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La situación de la pandemia en India podría tener repercusiones globales

El éxito indio en su lucha contra el coronavirus en un inicio estaba visto por algunos círculos del país como el comienzo de una nueva 'era de oro', debido a la exitosa diplomacia farmacéutica mediante el envío de medicamentos a otras naciones.

Dr. Duygu Çağla Bayram  | 28.05.2021 - Actualızacıón : 28.05.2021
La situación de la pandemia en India podría tener repercusiones globales A raíz del desbordante número de casos de COVID-19, en Ghaziabad, algunos pacientes con coronavirus son atendidos por la organización 'Khalsa Help International' dentro de un instituto educativo en las afueras de Nueva Delhi, India, el 26 de mayo de 2021. ( Amarjeet Kumar Singh - Agencia Anadolu )

Istanbul

Por: Duygu Cagla Bayram

Al principio, la pandemia de la COVID-19 en la India empezó a propagarse lentamente. La administración empezó a hablar de éxito a la hora de contener la pandemia hasta tal punto de posicionarse como líder mundial en la lucha contra la pandemia. La administración creía que podría aprovechar este éxito para hacerse un hueco en el escenario político mundial pospandémico.

Sin embargo, actualmente la India se encuentra entre los países más afectados por los efectos de la pandemia. Medidas preventivas holgadas, festivales públicos, mítines electorales, retrasos en las pruebas, diagnósticos y tratamiento, falta de materiales y medicamentos esenciales como camas de cuidado intensivo, cilindros de oxígeno, vitaminas y paracetamol han provocado el aumento repentino de las defunciones por el coronavirus.

Existen denuncias sobre medicamentos caducados, mientras que los cilindros de oxígeno se venden a precios desorbitantes en el mercado negro. Con las muertes alcanzando niveles récord, ya no queda espacio en los crematorios para enterrar o incinerar a los muertos. Varios pacientes son tratados en una sola cama debido a la escasez de estas en los centros sanitarios. El malestar público es tal que en las redes sociales los ciudadanos piden al Gobierno que deje de hablar de convertirse en “superpotencia en los próximos 50 años”.

El Gobierno declaró la victoria contra la COVID-19 luego de que el número de nuevos casos diarios descendiera a 20.000 en enero y febrero de este año de 90.000 en septiembre del año pasado, permitiendo la apertura de todos los lugares públicos. Esta decisión hizo que la gente descuidara las medidas preventivas. El primer ministro, Narendra Modi, empezó a participar en las campañas electorales locales de su partido dirigiéndose a multitudes, la mayoría sin máscaras médicas. Se permitió la celebración del festival Kumbhamela, el mayor del hinduismo, en marzo y abril de este año, con la participación de millones de personas, todas ellas congregadas en las orillas del río Ganges, ignorando las medidas preventivas salvo algunas excepciones.

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Expertos de la India señalan que el Gobierno anunció la victoria sobre la primera ola demasiado pronto y que no calculó la llegada de la segunda ola. Este fallo de cálculo causó escasez de camas, oxígeno y medicamentos. Aunque los oficiales alegan que la India produce suficiente oxígeno para cubrir la demanda, el problema yace en el transporte. Aunque tarde, el Gobierno ahora opera trenes especiales que llevan oxígeno de un estado a otro y ha prohibido el uso de oxígeno en la industria.

La pandemia ha sacado a la luz la falta de infraestructura y el déficit de coordinación en el sistema sanitario de la India. El presupuesto de Sanidad es muy bajo en comparación con muchos otros países. De hecho, los gastos en Sanidad de la India, tanto privados como públicos, representan alrededor del 3,6% de su producto interno bruto (PIB) durante los últimos seis años.

Mientras la oposición pide un cierre a nivel nacional, Modi y su Gobierno evitan a toda costa tomar semejante decisión por motivos económicos y argumentan que la cifra de casos está bajando. Sin embargo, no se debe olvidar que la desaceleración en los casos está directamente relacionada con la disminución en el número de pruebas realizadas a diario.

Las consecuencias económicas del cierre nacional continuo durante más de dos meses entre marzo y mayo del año pasado han sido graves. Entre abril y junio de 2020 la economía del país se redujo un 24% en comparación con el mismo período el año anterior. El Gobierno de Modi prevé que un nuevo cierre nacional volverá a tener graves consecuencias para la economía del país.

La India es el mayor productor mundial de vacunas, pero hoy se enfrenta a una tasa de vacunación bastante baja y también a una escasez de suministros. La India ocupa el tercer lugar después de China y Estados Unidos en términos de vacunación desde enero. Poco más del 10% de los 1.400 millones de habitantes recibieron la primera dosis de la vacuna y poco más del 3% ambas dosis.

India fue un actor importante en la iniciativa del Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo propósito es procurar vacunas a precios reducidos o gratuitamente a los países pobres que tienen dificultades a la hora de adquirir la vacuna o simplemente no tienen acceso a esta.

A principios de este año, la India donó vacunas a través del Covax a varios países, incluidos Guyana, Guatemala, Seychelles y Maldivas. Sin embargo, a pesar de su promesa de entregar 200 millones de dosis, el Instituto Indio del Suero entregó solo 28 millones de dosis de la vacuna de Oxford-AstraZeneca en marzo. A medida que la pandemia se convirtió en una crisis dentro del país, el suministro al Covax se interrumpió y el país tuvo que concentrarse principalmente en sus propios ciudadanos.

