Gobierno paquistaní llega a un acuerdo con protestantes en caso de blasfemia
Grupos religiosos bloquearon el tráfico en las principales ciudades para protestar contra la absolución de una mujer cristiana en caso de blasfemia.

ISLAMABAD, Pakistán
El Gobierno paquistaní llegó a un acuerdo con los grupos religiosos que habían paralizado la vida cotidiana en Pakistán a través de protestas contra la absolución de una mujer cristiana acusada de blasfemia.
El miércoles, la Corte Suprema absolvió a Asia Bibi, quien había sido condenada a muerte por un tribunal de distrito en noviembre de 2010 por blasfemia contra el profeta Mahoma.
Los grupos religiosos acordaron cancelar la protesta tras las garantías del Gobierno de prohibir los viajes a Bibi y no objetar una petición de revisión contra el veredicto en el tribunal superior.
El viernes en la mañana, una protesta paralizante suspendió el curso normal de la vida en todo el país por tercer día consecutivo.
Los manifestantes enojados, principalmente el recién emergido grupo sunita Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP), bloquearon carreteras en la capital, Islamabad, y otras ciudades y pueblos, como Lahore, Karachi, Faisalabad, Multan, Peshawar, Quetta, Gujranwala, Gujrat y Sialkot, suspendiendo actividades comerciales, de negocios y paralizando el tráfico.
Incidentes de violencia intermitentes, incluyendo el incendio de vehículos y ataques a las tropas de seguridad en algunas ciudades fueron reportados en las redes sociales, sin embargo, no hubo confirmación de los reportes de violencia. Los canales de noticias no cubrieron las protestas a raíz de las órdenes del Gobierno en un intento de calmar las crecientes tensiones.
Bibi se ha mantenido en un lugar no revelado por su seguridad.
Su hermano, James Masih, le dijo al diario local Dawn que su hermana no tenía otra opción más que abandonar el país. Francia y España ya han ofrecido asilo a Bibi y su familia.
Con un 3% de un total de 210 millones de habitantes, los cristianos son una de las dos minorías más grandes en Pakistán, de mayoría musulmana.
En Pakistán, la blasfemia contra el Islam o el profeta Mahoma es un delito que puede llevar la pena de muerte. Si bien el Estado nunca ha ejecutado a nadie bajo la ley, las meras acusaciones han provocado protestas masivas y violencia.
El poderoso Ejército de Pakistán negó tener un papel en la absolución de Bibi.
La rara aclaración se produjo el viernes después de que algunos líderes religiosos acusaron al jefe del Ejército, el general Qamar Javed Bajwa, y a los jueces de orquestar la absolución.
"El caso de Asia Bibi es un asunto puramente legal y debe resolverse mediante un proceso legal. Arrastrar al Ejército de Pakistán en todos los asuntos es deplorable", dijo el portavoz del Ejército, el mayor general Asif Ghafoor, en una breve entrevista con la televisión estatal de Pakistán.
*Juan Felipe Vélez contribuyó con la redacción de esta nota.
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