El Gobierno venezolano condenó el ataque de las fuerzas de seguridad de Israel contra manifestantes palestinos en la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén Este, este lunes 10 de mayo, en el que al menos 305 personas resultaron heridas. En un comunicado externo, la Cancillería calificó los hechos como una grave violación de los derechos humanos de la población palestina.

“Venezuela reafirma su posición histórica y de principios en defensa de la soberanía, independencia y autodeterminación del pueblo palestino, a la vez que expresa su apoyo al gobierno de la Autoridad Nacional Palestina y su solidaridad con las víctimas y seres queridos, tras los crueles ataques de las fuerzas militares y policiales de Israel”, dice el documento.

De acuerdo con el Gobierno venezolano, las fuerzas israelíes de ocupación han reprimido brutalmente las manifestaciones palestinas, dejando varios muertos y centenares de heridos. En adición, la Corte Suprema israelí ordenó el desalojo de varias decenas de familias palestinas de sus propiedades en Sheikh Jarrah (Jerusalén Este), pese a que su jurisdicción allí es nula.

“El mundo debe exigir el fin de esta nueva fase de violencia sionista contra el pueblo palestino, así como también el compromiso de los actores en el terreno con un cese de las hostilidades, la protección de los derechos humanos y la garantía de inviolabilidad de los santos lugares sagrados para las comunidades musulmana y cristiana”, añade.

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La Cancillería advirtió que solo el diálogo entre las partes y el respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas harán posible una solución negociada al conflicto y llevar paz y estabilidad a la región.

El Gobierno venezolano hizo un llamado a la comunidad mundial para concertar acciones conjuntas respecto a los acontecimientos que se desarrollan en Jerusalén Este.