Inmigrante llegó a ser comparado en EEUU con el ‘Chapo’ Guzmán pero aún no le imputan un solo cargo
El caso de Miguel Ángel Corea Díaz habría ayudado a promover una agenda antiinmigrante contra los centroamericanos en Estados Unidos. Él asegura que no es jefe de ninguna pandilla y que el proceso en su contra fue usado políticamente por Trump.

Washington DC
Por: Carmen Rodríguez
En 2017, Miguel Ángel Corea Díaz, un inmigrante salvadoreño, fue presentado por la Fiscalía de Estados Unidos como el máximo líder de la pandilla MS-13 en la Costa Este del país.
Su detención fue parte de una serie de eventos, incluida la visita del presidente Donald Trump a Long Island, en New York, una zona asediada por la violencia de pandillas, conformadas principalmente por inmigrantes indocumentados y contra las que el Gobierno libraba una guerra.
Esta guerra contra las pandillas y contra la inmigración irregular ya había sido declarada por Trump durante su campaña presidencial y utilizada por varios candidatos republicanos en 2016. Fue, además, uno de los motivos sobre los cuales el presidente Trump decidió promover una agenda antiinmigrante. En ese sentido, mediante la MS-13, los centroamericanos que viven de forma irregular en el país empezaron a ser criminalizados.
Corea Díaz fue acusado en New York de estar detrás de una serie de asesinatos y extorsiones, así como de tráfico y venta de droga, en hechos ocurridos entre 2015 y 2017 en varios condados de Long Island y otros condados de Maryland.
La Fiscalía dijo que el salvadoreño se comunicaba constantemente con líderes de pandillas recluidos en las cárceles de El Salvador para coordinar operaciones y para avalar los crímenes que la MS-13 cometía en Estados Unidos, para ganar territorio e infundir temor.
Incluso las autoridades estadounidenses lo compararon con el célebre narcotraficante mexicano, Joaquín “el Chapo” Guzmán, al referirse a su historial delictivo y a sus conexiones. El entonces fiscal general, Jeff Sessions, utilizó el tema de las conexiones transnacionales de la MS-13 para reforzar la agenda antiinmigrante en la frontera sur entre México y Estados Unidos.
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El Departamento de Justicia dijo que la captura de Corea Díaz era el fruto del trabajo coordinado entre varias agencias del Gobierno, incluidas la Administración para el Control de Drogas (DEA) y el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). Públicamente, la Fiscalía dijo que buscaría la cadena perpetua para sentar un precedente en su lucha contra la MS-13.
En 2018, casi un año después de que iniciara el proceso en New York, la Fiscalía de Maryland anunciaba otro proceso paralelo en contra del salvadoreño, iniciado en la Corte Federal. Las autoridades informaron entonces que ambos procesos tenían ciertas conexiones porque algunos crímenes que pesan sobre Corea Díaz ocurrieron en ambos estados.
Sin embargo, el 2 de mayo pasado, tres años después de la detención, la misma Fiscalía de New York le solicitó al juez del caso retirar todos los cargos en contra del salvadoreño, argumentando que esta oficina dejaría en manos de los fiscales de Maryland todo el proceso.
Según un vocero de la Oficina del Fiscal de Nassau, la decisión de solicitar que se retiraran los cargos en contra del salvadoreño tiene que ver con que el caso, las pruebas y la condena que buscan los fiscales en el estado vecino son más contundentes.
“Caso político”
Desde la cárcel de Baltimore, en Maryland, Miguel Ángel Corea Díaz habló con la Agencia Anadolu sobre su proceso. El salvadoreño dijo que su detención y la acusación en New York fueron parte de varias acciones que se utilizaron políticamente para hacer campaña a favor de la agenda del presidente Trump y de otros personajes.
“Creo que esto ha sido algo… como un caso político y lo que quiero es que se sepa la verdad. No es cierto todo eso que han dicho”, asegura.
La Fiscalía de New York dijo a los medios de comunicación que Corea Díaz estaba detrás de varios asesinatos que ocurrieron en Long Island. Sin embargo, el salvadoreño sostiene que “no hay ninguna víctima” o algún familiar de una víctima que confirme la versión de las autoridades.
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“Es mentira. Hay un montón de anormalidades en el proceso. No me han encontrado ni dinero ni propiedades. No hay ninguna víctima que diga que soy culpable de todo lo que ellos dicen, no hay ningún papel que diga que fui yo o que yo mandé a hacer algo, y no voy a declararme culpable de algo que no hice”, dijo el salvadoreño desde la cárcel.
