Glifosato: ¿solución al problema de las drogas o amenaza para la salud?
La Corte Constitucional de Colombia realizó este jueves una audiencia pública para escuchar argumentos a favor y en contra de la aspersión aérea de este polémico herbicida.

BOGOTÁ, Colombia
Con argumentos a favor y en contra del glifosato se realizó este jueves una audiencia pública en la Corte Constitucional de Colombia sobre el tema de la aspersión aérea de este polémico herbicida como herramienta para atacar los cultivos ilícitos en Colombia.
La discusión en el alto tribunal, en el centro de Bogotá, contó con la participación del presidente Iván Duque, el expresidente Juan Manuel Santos, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, así como académicos, científicos y autoridades locales de diversos departamentos del país.
La audiencia se realiza más de un año después de que la Corte Constitucional vetara la aspersión aérea del glifosato por sus posibles daños a la salud humana, hasta que las autoridades colombianas presentaran un plan que no pusiera en riesgo a las comunidades rurales.
En la audiencia, el presidente Duque pidió moderar la sentencia que vetó el uso de la sustancia, argumentando que es vital para respaldar la lucha contra las drogas.
“Mi llamado respetuoso a la Corte Constitucional es que haya una modulación de la sentencia T-236 de 2017 para que podamos usar todas las herramientas en la erradicación de cultivos ilícitos y enfrentar a la seguridad nacional, la salud y el medio ambiente”, dijo el presidente al alto tribunal.
El mandatario afirmó que la fuerza pública necesita el glifosato para combatir los cultivos de coca, que “desde el año 2013 al primero de agosto de 2018 tuvo el más rápido crecimiento de su historia”.
El mandatario dijo que hay un “falso dilema” de la aspersión de glifosato como antagonista del medioambiente. Dijo que el cultivo de coca y la fabricación de cocaína genera daños ambientales superiores al impacto del glifosato. “Es necesario que tengamos en cuenta el daño ambiental que generan los cultivos ilícitos en nuestro país, en la selva tropical y con el uso de químicos”, añadió.
En materia de salud pública, tema central por el que la Corte vetó el uso de glifosato, dijo que "las cifras del Observatorio Nacional de Salud indican que en los municipios donde tenemos mayor presencia de cultivos ilícitos, hay 82 por ciento más de probabilidades de morir por violencia. Ese es un problema de seguridad, pero también es un problema de salud pública”, añadió.
Por su parte, el expresidente y ahora miembro de la Comisión Global de la Política de Drogas, Juan Manuel Santos, defendió el enfoque de la sustitución de cultivos, legalización de drogas y lucha contra organizaciones criminales como estrategia para reducir la criminalidad en el país.
Santos afirmó que “sería un error retomar la aspersión con glifosato, no solo por las razones de riesgo para la salud y el medioambiente ya conocidas por esta Corte; sino porque es una estrategia que ya demostró su ineficiencia e ineficacia, y porque –éticamente hablando– no es la solución que debe ofrecerse en un país ahora sin conflicto con las Farc, que era lo que justificaba la aspersión”, afirmó el exmandatario en su intervención ante la Corte Constitucional.
“No se puede establecer una correlación directa entre aspersión y producción (de hoja de coca) ni se puede argumentar que el aumento de la producción de los últimos años se debe a la suspensión de la aspersión”, dijo el exmandatario.
Respaldó la afirmación con las cifras de los años 2006 y 2007, que fueron la época de mayor aspersión de glifosato en la historia de Colombia, “pero en esos dos años la producción de hoja de coca se incrementó”.
Añadió que el grueso del aumento en la producción de hoja de coca en los últimos años de su gobierno se debió a diversos factores como la devaluación del peso colombiano frente al dólar, que hizo mucho más rentable el negocio del narcotráfico; el desplome del precio del oro que hizo que las mafias mineras se trasladaran al negocio de la cocaína, así como el anuncio que se hizo durante la negociación con las Farc de los incentivos monetarios para quienes sustituyeran sus cultivos ilícitos.
“Aunque se decidiera retomar la aspersión, hoy el 37% de los cultivos ilícitos están en parques naturales, resguardos indígenas y zonas fronterizas donde no se puede fumigar. El resto está entremezclado con productos lícitos. ¿Y dónde diablos vamos a fumigar con aviones?, me preguntaba un general de la Policía hace un par de días”, explicó Santos.
Añadió que el gran objetivo a nivel mundial debe ser “quitarles a las mafias sus cuantiosas ganancias ilícitas” para que “sean los Estados los que las capturen”, haciendo referencia a la legalización de las drogas.
Mientras el mundo camina hacia la legalización, añadió, Colombia debe usar estrategias más efectivas contra las drogas como atacar los laboratorios de cocaína y a las organizaciones narcotraficantes usando herramientas más sofisticadas.
Por su parte, el ministro de Defensa del actual gobierno, Guillermo Botero, mostró su posición a favor de la fumigación.
Afirmó que el uso del glifosato es mucho más barato que la erradicación manual. Según el alto funcionario, la fumigación cuesta una cuarta parte de lo que vale la erradicación manual, es decir, dos millones de pesos por hectárea.
Si se realiza en Colombia, señaló el ministro, ese costo se financiaría con recursos del presupuesto nacional y cooperación de “países interesados” que pueden dar recursos.
Añadió que el uso de ese herbicida “en el 89% de los casos mata a la planta” de coca. Pero añadió que la aspersión debe ser parte de un “plan integral” contra las drogas. “No se trata de una respuesta generalizada, evidentemente debe ser residual”, afirmó.
El fiscal concordó con la visión del presidente Duque de que sin el glifosato, la fuerza pública queda coja en su lucha contra el narcotráfico. “Si no apelamos a todos los instrumentos, muy difícilmente podremos preservar las premisas del estado social de derecho”, dijo la cabeza del ente acusador al intervenir en la audiencia de la Corte Constitucional.
El exministro de Salud, Alejandro Gaviria, presentó argumentos en contra del uso del glifosato, presentándolo como una sustancia nociva para la salud. “Existe evidencia suficiente en animales y evidencia parcial en humanos de una relación causal entre el glifosato y el cáncer”, dijo Gaviria.
Para sustentar su argumento, el exministro presentó dos estudios que dan “indicios muy fuertes” de daños a la salud como efecto del glifosato y alertó que como las poblaciones afectadas no pueden gestionar su riesgo, debe primar el principio de la precaución para evitar el uso de la sustancia.
Por último, afirmó que el glifosato no ha probado ser una estrategia efectiva contra los cultivos de coca. “Hay mucha mayor certeza sobre los daños del glifosato hacia la salud que sobre su eficacia en la lucha contra las drogas”, concluyó.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.