Turquía ha enviado mensajes positivos a los inversores extranjeros y dio paso hacia una economía más equilibrada a través de cambios significativos.

Recientemente, el país reemplazó al jefe del Banco Central y nombró un nuevo ministro de Hacienda y Finanzas.

El miércoles, el presidente Recep Tayyip Erdogan anunció que Turquía llevará a cabo una serie de reuniones con inversores internacionales para discutir las oportunidades, el potencial y el apoyo que el país les brindará.

Erdogan también aseguró que el país está listo para realizar reformas estructurales y mejorar el entorno de inversión, aumentar la profundidad de los mercados financieros y la calidad de los ingresos y gastos públicos, además de prevenir la economía informal.

Los expertos ven estos nuevos desarrollos en la economía como pasos positivos para dar luz verde a los inversores extranjeros.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Enver Erkan, economista de la firma de inversión privada con sede en Estambul Tera Yatirim, subrayó la importancia de la declaración de Erdogan para restaurar la confianza del mercado.

Los cambios recientes en la gestión de la economía apuntan a una transformación radical en las políticas que se implementarán, señaló Erkan.

“En este período, los mercados acogen con beneplácito la adopción de medidas más duras y definidas en la política monetaria y el mantenimiento de una comunicación sólida con énfasis en la coordinación entre la disciplina fiscal y las políticas financieras", explicó el economista.

Erkan enfatizó que reducir la inflación debería ser la máxima prioridad del Gobierno.

“Para lograr este objetivo, es vital adoptar un [enfoque] favorable al mercado y priorizar las reformas estructurales a largo plazo junto con la adopción de acciones a corto plazo”, sostuvo.

Según los últimos datos publicados por el Instituto de Estadística de Turquía, la tasa de inflación anual del país en octubre fue del 11,89%. Como se establece en el nuevo programa económico de Turquía para 2021-2023, el objetivo de la tasa de inflación del país para este año es del 10,5%. El Banco Central de Turquía pronosticó que la inflación de fin de año para 2020 será del 12,1%.

Los activos turcos ganaron terreno después del discurso de Erdogan, dijo Erkan, y señaló que los actores deben apoyar los mensajes de buena voluntad con acciones en el menor tiempo posible.

“La primera prueba importante será la decisión sobre la tasa de interés del Banco Central el 19 de noviembre. El mercado está esperando pasos de política monetaria más precisos y ortodoxos”, señaló.

De acuerdo con el economista, las tasas de interés deberían estar en un punto que creará un efecto de ajuste adicional y fortalecerá los retornos reales.

Ferhat Yukselturk, socio gerente de eCons Consulting, con sede en Estambul, opinó que hoy, una vez más, se ve cómo la comunicación y la gestión de las expectativas en el entorno de inversión han tenido éxito.

Los parámetros económicos se recuperaron gracias al anuncio de objetivos a través de un enfoque transparente, dijo Yukselturk, y agregó que “una apreciación de la lira turca a pesar de que no se ha realizado un alza en las tasas de interés mostró la fortaleza de la comunicación”.

“El pilar más importante de la economía es transmitir los mensajes correctos al mercado”, detalló

El Ministerio de Hacienda y Finanzas y el Banco Central también deberían utilizar la comunicación de manera eficaz, sugirió.

Yukselturk subrayó que el énfasis del presidente en priorizar la lucha contra la inflación se reflejará positivamente en las inversiones, la producción y el desempleo.

Al señalar que la incertidumbre creada por la inflación afectó adversamente las preferencias de inversión y las decisiones de inversión, Yukselturk explicó que “cuanto más exitosos sean en la reducción de la inflación, más atraerán a los inversores extranjeros”.

Destacó que la declaración de Erdogan incluyó expresiones que dan luz verde a los inversores extranjeros.

“El discurso del presidente creó la percepción de que los inversores se animarían”, dijo Yukselturk, y agregó que habrá una política económica normalizada ya que el organismo de control bancario turco también aligeró los límites de canje que los prestamistas ejecutan con no residentes.

“Esperamos ver un auge en el interés de los inversores extranjeros en Turquía”, concluyó.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.