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India cierra su frontera marítima para detener a musulmanes rohinyás

El Gobierno de la India considera que los rohinyás representan una grave amenaza para la seguridad del país y asegura que tienen vínculos con grupos terroristas.

Shuriah Niazi  | 20.09.2017 - Actualızacıón : 22.09.2017
India cierra su frontera marítima para detener a musulmanes rohinyás Desde el 25 de agosto, más de 421.000 rohinyás han cruzado desde el estado occidental de Rakaín, en Birmania, hacia Bangladés. (Murat Ünlü - Agencia Anadolu)

Nueva Delhi, India

El Gobierno cerró el límite marítimo luego de recibir información que señala que los musulmanes rohinyás intentarían entrar en la India usando rutas marítimas, según reportes de medios indios este miércoles.

"Las aeronaves de vigilancia marítima, incluyendo Dornier, aerodeslizadores y patrulleros de las fuerzas de vigilancia fronteriza se han activado en toda la región para evitar la afluencia de rohinyás, que son vistos como una gran amenaza para la seguridad nacional", citó el diario India Today.

La acción se produce después de que el Gobierno informara este lunes a la Corte Suprema, en su declaración jurada, que creía que los musulmanes rohinyás planteaban una grave amenaza a la seguridad de la India. 

De acuerdo con el Gobierno, muchos de los refugiados que escapaban de la persecución de los militares de Birmania, tenían vínculos con organizaciones terroristas como Daesh y con la Dirección de Inteligencia Inter-Services de Pakistán, también conocida como ISI, por sus siglas en inglés.

En la declaración jurada, el Gobierno, liderado por el partido de derecha Bharatiya Janata, también dijo que teme la violencia contra los budistas que viven en la India por parte de los rohinyá.

"Muchos de los rohinyás figuran entre los sospechosos y siniestros diseños de ISI / ISIS y otros grupos extremistas que quieren lograr sus motivos ocultos en la India, incluyendo el de iniciar la violencia comunal y sectaria en áreas sensibles del país", afirmó el Gobierno en su declaración jurada.

Sin embargo, Prashant Bhushan, un alto abogado que representa a los musulmanes rohinyá, dijo a la Agencia Anadolu que las declaraciones del Gobierno indio no estaban basadas en pruebas.

"El Gobierno no ha encontrado ninguna prueba contra esta gente. No se ha presentado un solo Informe oficial en las comisarías de policía contra estas personas", dijo Bhushan.

El Gobierno dijo que pondría todos los datos de inteligencia en un sobre cerrado antes del 3 de octubre ante el tribunal, para demostrar su afirmación sobre que los rohinyás son una amenaza para la seguridad de la nación.

Una declaración jurada fue presentada ante el Tribunal Supremo en respuesta a la petición presentada por dos refugiados rohinyá que vivían en la India.

En su petición, Mohammad Shaqir y Mohammad Salimullah argumentaron que su deportación violaría la Constitución de la India.

Los musulmanes rohinyás no son aceptados como ciudadanos por Birmania ni por su vecino Bangladés, y viven en constante temor a raíz del plan del Gobierno indio de deportar a 40.000 refugiados musulmanes rohinyás.

Los rohinyás niegan vínculos con terroristas

En India, los rohinyás se establecen sobre todo en los estados de Andhra Pradesh, Manipur, Rajasthán, Uttar Pradesh, Delhi, Maharashtra, Rajasthán y Haryana.

Una tensa calma prevalece en localidades como Shaheen Bagh y Mandapur Khadar, en Nueva Delhi, donde viven, en campamentos, unos 1.000 musulmanes rohinyás.

"Solo queremos vivir aquí, ya que hemos sufrido mucho en Birmania. No tenemos nada aquí excepto la paz", dijo Faizullah, quien huyó de Birmania en 2012.

Los musulmanes rohinyás en la India esperan que la Corte Suprema decida a su favor.

"La India nos ha ayudado mucho. Esperamos que no nos deporten de aquí. Somos un pueblo amante de la paz y no participamos en ninguna actividad con grupos terroristas", dijo Abdul Rahim, quien dirige una pequeña tienda.

El mes pasado, el ministro Kiren Rijiju dijo al Parlamento que el Gobierno central había pedido a los estados indios que identificaran a los musulmanes rohinyás que vivían ilegalmente e iniciaran procesos de deportación.

Desde el 25 de agosto, más de 421.000 rohinyás han cruzado desde el estado occidental de Rakáin, en Birmania, hacia Bangladés, según la ONU.

Los refugiados están huyendo de una nueva operación en la que las fuerzas de seguridad y las turbas budistas han matado a hombres, mujeres y niños, saqueado hogares e incendiado aldeas rohinyás.

Según el ministro de Relaciones Exteriores de Bangladés, Abul Hasan Mahmood Ali, alrededor de 3.000 rohinyás han muerto en la represión.

Turquía ha proporcionado ayuda a los refugiados rohinyá y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó el tema durante su discurso en la Asamblea General de la ONU este martes.

El pasado mes de octubre, tras los ataques a puestos fronterizos en el distrito de Maungdaw, en Rakáin, las fuerzas de seguridad pusieron en marcha una campaña de cinco meses en la que, según los grupos de rohinyá, murieron unas 400 personas.

La ONU documentó violaciones en masa, asesinatos, incluyendo a bebés y niños pequeños, golpizas brutales y desapariciones cometidas por personal de seguridad. En un informe, investigadores de la ONU dijeron que tales violaciones pueden haber constituido crímenes contra la humanidad.

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