios, especialmente en el norte, cerca de la frontera con Serbia.

Al menos 30 soldados de la OTAN han resultado heridos en los enfrentamientos.

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Con respecto al ataque de Rusia contra Kiev de este jueves, en el que dos niños fueron asesinados, Borrell dijo que esta es otra señal de que "Rusia continúa atacando a la población civil en Ucrania".

"Espero que la presencia de tantos líderes aquí, muy cerca de Ucrania, a algunos kilómetros de la frontera, envíe un mensaje fuerte sobre la unidad de muchos, muchos Estados... sobre la defensa del orden internacional, sobre la defensa de los derechos de los pueblos, al defender la soberanía de los países”, agregó.

Indicó además que la estabilidad, la conectividad y la seguridad son las tres palabras clave de la cumbre desde el punto de vista de la construcción de una política de marco común para la UE.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.