Cerca de cien mil casas se quedaron sin electricidad este fin de semana en el estado australiano de Nueva Gales del Sur debido a las fuertes lluvias. 

Tras anunciar que el estado ha experimentado las lluvias más fuertes desde 1990, la Oficina Meteorológica de Australia dijo que en los últimos cuatro días han caído 391,6 milímetros de lluvia. Se espera que la lluvia abastezca las presas, que satisfacen las necesidades de agua de Sídney, pasando a estar del 42 al 70% llenas.

El Servicio de Emergencia del Estado (SES) informó que aproximadamente 200 personas fueron rescatadas de las aguas y que más de cien mil hogares quedaron sin electricidad en Sídney y las ciudades circundantes. Hubo también interrupciones significativas en el transporte debido a las inundaciones y los árboles caídos por las lluvias.

Muchas escuelas se cerraron y continúa la evacuación de las personas que viven en las zonas inundadas hacia regiones más seguras.

Por otro lado, cerca de la ciudad de Galston, en el norte de Sídney, la Policía y los rescatistas de emergencia buscan a un conductor desaparecido cuyo automóvil quedó atrapado en las aguas.

Las lluvias apagaron un tercio de los incendios

El Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur informó que las lluvias que comenzaron el 6 de febrero apagaron 20 de los 62 incendios que continuaban desde hace meses. Se anunció que las lluvias en el estado extinguirán 42 incendios, 17 de los cuales no están bajo control.

Australia aún está lidiando con incendios forestales que se estima han matado 1,25 mil millones de animales y dejado más de 20 millones de acres de tierra quemada.

Al menos 33 personas murieron mientras luchaban contra las fuertes llamas que estallaron en agosto pasado, causando daños por millones de dólares.

Nueva Gales del Sur y Australia del Sur fueron las regiones más afectadas. Los gobiernos locales declararon emergencias y cerraron escuelas para limitar las bajas.

*Traducido por Aicha Sandoval Alaguna.