La ONU estima que 3,2 millones de niños corren el riesgo de sufrir desnutrición en Afganistán
La portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Harris, afirmó que el mundo no puede permitirse el “lujo” de darle la espalda a Afganistán.

Ginebra
Durante su intervención, desde Kabul por videoconferencia en una rueda de prensa celebrada en la oficina de la ONU en Ginebra, Harris expresó la preocupación de la OMS por el futuro de los servicios médicos en el país centroasiático ya que el personal de los hospitales no recibe sus sueldos desde hace al menos ocho meses.
"Muchas de las personas que trabajan en los centros de atención primaria de salud nos dicen que no se les ha pagado desde marzo o incluso antes", informó Harris.
La portavoz detalló que la OMS continúa “brindando ayuda y asegurando la continuidad de los servicios sanitarios esenciales en Afganistán para salvar vidas durante la crisis", y agregó que "el invierno no se acerca, está aquí".
No obstante, Harris señaló que el trabajo de la OMS "no se puede hacer sin el apoyo de la comunidad internacional y los donantes”. “Necesitamos esa ayuda, y tenemos que hacer más", dijo al tiempo que agradeció a quienes proporcionan financiamiento y suministros para salvar vidas en Afganistán.
Harris recordó que “las malas condiciones laborales de los trabajadores sanitarios en Afganistán precedieron la crisis actual”.
La portavoz indicó que la desnutrición sigue siendo “un desafío de salud creciente en todo Afganistán” y que al menos un millón de los niños afectados “corren el riesgo de morir debido a desnutrición aguda severa, sin tratamiento inmediato".
En este sentido, Harris manifestó que se necesita una respuesta coordinada de la ONU, respaldada por el apoyo de los donantes, para abordar, con urgencia, la creciente crisis “a medida que la desnutrición se apodera del país”.
El combustible, la electricidad y los suministros médicos siguen siendo escasos en muchos centros de salud de todo el país.
"Las pruebas y la vacunación contra enfermedades infecciosas deben mejorarse urgentemente para monitorear mejor y responder a los brotes, y de esta manera prevenir muertes evitables", agregó Harris.
La portavoz informó sobre un brote de sarampión y casos nuevos todos los días. "Desde enero de 2021 ha habido más de 24.000 casos clínicos de sarampión, 2.397 casos de sarampión confirmados por laboratorio y 87 muertes reportadas. Para los niños desnutridos, el sarampión es una sentencia de muerte", aseveró.
También se necesita apoyo para mantener los hospitales terciarios, incluidos los 37 destinados a la atención de pacientes con coronavirus que no están cubiertos por los fondos proporcionados por el Fondo Central de Ayuda de Emergencia de la ONU, según Harris. "Sin esto, la respuesta contra la COVID-19 enfrentará un revés severo", advirtió.
"Hasta el 10 de noviembre había 156.414 casos confirmados con 7.291 muertes reportadas. En las últimas semanas, las cifras reportadas han disminuido en un 39%, pero las pruebas también están disminuyendo", explicó Harris.
La portavoz dijo que el mundo no puede permitirse el lujo de darle la espalda a Afganistán, ya que el costo de la inacción aumenta con el paso de los días.
"Esto no es solo una limosna, es una inversión. El costo de la inacción es enorme. Necesitamos hacer más", sostuvo Harris.
La OMS envió suministros a 47 centros de alimentación en 23 provincias de Afganistán y proporcionó medicamentos y equipos para 30 centros que atienden personas con desnutrición.
*Traducido por Daniel Gallego.
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