A través de una declaración conjunta, el Centro de Derechos Humanos El-Mizan, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Asociación Palestina de Asistencia Médica y 'Doctores de Derechos Humanos-Israel', informaron que las autoridades israelíes solo aprobaron el 54% de los permisos de salud para recibir tratamiento fuera de la Franja de Gaza en 2017.

En el comunicado se señaló que es la tasa más baja desde 2008, cuando la Organización Mundial de la Salud comenzó a informar sobre este tema, por lo que señalaron que “Israel necesita eliminar las restricciones ilegales sobre la libertad de movimiento de los habitantes de Gaza, especialmente de los enfermos crónicos”.

Según el informe, debido a la negación de permisos de salud o a las tardías aprobaciones por parte de Israel, 11.000 pacientes palestinos perdieron las citas. También se observó que las demoras de la administración palestina en la emisión de permisos de salud y el cierre de la Puerta Fronteriza de Bienestar de Egipto hacen aún más difícil que los pacientes se puedan desplazar.

La directora de Medio Oriente de HRW, Sarah Leah Whitson, afirmó dentro de la declaración, que "no es raro que Israel evite que se salve la vida de muchos pacientes con enfermedades serias”.

El presidente ejecutivo de la La Asociación Palestina de Asistencia Médica, Eymir Saban, resaltó que “somos testigos de la dilatación o los bloqueos de Israel para los tratamientos de recuperación de los enfermos de cáncer en Gaza. Por eso después vemos a muchos enfermos muertos”.

El presidente del Centro de Derechos Humanos El-Mizan, Isam Yunus, agregó que "el Gobierno israelí tiene una conexión directa con la muerte de los pacientes para evitar su transición. Los problemas de los pacientes están empeorando a medida que tratan de obtener documentos de permiso".

*Carolina Zúñiga contribuyó a la redacción de esta nota.