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La otra cara del golpe de Estado que derrocó al Gobierno de Morsi en Egipto

El primer presidente egipcio elegido democráticamente fue derrocado después de un largo proceso que se remonta a la renuncia de Hosni Mubarak y a una larga campaña de desprestigio en contra de la Hermandad Musulmana.

Aydoğan Kalabalık  | 04.07.2020 - Actualızacıón : 06.07.2020
La otra cara del golpe de Estado que derrocó al Gobierno de Morsi en Egipto Expresidente de Egipto Mohamed Morsi, quien durante uno de sus juicios sufrió un desvanecimiento, el 17 de junio de 2019, y murió poco después. (Archivo Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

El proceso que culminó con el golpe de Estado militar que derrocó al primer presidente de Egipto elegido democráticamente, Mohamed Morsi, empezó cuando Hosni Mubarak, el presidente egipcio que gobernó el país en estado de emergencia durante 30 años, introdujo a su hijo pequeño, Gamal, en el escenario político del país.

Esta decisión de Mubarak causó malestar entre algunos mandos de la cúpula militar, que temían que Gamal sucediera a su padre en el gobierno del Estado, al igual que lo hizo Bashar al Assad en Siria.

Tras los eventos del 28 de enero de 2011, en los que numerosos manifestantes atacaron e incendiaron comisarias, el que era ministro de Defensa desde hace 21 años, el mariscal Mohamed Tantawi, se ofreció como árbitro entre los manifestantes y el Gobierno de Mubarak.

De esta manera, el Ejército egipcio provocó la renuncia de Mubarak en tan solo 18 días a través de su postura pasiva y su negación a apoyarlo.

Tras la renuncia de Mubarak, se formó el Consejo Militar, encabezado por Tantawi, que gobernó el país durante año y medio y se encargó de organizar primero elecciones generales y posteriormente elecciones presidenciales.

En los comicios generales, desde el 28 de noviembre de 2011 hasta el 11 de enero de 2012, el Partido de la Libertad y la Justicia, el brazo político de la Hermandad Musulmana, salió vencedor, con el 43,7% de los votos a favor.

En el transcurso de los siguientes cinco meses hasta las elecciones generales, la maquinaria propagandística del régimen de Mubarak lanzó una campaña difamatoria contra la hermandad y los partidos de corte religioso a través de sus medios de comunicación.

Para cuando se celebraron las elecciones presidenciales, el Gobierno de la hermandad estaba debilitado y había perdido gran parte del apoyo popular.

La primera ronda de las elecciones presidenciales se celebró entre el 23 y el 24 de mayo de 2012. En estos comicios, el candidato a la presidencia de la hermandad, Morsi, obtuvo solo el 24,7% de los votos.

Sin embargo, el rival de Morsi en la segunda ronda sería el primer ministro del último Gobierno de Mubarak, Ahmed Shafik.

Esta situación no dejó más remedio a los votantes a favor de la revolución, de izquierdas y liberales, que apoyar a Morsi. La segunda vuelta se celebró entre el 16 y el 17 de junio.

Morsi sufrió un desgaste continuo durante el año que gobernó el país como presidente. Durante este periodo, incluso políticos que hoy se encuentran encarcelados o exiliados querían que Morsi dimitiera o se celebrara un referéndum.

El 30 de junio de 2013, millones de egipcios se manifestaron en la Plaza Tahrir, en el centro de El Cario, en contra de Morsi y de su Gobierno.

No obstante, el apoyo popular a Morsi aumentó considerablemente a raíz de su secuestro por parte del Ejército durante el golpe de Estado, el 3 de julio de 2013, y tras la matanza de manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad durante las protestas en la plaza Rabia.

Desgraciadamente ya era tarde. El entonces ministro de Defensa, el general de Ejército y posteriormente mariscal Abdelfatah al Sisi gobernaba de facto el país luego del golpe de Estado que lideró.

*Traducido por Daniel Gallego.

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