Un estudio de la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria (Anses) de Francia advirtió sobre los riesgos que implica para la salud el consumo de comidas rápidas.

La investigación, citada por la agencia cubana Prensa Latina, expuso las consecuencias de consumir alimentos como bebidas azucaradas, hamburguesas, bocadillos, pizzas, tortas o pasteles y helados.

En este tipo de comidas, según el estudio, las grasas y los azúcares son más nocivos que en otros que también puedan contenerlos de manera natural.

Pero adicional a ello, también se advierte del riesgo que conlleva ingerir exceso de azúcar y de sal, así como del tamaño de las porciones de este tipo de comidas ultraprocesadas, calificadas por la agencia sanitaria francesa como una “alimentación nutricional degradada”.

Las recomendaciones de la Anses, revisadas en 2019, señalan que los franceses deberían reducir de su dieta las bebidas y alimentos con azúcares añadidos, así como los alimentos grasos, salados y ultraprocesados. En cambio, invita a aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres.

El informe hizo una lista de las comidas ingeridas por fuera de casa y sus aportes nutricionales y puso su atención en la población estudiantil y laboral, “los principales usuarios de la restauración fuera del hogar”.

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Y aunque el 80 por ciento de la alimentación se sigue consumiendo en casa, “cada semana, ocho de cada diez personas hacen una o más comidas fuera de casa”, subraya el estudio.

De acuerdo a la investigación, los consumidores habituales de este tipo de comidas solo representan el cinco por ciento del total de los adultos de Francia, pero ese número se duplicó entre 2006 y 2014. Incluso, debido a la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19, el número de usuarios aumentó en los últimos meses “con una proyección más significativa en el futuro”.