Los expertos libaneses predicen que a su país le esperan peores escenarios después de que Mustafa Edib, quien fue asignado bajo presión francesa como primer ministro para formar el Gobierno, renunciara a su cargo.

El Gobierno de Hassan Diab, que se estableció el 21 de enero con el apoyo de Hezbolá y sus aliados políticos, tuvo que dimitir el 10 de agosto tras las reacciones del pueblo a la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut.

Al aprovechar la situación luego de la explosión, el presidente francés, Emmanuel Macron, lanzó la iniciativa del establecimiento de un gobierno libanés con diversas reformas para afrontar la crisis.

La iniciativa de Macron fracasó cuando rechazó las demandas de Mustafa Edib de llevar las sanciones de EEUU contra Hezbolá y a sus aliados políticos a los ministerios libaneses correspondientes, particularmente al Ministerio de Finanzas.

Mustafa Edib dijo después de su visita al Palacio Presidencial de Baabda el 26 de septiembre: "Ya no existe el consenso que había en el momento en que fui encargado de formar el Gobierno" y anunció su dimisión del cargo.

Macron, quien no tuvo éxito en su iniciativa a pesar de la presión, celebró una conferencia de prensa en el Palacio del Elíseo, después de que Edib dejó su deber, en la que acusó a los políticos libaneses de traición.

"Las fuerzas políticas libanesas claramente no quisieron cumplir su compromiso, decidieron traicionar este compromiso. Cuidaron sus propios intereses, no los intereses del país en general, y entregaron el país a potencias extranjeras. Se perdió un mes", dijo Macron, y agregó que los políticos libaneses deben asumir la responsabilidad de esa "traición".

En entrevista con la Agencia Anadolu, los expertos políticos libaneses aseguraron que la crisis económica y el colapso se profundizarán aún más en el Líbano, que lucha contra una de las mayores crisis económicas de su historia, debido a la incapacidad de formar un gobierno.

El experto en política libanés, Bishara Hayrallah, advirtió que “al Líbano le esperan escenarios desastrosos" luego de la renuncia de Edib.

Al afirmar que Edib renunció porque no pudo convencer a los grupos chiítas Movimiento Amal y Hezbolá sobre el tema de la formación del gabinete, Hayrallah dijo:

"El dúo chiíta cree que Hassan Diab cometió un error al disolver su Gobierno. El Movimiento Amal y Hezbolá quieren que el Gobierno de Diab permanezca temporalmente en el cargo hasta que concluyan las elecciones presidenciales de EEUU, porque han puesto sus esperanzas en la caída del presidente Donald Trump. Esperan que Trump pierda. Sin embargo, no importa quién sea presidente en EEUU, ese país no cambiará su política".

Al señalar que los grupos chiítas tienen esas expectativas en línea con Irán, Hayrallah dijo que algunos grupos libaneses prefieren los intereses iraníes a los intereses nacionales.

El experto dijo que no cree que en el futuro cercano se nombre otra persona para formar gobierno.

"El Líbano tendrá más crisis y colapso económico, y se arrastra a la soledad debido a las crecientes sanciones internacionales", concluyó.

Por su parte, el analista político libanés, Nabil Bumunsif, afirmó que el Gobierno de Mustafa Edib y quienes obstaculizaron la iniciativa francesa han llevado al país al punto en el que ellos quieren que esté.

Bumunsif evaluó “el golpe” contra la iniciativa francesa y la renuncia forzada de Mustafa Edib como una “orden regional” y dijo: " Líbano está en camino a experimentar colapsos financieros, económicos y sociales continuos".

"El Gobierno de Edib pudo haber brindado un respiro al Líbano, que se enfrenta a desafíos peligrosos. Pero el dúo chiíta saboteó esta oportunidad debido a las rivalidades entre Irán y Estados Unidos”, agregó.

Bumunsif señaló que el Bloque 8 de Marzo, formado por Hezbolá y sus aliados políticos, puede mantener en el poder a la administración de Diab hasta el fin de las elecciones presidenciales estadounidenses.

“Porque sirven a Irán al mantener al Líbano en un vacío administrativo hasta que se determine quién llegará a la Casa Blanca" agregó.

Ver también: Autoridades grecochipriotas habrían rechazado a 200 solicitantes de asilo procedentes del Líbano 

En cuanto a la asignación de la tarea de formar un nuevo gobierno, el experto dijo:

"El presidente Michel Aoun siempre extiende el proceso para iniciar consultas para elegir al primer ministro y esta vez extenderá aún más este periodo a fin de encontrar a la persona con la que todos estén de acuerdo".

"Los chiítas no hubieran insistido en solicitar el Ministerio de Finanzas si no fuera por las sanciones de Estados Unidos".

El analista político, Faysal Abdul Satir, conocido por su cercanía a Hezbolá, argumentó que los escenarios que espera encontrarse el Líbano son menos peligrosos que los escenarios anteriores y dijo que "el proceso de consulta para determinar a quién se le asignará la tarea de formar el nuevo gobierno no se extenderá”.

Afirmó además que se establecerán contactos con los franceses para elegir el primer ministro.

"El Movimiento Amal y Hezbolá no habrían insistido en solicitar el Ministerio de Finanzas si no fuera por las sanciones de Estados Unidos y la actitud de los exprimeros ministros sunitas”, dijo, al referirse a la posición que tomaron los chiítas para no perder el Ministerio de Finanzas.

Al afirmar que no está de acuerdo con las opiniones que señalan que el nuevo gobierno será elegido luego las elecciones presidenciales estadounidenses, el experto dijo: "Esta afirmación se hace en el contexto de las campañas contra los chiítas y especialmente contra Hezbolá. ¿Cómo podría utilizarse el Líbano como una ficha en las negociaciones entre Irán y Estados Unidos?".

Líbano, donde la deuda pública supera los USD 90 mil millones, experimenta una de las mayores crisis económicas desde la guerra civil de 1975-1990.

En el país, el desempleo llega al 35% y la pobreza supera el 50%.

El pueblo culpa a las fuerzas políticas y a los gobernantes por causar la crisis económica actual y demanda la instauración de un gobierno más pequeño, integrado por tecnócratas y sin partidos políticos sectarios, que se han repartido el poder desde hace muchos años.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.