La OTAN decidió, el jueves, enviar unos 3.500 soldados adicionales a Irak para combatir al grupo terrorista Daesh. "Ampliaremos la misión de entrenamiento de la OTAN en Irak para asegurar que ISIS (Daesh) no regrese", anunció el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa.

El número de personal de la OTAN se incrementará de los 500 soldados actuales a 4.000 en el país, dijo el jefe de la OTAN después de unas reuniones virtuales de la organización, que llegaron a su segundo día.

Al señalar que el grupo terrorista Daesh/ISIS aún opera en Irak, Stoltenberg dijo que "el aumento de los ataques destaca la importancia de fortalecer la misión de la OTAN".

El secretario general de la alianza agregó que, al expandir su misión de desarrollo de capacidades, la OTAN tiene como objetivo evitar una situación en el futuro que requeriría más fuerzas de combate del organismo.

"Nuestra misión está a pedido del Gobierno iraquí. Se lleva a cabo con pleno respeto de la soberanía y la integridad territorial del Irak. Hablé con el primer ministro Al-Kadhimi esta semana y le aseguré que todo se hará en plena consulta con las autoridades iraquíes", destacó.

La OTAN aún tienen que decidir sobre la futura presencia de la alianza militar en Afganistán, recordó Stoltenberg. "Queremos asegurarnos de que tengamos un acuerdo político duradero que nos permita irnos", señaló refiriéndose a las negociaciones intraafganas entre los talibanes y el Gobierno de Kabul.

El jefe de la OTAN enfatizó que la alianza busca asegurar que Afganistán nunca más se convierta en un "refugio seguro para los terroristas que atacan nuestra patria".

"El proceso de paz es la mejor oportunidad para poner fin a años de sufrimiento y violencia... Pero las conversaciones son frágiles y el progreso es lento. Por tanto, ahora es imperativo reactivar el proceso de paz. Todas las partes deben aprovechar esta oportunidad histórica de lograr un arreglo pacífico. Sin más demora", advirtió Stoltenberg.

El jefe de la OTAN señaló que los talibanes deben negociar de buena fe, reducir el alto nivel de violencia y cumplir su compromiso de dejar de cooperar con los grupos terroristas internacionales.

"Por tanto, los aliados seguirán evaluando juntos las condiciones sobre el terreno. Mientras lo hacemos, la protección de nuestras tropas sigue siendo primordial y tomaremos todas las medidas necesarias para mantenerlas a salvo", destacó.

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*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.