Además, las autoridades señalaron que cuando detuvieron al salvadoreño encontraron un cargamento de droga valorada en un millón de dólares que sería distribuida en el país bajo las órdenes de Corea Díaz.
“Me han puesto cargos como al ‘Chapo’. Usted puede visitar a mis padres en El Salvador y puede ver cómo viven ellos y puede ver que la realidad está lejos de lo que están diciendo. Yo estaba en Maryland de paseo, porque tengo familia ahí, cuando me arrestaron. En el lugar donde me encontraron, encontraron droga, pero no me la podían poner a mí, primero porque yo no era el dueño de donde la encontraron”, responde el salvadoreño.
Sobre la supuesta comunicación que el salvadoreño tenía con líderes de la pandilla en El Salvador, Corea Díaz responde que nunca estuvo en la cárcel en su país y niega conocer a estos personajes.
“No lo conozco, nunca he estado preso en El Salvador. Esas llamadas que tiene, están incompletas. No hay nada en lo que yo le haya dicho a alguien ve aquí o ve a allá y haz todo esto”, aseguró el inmigrante.
“Investigación masiva”
Tras solicitar al juez que retirara los cargos, la Fiscalía de Nassau señaló que la acusación de Corea Díaz fue una extensa y “masiva investigación” que se llevó a cabo entre una veintena de agencias federales.
“La Oficina del Fiscal del Condado dirigió una investigación masiva de 22 agencias que resultó en la acusación del miembro de más alto rango de la pandilla en la Costa Este y otros 16 y arrojó evidencia esencial utilizada por fiscales estatales y federales, en cinco estados y dos países”, según un vocero de la Oficina de la Fiscalía de Nassau.
En El Salvador, de acuerdo con informes de la Policía Nacional Civil (PNC), Corea Díaz no tiene ningún antecedente penal ni tampoco está registrado en las listas de pandilleros que están en manos de las autoridades salvadoreñas.
Según respondió el vocero de la Fiscalía de Nassau, la decisión de retirar los cargos en contra del salvadoreño responde a la acción de proteger a testigos y evidencias del caso, que están en manos de la Fiscalía de Maryland o que aún son parte de otras investigaciones que podrían garantizar condenas severas para los miembros de la pandilla que están siendo juzgados en el país.
“Si bien la NCDA (un acuerdo entre personas que cooperan en investigaciones y la Fiscalía) procesa a la mayoría de los miembros de la MS-13 a nivel local, exponer a los testigos confidenciales y las pruebas de escuchas telefónicas en un juicio local, podría debilitar el caso federal donde Corea Díaz enfrenta una sentencia mucho más severa y la posibilidad de tiempo consecutivo”, dijo el vocero de la Fiscalía
Pero, contrario a la acusación que pesaba sobre el salvadoreño en New York, en los documentos del proceso judicial en Maryland, Corea Díaz no aparece como el responsable directo de los asesinatos o de la venta de droga, sino como un conspirador de alto rango. Y tampoco figura como uno de los líderes de la pandilla en el país
Sobre las llamadas en las que, según la Fiscalía de New York, Corea Díaz dio luz verde para los asesinatos de otros inmigrantes que también eran miembros de la pandilla, los documentos del proceso en Maryland solo mencionan que este sostuvo conversaciones en las que los responsables narran cómo mataron a sus víctimas.
Trump y la MS-13
“No son personas, son unos animales y tenemos que ser muy duros. Es una amenaza, una pandilla despiadada que ha violado nuestras fronteras y que ha transformado barrios que alguna vez fueron pacíficos en campos ensangrentados. Es gente horrible”, aseguró Trump.
Desde 2016, mientras se desarrollaba la campaña presidencial que lo llevó a ganar la presidencia, Trump utilizó en su discurso antiinmigrante los crímenes de la pandilla. Después, como presidente, continuó utilizando el mismo discurso para pedir los fondos para la construcción del muro en la frontera con México.
La estrategia del presidente ha sido calificada por expertos en el tema de seguridad como una campaña desproporcionada con respecto a la verdadera amenaza que representa la MS-13 para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Tom Manger, el jefe de la policía de Montgomery, en Maryland, condado cercano al lugar donde fue detenido Corea Díaz, dijo que en efecto la pandilla es una amenaza, “pero no de la manera en la que la ha retratado el presidente”.
A finales del año pasado, de acuerdo con un informe del Departamento de Justicia, la MS dejó de ser un problema mayor para el país. Voceros de esta entidad dijeron que la pandilla se había debilitado tanto en Estados Unidos como en El Salvador.
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