La nueva acusación por la que Lula salió temporalmente de prisión
El expresidente brasileño salió de la cárcel, por primera vez en siete meses, para declarar en un nuevo caso de corrupción en su contra.

Brazil
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva volvió a salir temporalmente de la cárcel, por primera vez en siete meses, tras ser recluido en Curitiba. Esta vez Lula salió para declarar ante la juez Gabriela Hardt, sustituta de Sergio Moro en la Operación Lava Jato, quien está de vacaciones hasta enero, cuando asumirá el cargo de ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro.
El proceso trata sobre unas reformas a una finca que era frecuentada por la familia de Lula en una pequeña ciudad de Sao Paulo, las cuales habrían sido pagadas como sobornos por empresas constructoras.
Lula ya está condenado a 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
En esta nueva acusación, de acuerdo con el Ministerio Público Federal, el grupo Schain, OAS y Odebrecht pagaron más de un millón de reales a Lula por medio de la remodelación y decoración de la finca Santa Barbara.
Exdirectivos de Odebrecht ya habían afirmado anteriormente que el departamento de sobornos de la empresa pagó parte de esas obras.
En su primera declaración desde su detención, Lula negó la acusación e insistió en que es perseguido jurídicamente y afirmó que nunca fue propietario de la finca, la cual está a nombre de los empresarios Fernando Bittar y Jonas Suassuna.
“Salimos de la sesión mucho más tranquilos. El expresidente estuvo brillante en sus respuestas”, se limitó a decir uno de los abogados del exmandatario.
Tranquilidad también fue la palabra que usó Fernando Haddad, seguidor de Lula y sustituto que disputó la Presidencia con el electo Jair Bolsonaro, para describir el estado de Lula antes de comparecer ante la juez.
El excandidato, que también es abogado, viajó de Sao Paulo a Curitiba para visitar a su mentor la mañana de este miércoles. “Él ha leído todos los testimonios de los testigos y está muy tranquilo en cuanto a lo que él va a relatar a la juez. Lo he visto muy preparado y tranquilo, muy tranquilo”, contó.
No se puede decir lo mismo de los líderes del Partido de los Trabajadores (PT), que, reunidos frente a la sede de la Policía Federal en Curitiba, fueron bastante más expresivos al exigir que se hiciera pública la grabación de las casi tres horas de interrogatorio a Lula.
“Sergio Moro no es un juez imparcial, es un juez que siempre ha hecho política. Él impidió a Lula participar en los comicios, preparando el terreno para que otro ganara las elecciones. Y la juez que lo sustituye es su amiga, así que dará continuidad a lo que él quiere”, criticó Gleisi Hoffmann, presidenta del PT.
Hoffmann también criticó que Moro no renunciara de inmediato a su cargo de juez, ya que se prepara para ser ministro dentro de dos meses. “Él ha preferido irse de vacaciones para que no se designara un juez externo al caso y sí su amiga”, afirmó.
Detrás de los líderes del partido se aglomeró una pequeña multitud, que compareció a primeras horas de la mañana para gritar “Lula Libre”, en apoyo al expresidente.
La manifestación fue, sin embargo, bastante más pequeña que aquellas realizadas en los últimos meses a favor del exmandatario, que lleva 222 días en la cárcel.