La última jornada de protestas por parte de agricultores de la India contra la más reciente reforma agraria del Gobierno, realizada el martes en la capital del país, Nueva Delhi, estuvo marcada por violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las autoridades locales que dejaron al menos a una persona muerta y decenas de heridos.

Este miércoles, los agricultores regresaron a los campamentos de protesta que instalaron a las afueras de la ciudad.

Miles de personas han acampado a las afueras de Nueva Delhi desde noviembre para protestar en contra de tres nuevas leyes destinadas a liberalizar el sector agrícola del país. Los campesinos afirman que estas nuevas leyes amenazarán sus medios de subsistencia.

La Policía local había otorgado permiso para que la manifestación se realizara en rutas designadas durante las celebraciones del Día de la República, una fecha que marca el aniversario de la adopción oficial de la Constitución de la India el 26 de enero de 1950.

Sin embargo, muchos se desviaron de la ruta establecida, violaron las órdenes de seguridad e ingresaron al histórico Conjunto del Fuerte Rojo de la ciudad. Durante la protesta, los agricultores también izaron la bandera de la fe del sijismo en la cúpula del fuerte.

Las grabaciones de los enfrentamientos mostraron a la Policía disparando gases lacrimógenos para contener a los manifestantes. Las autoridades señalaron que 86 policías resultaron heridos.

Se sabe que los agricultores también planean realizar una marcha hacia el Parlamento el próximo 1 de febrero, fecha en la que comenzará la sesión presupuestaria de la India.

Varias rondas de conversaciones entre los agricultores y el Gobierno de la India han fracasado y los líderes campesinos insisten en la derogación total de las leyes.

Rakesh Tikait, un miembro de alto rango del Sindicato de Agricultores Indios, afirmó este miércoles en declaraciones para la Agencia Anadolu: “Condenamos lo que sucedió ayer. Nuestro movimiento continuará pacíficamente hasta que el Gobierno derogue todas las leyes”.

Sukhdev Singh Kokri, otro líder sindical agrícola, señaló que los disturbios eran una conspiración para difamarlos pero que "la lucha pacífica de los agricultores continuará".

En India, los agricultores suelen vender sus productos en los mercados locales registrados por el Estado, que les garantizan un precio mínimo de sostenimiento y los protege de las variaciones de precios en caso de una mala campaña agrícola.

Sin embargo, las nuevas reformas agrarias permiten a las grandes empresas comprar productos directamente a los agricultores. Los campesinos creen que, en ausencia de reguladores estatales, las grandes corporaciones los explotarán.

*Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.