ESTAMBUL

El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, y el presidente estadounidense, Donald Trump, lograron escasos avances para superar las diferencias arancelarias en su cumbre del lunes, lo que pone en duda la posibilidad de un acuerdo rápido, pero mutuamente beneficioso, que pueda proteger al crucial sector automotriz japonés, según informó Kyodo News.

Tras reunirse con Trump durante 30 minutos al margen de la cumbre del G7 en Canadá, Ishiba afirmó que cualquier posible acuerdo debería favorecer los intereses tanto de Japón como de Estados Unidos y que las conversaciones ministeriales bilaterales continuarán buscando dicho acuerdo.

La reunión permitió vislumbrar la dificultad que enfrentan estos aliados de larga data a la hora de llegar a un acuerdo, ya que la imposición de aranceles por parte de Trump a todo tipo de productos ha suscitado preocupación sobre la economía japonesa, impulsada por las exportaciones.

Si bien Estados Unidos ha concedido a Japón, y a otros países, una prórroga de 90 para lo que denomina como aranceles "recíprocos", Ishiba no especificó si él y Trump discutieron la posibilidad de una prórroga adicional, después de que Washington insinuara que la pausa puede extenderse para los socios comerciales que negocian de "buena fe".

"Aún no hemos llegado a un acuerdo global porque seguimos discrepando en ciertos aspectos", declaró Ishiba a la prensa tras lo que describió como conversaciones "francas" con Trump. "Los automóviles, por ejemplo, son una parte fundamental de nuestros intereses nacionales (que deben protegerse)", añadió el primer ministro.

Japón exportó alrededor de 1,38 millones de vehículos a Estados Unidos en 2024, según datos gubernamentales. Mientras tanto, los fabricantes japoneses de automóviles producen 3,28 millones de automóviles y camionetas ligeras en Estados Unidos anualmente, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón.

A pesar de que los economistas predicen que el aumento de los aranceles estadounidenses frenaría el crecimiento económico, Ishiba ha afirmado reiteradamente que Japón no se apresurará a llegar a un acuerdo rápido a expensas de los intereses nacionales.