Iraníes expresan sus opiniones sobre las últimas elecciones presidenciales que ganó Ebrahim Raisi
Las elecciones tuvieron la participación más baja desde la revolución islámica iraní de 1979 y estuvieron marcadas por la ausencia de candidatos reformistas.

TEHERÁN
Las últimas elecciones presidenciales en Irán, celebradas el pasado 18 de junio, le dieron la victoria al conservador Ebrahim Raisi. El ganador afirmó que su prioridad será mejorar la economía del país y luchar contra la corrupción, pero los iraníes en las calles no se muestran optimistas respecto al futuro.
Las últimas elecciones presidenciales tuvieron la participación más baja desde la revolución islámica iraní de 1979, debido al veto de candidatos reformistas y conservadores moderados por parte del Consejo de Protectores de la Constitución.
Raisi, el líder de los conservadores, obtuvo el 62% de los votos y fue elegido como el octavo presidente de la nación en la primera ronda.
En el país no hay canales privados de televisión y radio. Por tal razón, la televisión estatal informó que la participación en las elecciones fue "alta” mientras que el presidente iraní, Hassan Rouhani, señaló que la tasa de votación, que se fue de un 48%, fue muy baja. El mandatario iraní exigió a la población que no se repita una participación tan baja y que se tomen medidas para compensar tal suceso.
Rouhani también criticó el hecho de que alrededor del 50% de las personas fueron ignoradas en las elecciones y rechazó las declaraciones de que la baja participación se debió a razones económicas. Agregó que la participación fue alta en provincias como Sistán-Baluchistán, donde se vivieron dificultades financieras.
Cuando Rouhani ganó las elecciones de 2017, la participación fue del 73% y 41 millones de personas, de alrededor de 56 millones, votaron. En las últimas elecciones, la participación fue del 48% y aproximadamente 29 millones de personas de 59 millones votaron. Los votos inválidos fueron 1 millón 200 mil en las presidenciales de 2017, mientras que en las últimas elecciones fueron 4 millones los votos inválidos.
El equipo de la Agencia Anadolu le preguntó a los iraníes sus opiniones respecto a las últimas elecciones en la Plaza Azadi de la capital, Teherán.
“No fue una elección, sino un nombramiento en su forma más avanzada”
Ramin Shams, un iraní que trabaja en un negocio electrónico en Teherán, afirmó que no hubo elección debido al veto de los candidatos reformistas y señaló que se hizo una elección entre candidatos seleccionados.
"Esta no fue una elección, fue un nombramiento en una forma más avanzada. No tengo esperanzas para el futuro. Si le preguntas a cualquier iraní, el problema es que nadie tiene la menor esperanza para el futuro. Yo personalmente no tengo ninguna esperanza", afirmó Shams.
Shams resaltó que a pesar de que las sanciones se levantaron durante el periodo de Rouhani, no se vieron mejoras y agregó: "Incluso si se levantan las sanciones, nuestras condiciones no cambiarán mucho porque nuestro problema es interno. Quizás el 10% de los problemas son causados por las sanciones, pero los demás son internos. Hay un problema de mala gestión y manejo público. El líder supremo no puede resolver los problemas porque estos tienen raíces y son estructurales".
"No tengo esperanzas para el futuro"
El estudiante de doctorado iraní Behmen Iranfer, por otro lado, declaró que no haría ninguna diferencia si el presidente es conservador o reformista ya que no habrán cambios estructurales generales en el país y afirmó: "No soy optimista de que algo suceda. No creo que los candidatos y el presidente electo tengan un programa integral. Se dice que el precio del dólar y la vivienda debería bajar, pero en la práctica no he visto nada”.
Iranfer señaló que era necesario que se abandonaran los viejos métodos políticos del país y se rejuveneciera a nivel estatal.
Ali Kurbaniyan, un iraní que se gana la vida transportando pasajeros en motocicleta, declaró que "las elecciones son una formalidad y se celebraron innecesariamente".
“Voté antes, ya no voto. No tengo esperanzas para el futuro. El presidente dice que se ocupará de los problemas, pero Rouhani dijo lo mismo. Esto no se hace con palabras ” agregó Kurbaniyan.
Kurbaniyan señaló que en los 42 años transcurridos desde la revolución islámica, no se ha hecho nada por los trabajadores más que los subsidios otorgados durante el periodo de Mahmud Ahmadineyad.
Por último, la ama de casa iraní Menje Payende señaló que "debido a la inflación y los altos costos, se tuvo que mudar al área de Perdis, que está más lejos del centro de Teherán".
*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.