Trabajadores de la salud en Brasil estarían obligados a intubar pacientes sin la ayuda de sedantes, según denuncia la prensa local, después de que se advirtiera que en los hospitales hay falta de medicamentos esenciales para tratamientos contra el coronavirus.

Un médico del hospital municipal Albert Schweitzer, en Río de Janeiro, afirmó que desde hace unos días los trabajadores de la salud diluían sedantes para que duraran más. Una vez agotados, las enfermeras y los médicos comenzaron a usar bloqueadores neuromusculares y atar a los pacientes a sus camas para que resistieran, según el trabajador sanitario.

"Se relajan los músculos y se hace el procedimiento con facilidad, pero no tenemos sedación", dijo el médico, quien accedió a discutir la delicada situación sólo si no se citado por su nombre. “Algunos intentan hablar, se resisten. Están conscientes", agregó.

La falta de los fármacos imprescindibles es el más reciente problema que azota a Brasil en medio de la pandemia. El país se encuentra sumido en una dramática nueva ola de la COVID-19, que ha afectado especialmente a las unidades de cuidados intensivos (UCI) del país.

El recuento diario de muertes es de aproximadamente 3.000, lo que representa una cuarta parte de las muertes en el mundo, convirtiendo a Brasil en el epicentro de la pandemia.

Los “kits de intubación” en pacientes gravemente enfermos incluyen anestésicos, sedantes y otros fármacos que se utilizan para poner ventiladores mecánicos.

La oficina de prensa de la secretaría de sanidad de la ciudad de Río dijo que la escasez ocasional en las instalaciones de Albert Schweitzer se debe a dificultades para obtener suministros en el mercado internacional y "se hacen sustituciones para que no resulte perjudicada la asistencia brindada".

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Respecto a la necesidad de atar a los pacientes a las camas, la oficina no hizo ningún comentario.

El periódico O Globo informó sobre experiencias similares en otros hospitales de la región metropolitana de Río de Janeiro, con personas que llamaban desesperadamente a otras instalaciones en busca de sedantes para sus familiares.

El secretario de Sanidad del estado de Sao Paulo, Jean Carlo Gorinchteyn, dijo en una conferencia de prensa que la situación era terrible en los hospitales del estado más poblado de Brasil.

Más de 640 hospitales están al borde del colapso, con la posibilidad de quedarse sin medicamentos en días, según las autoridades locales. "Necesitamos el apoyo del Gobierno federal", dijo Gorinchteyn. “Esto no es una necesidad para Sao Paulo, es una necesidad para todo el país”, añadió Gorinchteyn.

El país registra hasta el momento un total 13.482.543 de contagios y 353.293 muertes, según la plataforma Worldometers, que registra la actividad del virus en diferentes naciones.

*Traducido por Daniel Gallego.