Grupos “violentos” formaban parte de la turba que atacó al presidente del Gobierno y arrojó barro al rey de España

OVIEDO, España

Las autoridades españolas sospechan que grupos “violentos” formaban parte de la turba que atacó al presidente del Gobierno español y arrojó barro al rey y a la reina, según informó este lunes el ministro del Interior.

El domingo se desató el caos durante su visita a la localidad de Paiporta, una de las zonas más devastadas por las inundaciones de Valencia, las cuales se han cobrado la vida de al menos a 217 personas y provocado una destrucción generalizada.

Durante una entrevista con la cadena española RTVE, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “recibió un golpe” en medio de la tensión.

Imágenes del incidente muestran a manifestantes que blandían palos y palas arrojando objetos a Sánchez. Una vez que las fuerzas de seguridad vieron una “amenaza real y evidente”, según Marlaska, fue evacuado del lugar.

Cuando se marchaba, los manifestantes rompieron las ventanas y el espejo de un vehículo de su convoy.

Al rey y la reina de España se les lanzó barro y fueron insultados, pero permanecieron en el lugar, deteniéndose para hablar con los manifestantes indignados.

Grande-Marlaska señaló que la investigación sigue su curso, pero argumentó que hubo razonablemente un mínimo de organización por parte de algunos grupos violentos marginales que deben ser condenados en los términos más enérgicos y dijo esperar que las autoridades ofrezcan más actualizaciones en los próximos días u horas, no solo sobre las personas involucradas, sino que también sobre las circunstancias.

Según el diario español El Diario, el grupo de extrema derecha Revuelta se atribuyó el mérito de destrozar el vehículo y golpear a Sánchez por la espalda con un palo en su grupo de WhatsApp.

Otro grupo de extrema derecha en Telegram avisó a sus seguidores de que las autoridades visitarían la zona, instando a todo el mundo a ir allí a esperarlos.

Sánchez ha reconocido el sufrimiento y la angustia de la gente de Paiporta, pero rechazó la violencia.

El rey Felipe VI también reconoció la rabia y frustración de los residentes, pero también instó a los manifestantes a no creer todo lo que se publica en línea, ya que la desinformación sobre las inundaciones se propaga rápidamente en las redes sociales.

El ataque de la turba también se produjo en medio de una situación política cada vez más tensa en España.

Aunque la mayoría de los políticos intentaron ofrecer un frente más unido en los días posteriores al desastre, este lunes el presidente valenciano Carlos Mazón culpó a las Confederaciones hidrográficas, entidades de derecho público adscritas al Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno de España, por “desactivar” las alertas relacionadas con las devastadoras inundaciones antes de que se volvieran mortales.

Más tarde, las confederaciones corrigieron a Mazón y explicaron que ellas no activan ni desactivan las alertas públicas, sino que se limitan a proporcionar datos relacionados con la situación de los ríos.

Las víctimas de las inundaciones también se han sentido frustradas por la lenta respuesta al desastre. Más de cuatro días después de que se produjeran, las autoridades aún no habían llegado a algunas áreas. A pesar de que miles de militares estaban listos para desplegarse, solo se había llamado a la escena a cientos de ellos.

El pasado sábado, Sánchez dijo que el Gobierno está listo para dar a las autoridades valencianas todo lo que quisieran y que solo tenían que pedirlo. Luego anunció otros 5.000 soldados en el mayor despliegue militar en tiempos de paz de España en su historia.

El partido de extrema derecha Vox ha ofrecido asesoría jurídica gratuita a los implicados en los atentados contra Sánchez.

*Traducido por Daniel Gallego.