La comunidad internacional ha reaccionado al enfrentamiento militar fronterizo de este lunes entre India y China, en el que murieron al menos 20 soldados indios en la zona este de Ladakh, en la disputada región de Jammu y Cachemira.

El ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, aliado cercano de China, Shah Mehmood Qureshi, dejó claro este miércoles que su país apoya la posición "de principios" de Pekín en la disputa fronteriza con India.

"China hizo todo lo posible para resolver el problema (fronterizo) amigablemente y a través de conversaciones. Pero India no lo tomó con el mismo ánimo y continuó construcciones en la región en disputa, lo que llevó a un enfrentamiento sangriento", dijo Qureshi en un comunicado.

El mortal enfrentamiento tuvo lugar en medio de un "proceso de desescalamiento" en el Valle de Galwan, en Ladakh, donde los ejércitos de ambos países han tenido choques desde principios de mayo, de acuerdo a los informes del Ejército indio. Las agresiones en la frontera comenzaron con una incursión el 5 de mayo en el Valle de Galwan. Tres días después sucedió otro choque en el paso de Nakula, en la provincia nororiental de Sikkim, India.

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"Esta es una situación extraordinaria, que se ha visto en forma de un enfrentamiento sangriento después de varias décadas. Esto es claramente el resultado de la ideología hindutva (nacionalista hindú) de la India", afirmó Qureshi.

"La frontera de 3.500 kilómetros de Ladakh y el Tíbet es una región en disputa. Si la India cree que puede devorar esta área, entonces tal vez, esto no será aceptable para China", concluyó el funcionario paquistaní.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a través de su portavoz asociado, Eri Kaneko, también se pronunció sobre el tema. "Estamos preocupados por los informes de violencia y muertes en la Línea de Control Actual entre India y China e instamos a ambas partes a ejercer la máxima moderación. Acogemos con satisfacción los informes de que los dos países se han comprometido a desescalar la situación".

Por su parte, Estados Unidos dijo que sigue de cerca la situación luego de los enfrentamientos entre las fuerzas indias y chinas, y espera que las diferencias entre los dos países se resuelvan pacíficamente.

"Estamos monitoreando la situación entre las fuerzas indias y chinas a lo largo de la Línea de Control Actual", dijo un portavoz del Departamento de Estado.

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China señaló este miércoles que el enfrentamiento militar con militares indios se produjo en el lado chino de la frontera de facto, en la disputada región de Jammu y Cachemira, informó el diario Global Times.

En una conferencia de prensa en Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo que "el incidente fue muy claro, ya que sucedió en el lado chino de la Línea Actual de Control (LCA) y la responsabilidad no recaía en China". Sin embargo, Zhao agregó: "China e India están en estrecha comunicación sobre la resolución de los problemas relevantes a través de canales diplomáticos y militares".

Un día después del incidente, el portavoz del Comando Occidental de Operaciones del Ejército Popular de Liberación de China, Zhang Shuili, pidió a la India que "detenga todas las acciones provocativas, se encuentre con el lado chino a mitad de camino y regrese al camino correcto para resolver disputas a través de conversaciones".

China reclama territorio en el noreste de India, mientras que Nueva Delhi acusa a Pekín de ocupar su territorio en la meseta de Aksai Chin en el Himalaya, incluida la parte de la región de Ladakh, Jammu y Cachemira. Los dos países incluso estuvieron en guerra por el estado montañoso de Arunachal Pradesh en 1962, en la llamada guerra sino-india.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.