Una controversial venta de terrenos en la ciudad de Jerusalén, entre la Iglesia Ortodoxa griega y los colonos israelíes, enfureció a los palestinos, pero fue respaldada recientemente por una Corte de Israel. La Iglesia luchará para lograr una apelación.

Theophilos III, el patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, Palestina y Jordania, dijo este sábado en una rueda de prensa en Ammán que "la iglesia rechazaba públicamente" la decisión que tomó hace dos semanas el Tribunal del Distrito de Jerusalén.

La sentencia reavivó el enojo de los cristianos palestinos por la venta secreta de dos famosos hoteles y edificios que están ubicados cerca del puerto de Jaffa, en la Ciudad Vieja.

La venta la realizó el antiguo patriarca Irenios I en 2005, lo que lo llevó a ser destituido de su posición y descendido a monje.

"Esta batalla legal, que lleva cerca de una década, es una decisión injusta que desatendió toda la evidencia legal clara y concreta del Patriarcado que demuestra la mala fe, el soborno y la conspiración", dijo Theophilos III, quien anunció que hará un llamado a la Corte Suprema de Israel.

"Esta decisión afecta no solo al patriarcado, sino que también ataca al corazón del barrio cristiano de la Ciudad Vieja y llega en un momento extremadamente delicado y sensible. Sin duda, tendrá un efecto negativo sobre la presencia cristiana en la Tierra Santa”, añadió.

La Iglesia Ortodoxa griega posee grandes cantidades de tierra en Jerusalén, incluyendo la tierra en la que se construye el parlamento de Israel, la Knéset.

En 2005, los hoteles Petra e Imperial de Petra fueron vendidos por la iglesia a Ateret Cohanim, un grupo que trabaja para establecer una mayoría judía en la Ciudad Vieja y en el Este de Jerusalén.