WASHINGTON

Anthony Aguilar sirvió durante 25 años en las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos en zonas de combate alrededor del mundo. Sin embargo, nada, según dice, se compara con lo que presenció en Gaza.


El exboina verde, que trabajó por corto tiempo en la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por EEUU e Israel, narró que fue testigo de “crímenes de guerra” cometidos bajo el pretexto de ofrecer ayuda humanitaria.


Ahora considera que el propio proyecto constituye un crimen de guerra.


“Los lugares establecidos en Gaza para distribuir ayuda fueron, en sí mismos, un crimen de guerra y una violación del derecho internacional”, dijo Aguilar a la Agencia Anadolu en una entrevista exclusiva.

“Fueron construidos en zonas que ponían a la población civil en peligro y riesgo constante”, indicó.


Aguilar se unió a la iniciativa del GHF como subcontratista de la empresa privada UG Solutions a mediados de 2025. Renunció dos meses después, al señalar que la operación ponía en peligro a las mismas personas que decía ayudar.

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“Fracaso del liderazgo estadounidense”

Aguilar calificó la crisis humanitaria en Gaza como “un fracaso del liderazgo de EEUU” y responsabilizó al presidente Donald Trump y a altos funcionarios.


“Es un fracaso de nuestro secretario de Estado, Marco Rubio; un fracaso de nuestro embajador ante Israel, Michael Huckabee; y un fracaso de nuestro presidente, quien es responsable de la política exterior”, expresó.


“Lo que ocurre en Gaza es un genocidio. Ese genocidio ha sido diseñado y ejecutado por el Gobierno de Israel”, añadió.

“El presidente de EEUU puede detenerlo con una llamada telefónica”.


“Crímenes de guerra” en los centros de ayuda

Según Aguilar, los centros de distribución administrados por el GHF exponían a los civiles al fuego israelí.


Describió cómo las fuerzas israelíes disparaban contra palestinos desarmados que se acercaban o se alejaban de los puntos de ayuda, “a menudo asesinándolos o hiriéndolos gravemente”.


“Eso es un crimen de guerra”, aseguró.


También acusó al personal de UG Solutions de usar fuerza letal contra las multitudes: “Usaban municiones reales, granadas aturdidoras y gas lacrimógeno, disparando cerca o directamente hacia las personas para dispersarlas”.


“El desplazamiento masivo de la población, el bombardeo de toda una ciudad y el traslado forzado de los palestinos al sur, hacia un campo de concentración, constituyen claramente crímenes de guerra según los estándares internacionales. Vi estas cosas todos los días”, Aguilar añadió.


Ayuda privatizada

Desde finales de mayo, Israel ha supervisado un programa de distribución de ayuda respaldado por EEUU a través del GHF, al margen de la ONU y otras agencias humanitarias. Varias organizaciones han criticado este modelo por considerarlo inseguro, ilegal y con fines políticos.


Aguilar coincidió con esas críticas y dijo que nunca volverá a trabajar con el GHF ni con ningún “mecanismo privatizado”.


“Si se permite a la ONU, a la UNRWA y a las ONG ingresar y hacer su trabajo correctamente, sería el primero en ofrecerme”, señaló.

“El modelo de la UNRWA es humano. No volveré a participar ni a colaborar con el GHF ni con ningún otro sistema privatizado”, remarcó.


“América primero, no Israel primero”

Pese a las condiciones que describe, Aguilar sostuvo que la paz aún es posible, siempre que Washington cambie de rumbo.


“Creo que nuestro presidente tiene el poder y la capacidad de poner fin a esto”, dijo.

“Espero que recuerde lo que prometió al pueblo estadounidense: poner a América primero, terminar con las guerras y ser un presidente de paz. No es el presidente de la paz. Es el presidente del genocidio”, agregó.


Aguilar añadió que Israel ya no debe ser tratado como un verdadero aliado de EEUU.


“Israel es un socio estratégico cercano, pero no un aliado. Damos la espalda a nuestros aliados por el bien de Israel, y eso es tiranía”, dijo.


Pidió un alto al fuego inmediato, la liberación de los prisioneros y una paz negociada.


Plan de alto al fuego de EEUU en Gaza

Aguilar también criticó el plan de 20 puntos presentado por Donald Trump la semana pasada para poner fin a la guerra en Gaza, calificándolo de “vago”.


“Está lleno de ideas decorativas, pero muy limitadas, y no considera lo que el pueblo palestino desea respecto a su futuro gobierno o nación”, explicó.


“Es un documento decepcionante y vergonzoso, enfocado en los bienes raíces… en expulsar a un pueblo, tomar su tierra, construir un complejo turístico y enriquecer a los amigos de Trump”, agregó.


Indicó además que “la Fundación Humanitaria de Gaza, o cualquier forma de asistencia privatizada, nunca debe formar parte de un modelo de reconstrucción. Eso no puede ocurrir”.


Gaza bajo asedio

Israel mantiene un bloqueo sobre Gaza desde hace casi 18 años y lo endureció en marzo al cerrar los pasos y bloquear la entrada de ayuda, agravando la hambruna.

Desde octubre de 2023, los bombardeos israelíes han matado a más de 66.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños, según autoridades locales de salud. La ONU y grupos humanitarios han advertido que el enclave se está volviendo inhabitable, con el hambre y las enfermedades en aumento.


Para Aguilar, quien antes cumplió misiones militares en el extranjero, presenciar civiles morir de hambre en supuestos centros de ayuda cambió por completo su sentido del deber.

“El liderazgo de EEUU debe adoptar una postura firme y ponerse del lado de la humanidad… El pueblo estadounidense no debe tolerar esto”, concluyó.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.