Francia está lista para gran huelga contra la reforma pensional de Macron
La reforma elevaría los privilegios otorgados a los funcionarios públicos y aumentaría gradualmente la edad de jubilación de 62 a 64.

PARÍS
Tras las protestas de los chalecos amarillos, los empleados de varios sectores en Francia se preparan para iniciar una huelga indefinida a partir de este jueves para protestar por la reforma pensional impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron. Esta podría ser la huelga más grande en la historia del país.
La protesta fue confirmada cuando el Gobierno anunció su determinación de implementar la reforma pensional a pesar del rechazo general.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia, Macron ha alimentado aún más la "sensación de ira y rebelión" de los franceses contra sus presidentes, con sus políticas económicas que han dado a los ricos una mayor proporción de los ingresos nacionales desde su toma de posesión el 17 de mayo de 2017.
La reforma elevaría los privilegios otorgados a los funcionarios públicos y aumentaría gradualmente la edad de jubilación de 62 a 64. Se espera que afecte negativamente a muchos sectores.
Larga lista de huelguistas
Entre los huelguistas estarán empleados de la aerolínea nacional Air France, del operador estatal de transporte público parisino RATP, de la compañía semiestatal de electricidad EDF, de la empresa estatal ferroviaria nacional SNCF y del fabricante de automóviles Renault.
También participarán policías, profesionales de la salud, maestros, abogados, taxistas y conductores de camiones, trabajadores postales, granjeros, funcionarios públicos, trabajadores de refinerías y estudiantes.
Más de la mitad de todas las escuelas en todo el país serán suspendidas, mientras que casi todos los trenes de cercanías y autobuses se detendrán o trabajarán de manera intermitente. Air France cancelará el 30% de sus vuelos.
Las protestas de los chalecos amarillos comenzaron el 17 de noviembre de 2018 en reacción al aumento de los costos del combustible y la injusticia económica, luego se convirtieron en manifestaciones contra el Gobierno con disturbios mortales.
Los manifestantes usaron chalecos amarillos, parte del kit de seguridad estándar de los coches franceses, para hacer más visibles a los participantes.
Según cifras del Gobierno, las protestas dejaron 11 muertos y más de 4.000 heridos, entre manifestantes y policías.
Activistas afirman que 24 manifestantes perdieron un ojo y otros cinco, una de sus manos.
Al menos unas 8.400 personas fueron arrestadas desde el comienzo de las protestas de los chalecos amarillos y 2.000 fueron detenidas.
Un total de 17 manifestantes fue arrestado en Toulouse y cinco personas, dos policías y tres civiles, resultaron heridas.
*Traducido por Aicha Sandoval Alaguna.