La gestión de Modi de la pandemia, sobre todo en la segunda ola, ha generado desconfianza y reacciones en su contra. Muchos ciudadanos exigen su dimisión por la pésima gestión de la segunda ola. De hecho, no es de extrañar que Modi perdiera las elecciones en el estado de Bengala Occidental, considerado de suma importancia para él. También perdió los estados de Kerala y Tamil Nadu, donde los casos del coronavirus y las tasas de mortalidad son muy altos.

India se queda sin espacio en los crematorios tras dramático aumento en el número de muertes por COVID-19

La fuerte crisis derivada del dramático aumento en el número de muertes por COVID-19 en India llevó a que los crematorios del país se quedaran sin espacio y a que se instalaran piras funerarias de forma improvisada. Según datos oficiales, el número total de contagios en el país superó los 19 millones, mientras que el número de muertos ascendió a 211.853. ( Amarjeet Kumar Singh - AA )

Hoy, la segunda ola se ha convertido en un completo caos en el país donde se observan aumentos repentinos de casos y altas tasas de mortalidad, así como escasez de medicamentos y suministros esenciales. Sin embargo, la India, la farmacia más grande del mundo, llevó a cabo una importante diplomacia farmacéutica el año pasado. Tanto es así que la hidroxicloroquina, un tipo de fármaco contra la malaria que se considera importante en el tratamiento del coronavirus, fue descrita como la "nueva arma de poder blando" del país en la lucha mundial contra la pandemia. La India exporta hidroxicloroquina a países del sur y sudeste asiático y a otros occidentales como Estados Unidos, España, Alemania y Brasil. También vende millones de tabletas de paracetamol a Reino Unido, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y muchos países africanos.

El éxito inicial de la India en su lucha contra la pandemia fue visto por algunos círculos del país como el comienzo de una nueva "era de oro" para el país por la exitosa diplomacia farmacéutica llevada a cabo mediante el envío de medicamentos a muchos países. Esto transformaría a la India en un centro de producción mundial y, lo que es más importante, en una "potencia mundial". El exsecretario de Relaciones Exteriores de la India, Vijay Gokhale, escribía las siguientes palabras en una carta con fecha del 25 de marzo de 2020: “La forma en la que la India lidia con la crisis no solo determinará el futuro de la COVID-19, sino que remodelará nuestro mundo. La forma en que manejemos esta crisis determinará nuestro lugar en el mundo del futuro, 1.300 millones de indios nos ganaremos el respeto del mundo y el país emergerá como un líder global”.

La OMS describe la variante india del coronavirus como una "preocupación global". Esta variante es altamente contagiosa y se ha extendido a más de 40 países. En realidad, se ha detectado en todos los continentes excepto la Antártida. Sin embargo, el aumento de mutaciones y la aparición de diversas variantes nuevas en diferentes partes del país durante los últimos meses ha causado una gran preocupación en todo el mundo y apunta a un riesgo global en la lucha contra la pandemia.

De hecho, a pesar de los esfuerzos de vacunación realizados en todo el planeta, se comenta que la situación en la India puede convertirse en una crisis mayor, provocando más oleadas en diferentes países y haciendo que la epidemia se convierta en un círculo vicioso que se repite durante mucho tiempo. Además, cuanto más se propague el virus, más inevitable será que este sufra mutaciones y cree variantes que puedan resistir a las vacunas existentes, por lo que es posible que otros países no puedan avanzar en la contención de la epidemia, según explican los expertos. Por una parte se espera que la India haga contribuciones importantes a los esfuerzos mundiales de vacunación, pero por otra tiene dificultades incluso para fabricar sus propias vacunas. Esto genera preocupaciones sobre si podrá satisfacer la demanda mundial de vacunas de los países de bajos ingresos a los que se ha comprometido a suministrarles inmunizantes.

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Los planes de recuperación económica después de la pandemia también están en peligro. A nivel regional, el sector turístico de Nepal y Tailandia y la industria manufacturera de Vietnam se han vuelto a interrumpir después de un aumento en los casos. A nivel mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó su pronóstico de crecimiento económico para el año fiscal 2022 del país al 12,5%, justo antes de que la segunda ola se convirtiera en una gran crisis en la India en abril. La economía de la India ya mostraba signos de debilidad antes de la crisis de la COVID-19. El crecimiento del PIB ha ido disminuyendo desde 2016 y la inversión extranjera desde 2018, mientras que el déficit presupuestario sigue en aumento. Con la epidemia, la disminución de los ingresos y los ahorros no han hecho sino empeorar la mala situación económica del país. Por lo tanto, el pronóstico de crecimiento del FMI se presenta poco realista.

El informe sobre la economía mundial del FMI prevé que los mercados emergentes, incluida la India, con un crecimiento del 6,7%, contribuirán en un 64% al crecimiento económico mundial y, por lo tanto, al 6% de la economía mundial. La economía de la India representa el 11,8% del PIB de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, según la paridad de poder adquisitivo. Esto demuestra que se espera que más de una quinta parte del crecimiento en los mercados emergentes provenga de la India. Sin embargo, si bien se observó un crecimiento del 6,1% en el PIB de 2019 del país, el PIB de 2020 cayó en 4,2%, hasta un poco más de USD 2.7 billones como consecuencia de la crisis económica desencadenada por la pandemia. Incluso un crecimiento de sólo el 5%, en lugar del 12,5% proyectado por el FMI este año, significaría un crecimiento potencial de USD 200.000 millones en el mundo. La situación actual imposibilita la recuperación económica mundial y menos aún su crecimiento.

*Traducido por Daniel Gallego.

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