Graves disturbios en Madrid tras la muerte de un vendedor ambulante

El barrio de Lavapiés, en Madrid, es conocido por su multiculturalidad. Allí residen senegaleses, paquistaníes, marroquíes y un sin fin de nacionalidades que conviven con los locales. Anoche el barrio se convirtió en una batalla campal. Barricadas, quema de contenedores y fuertes cargas policiales hasta bien pasada la madrugada. El motivo fue la muerte de Mame Mbaye, un vendedor ambulante, de un paro cardíaco mientras huía de la Policía.

Mbaye tenía 35 años y llegó a España desde Senegal hace ya 14 años. Vendía perfumes en la puerta de Sol, en pleno centro de la capital, en donde ayer se produjo una redada policial. Varias patrullas llevaban varias semanas vigilando en busca de ilegales, según aseguraron varios vecinos.

El vendedor comenzó a correr para no ser capturado. Murió de una parada cardíaca. Su muerte causó la indignación del barrio que salió enfurecido a las calles. Durante más de cuatro horas el área fue vivió una verdadera batalla campal entre policías y vecinos. Los primeros lanzaron pelotas de goma para contener los disturbios. Los segundos gritaban “ ninguna persona es ilegal” y “fuera la policía de nuestro barrio” mientras ardían contenedores y se incendiaban hasta dos locales comerciales. En los vídeos puede apreciarse cómo la Policía golpea repetidamente a uno de los manifestantes. Tras los disturbios seis personas fueron detenidas, una de ellas menor de edad.

La Policía aseguró que la muerte del vendedor no está relacionada con ninguna persecución policial. El sindicato de manteros (vendedores ambulantes) de Madrid convocó varias manifestaciones a lo largo del día y tildó la muerte de “racismo institucional”.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, lamentó la muerte de Mbaye y aseguró que se investigarán los motivos del deceso. 

Vendedores ambulantes y Policía

No es la primera vez que la Policía se ve involucrada en la muerte de un vendedor ambulante. En Barcelona, en el verano de 2015, Mor Sylla moría tras precipitarse por un cuarto piso durante una redada policial. Las causas todavía se desconocen aunque el caso fue archivado.

El polémico asesinato de un policía a manos de su pareja y su amante, también agentes, tendría como móvil la ocultación de la muerte de un vendedor ambulante, según baraja la Fiscalía. La mujer y su amante participaron en la persecución de un mantero que se precipitó por un acantilado de Barcelona. 

La hipótesis sobre el crimen del policía es que sabía que su pareja, y su amante, estaban implicados en la muerte del mantero y, al descubrir que su pareja le engañaba, tenía pensado denunciar los hechos. Ante el miedo de ser detenidos le habrían asesinado.

El amante ya contaba en su expediente con varios antecedentes disciplinarios. Entre ellos la paliza a un vendedor ambulante al que dejó prácticamente sin conocimiento en pleno centro de Barcelona y a plena luz del día. Una vecina grabó los hechos. Queda pendiente saber si también se le juzgará esta agresión.